Basado en hechos reales
Puede que opinen que cambiar un nombre es poco y llega tarde, pero a pesar de todo a m¨ª me dio una alegr¨ªa
?Hemos estado haciendo obras en la vieja casa de mis abuelos. Las obras han ido bien, la verdad es que no hemos tenido sorpresas desagradables ni con los materiales ni con la estructura. Los problemas han llegado, eso s¨ª, con los vecinos. Les temblaba la casa con los martillazos, lo cual, con unas paredes de 50 y 60, es raro, muy raro. Claro que si los vecinos se han dedicado a adelgazarlas empotrando armarios, lo m¨¢s normal es que tiemblen. A eso se le llama expolio de pared. Vaya, que si yo tambi¨¦n intento meter un armario en la medianera lo que hacemos es un loft. El paleta me aconsej¨® levantar un tabique grueso a mi lado con el que, por cierto, ya no podr¨¦ saber si el armario del vecino crece hasta mi nuevo tabique ni los metros c¨²bicos de pared que faltan puesto que no puedo entrar en su casa. Moraleja: usted mantiene la estructura, lleva cuidado de reforzar la pared y todav¨ªa le arman un esc¨¢ndalo en la calle quej¨¢ndose de ruidos y grietas. Cualquier parecido con la realidad de las relaciones entre Catalu?a y Espa?a es pura coincidencia, claro est¨¢.
Lo del tel¨¦fono tambi¨¦n tiene su miga. Harto de planes y facturas de Telef¨®nica salgo del fuego para caer en las ascuas. Despu¨¦s de mil llamadas y cambios de tarifa que siempre acaban volviendo al punto inicial de casi 70 euros, decido vengarme y cambiarme a Vodafone. Todo el proceso, seg¨²n el comercial, se cerr¨® con ¨¦xito. La cursiva es m¨ªa, pero como despu¨¦s de dos semanas no lleg¨® nada, decid¨ª llamar para ver qu¨¦ suced¨ªa y me dieron un n¨²mero de incidencia. Total, que Telef¨®nica sigue factur¨¢ndome el servicio, Vodafone no sabe y lo ¨²nico que me contesta son n¨²meros de incidencia largu¨ªsimos pese a tener un contrato firmado por voz. Todav¨ªa no tengo el tel¨¦fono y ya tengo incidencias. Para lo que sirve la Comisi¨®n del Mercado de las Telecomunicaciones mejor que se quede en Madrid. Si piensa usted que este es un caso excepcional o que se debe a la mala suerte recuerde los continuos cambios del sistema de financiaci¨®n, siempre salimos ganando con el mejor sistema de la historia pero siempre acabamos perdiendo un 8%.
La casa abre balcones y ventanas hacia una plaza cuyo nombre homenajea al periodista Joaqu¨ªn Ibarz, recientemente fallecido
A pocos metros y a ambos lados y m¨¢s all¨¢ de la casa de mis abuelos, gentes venidas de todas partes del universo. Inmigrantes rumanos, b¨²lgaros, senegaleses y malienses han alquilado todas las casas libres. Los veranos del Bajo Cinca producen millones de toneladas de fruta que necesitan mano de obra urgente. Despu¨¦s de los aluviones de marroqu¨ªes, argelinos, ucranios y un largo etc¨¦tera, han llegado multitud de familias del este de Europa. ?Estamos hablando de un 30% de la poblaci¨®n? ?Llega al 40% en verano? Los chinos tuvieron un paso fugaz por la zona, lo de recoger la fruta no iba con ellos y el g¨¦nero nacional, ?ay!, fue visto y no visto. Recoger fruta es un trabajo a veces duro y las m¨¢s de las veces dur¨ªsimo, pero supongo que menos que las cifras del paro, los desahucios y los subsidios de renta m¨ªnima. Les puede parecer que estoy andando a escasos cent¨ªmetros del precipicio de la demagogia pero es que son a?os de deambular por la cuerda floja. Y s¨ª, s¨ª, trabaj¨¦ en la fruta muchos veranos.
La casa abre balcones y ventanas hacia una plaza cuyo nombre homenajea al periodista Joaqu¨ªn Ibarz, recientemente fallecido. Hasta hace un par de meses se llamaba plaza de Jos¨¦ Antonio, todav¨ªa presente en 2012, ya ven. Un nombre explica muchas cosas, las carcomidas estructuras que habitamos, las comunicaciones fallidas entre naciones, nuestra econom¨ªa, las gentes y las inercias hist¨®ricas de siempre. Puede que opinen que cambiar un nombre es poca cosa y que llega tarde pero, a pesar de todo, qu¨¦ quieren que les diga, a m¨ª me dio una alegr¨ªa, que en la casa del pobre no es poco. Lo peor que nos puede pasar es que nos vean haciendo mala cara, no les demos ese gusto. Cuando falleci¨® el cantautor Jos¨¦ Antonio Labordeta alguien puso una matr¨ªcula de coche con su apellido debajo de la placa con el nombre del insigne falangista. Ver en dos graf¨ªas distintas ¡°plaza Jos¨¦ Antonio Labordeta¡±, qu¨¦ quieren que les diga, me hizo sonre¨ªr. Estoy seguro de que ganaremos, cada vez m¨¢s.
Francesc Ser¨¦s es escritor.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.