Las v¨ªctimas del ¡®efecto Guggenheim¡¯
Durante el ¡®boom¡¯ del ladrillo, muchas ciudades aspiraron a construir edificios que se convirtieran en iconos, pero la crisis ha enterrado la mayor¨ªa de ellos


Cuando el 25 de septiembre de 2006 el entonces alcalde de Sevilla, Alfredo S¨¢nchez Monteseir¨ªn, se fotografi¨® en el balc¨®n del Ayuntamiento con los arquitectos Norman Foster, Jean Nouvel, Arata Isozaki y Guillermo V¨¢zquez Consuegra, no sospechaba que aquella imagen iba a convertirse en un icono de la cara mala del llamado efecto Guggenheim: tras el ¨¦xito del museo dise?ado por Frank Gehry en Bilbao, todas las ciudades aspiraban a tener su edificio estrella. Sevilla quiso siete y solo uno, el Metropol Parasol del alem¨¢n J¨¹rgen Mayer, ha llegado a buen puerto, y con m¨¢s coste y problemas de los que deber¨ªa asumir una Administraci¨®n.
De los otros seis, uno (la Torre Pelli) se levanta a duras penas y los otro cinco han sido definitivamente enterrados. La biblioteca que proyect¨® la iraqu¨ª Zaha Hadid para la Universidad de Sevilla se ha quedado a medio hacer por orden judicial; y a los cuatro de los arquitectos que posaron en el balc¨®n con Monteseir¨ªn los arroll¨® la crisis del ladrillo. Eran la base de un nuevo barrio que se iba a construir en los terrenos de la antigua f¨¢brica de Cruzcampo, pero la promotora, el grupo Urvasco, se llen¨® de deudas y entreg¨® los suelos a los bancos para pagar parte del pr¨¦stamo. Donde iban a ir cuatro manzanas de pisos firmadas por Foster, Nouvel, Isozaki y V¨¢zquez Consuegra, hay ahora proyectado un barrio de 2.000 viviendas sin firmas de renombre y que, un a?o despu¨¦s de que se anunciara su construcci¨®n, no ha empezado a levantarse.
Para Juli¨¢n Sobrino, profesor titular de la Escuela de Arquitectura de Sevilla y experto en patrimonio industrial, el solar de la antigua f¨¢brica de Cruzcampo es ¡°una de las grandes heridas¡± que la crisis ha dejado abierta en Sevilla. ¡°All¨ª hab¨ªa un complejo construido en 1904 que ten¨ªa un gran inter¨¦s, una trama industrial, ejemplos de diferentes materiales. Ahora es un solar vac¨ªo¡±, lamenta el profesor, que llama a retomar ¡°el discurso de la arquitectura de Andaluc¨ªa de los a?os 70 y 80¡±. ¡°Entonces se pensaba en atender todas las necesidades de las ciudades, los asuntos cotidianos, las VPO, los colegios p¨²blicos, los centros de salud¡±. ¡°Hay que retomar la dimensi¨®n ut¨®pica y aparcar la medi¨¢tica¡±, sostiene Sobrino.
En el mejor de los casos, esa ser¨¢ una de las lecciones que queden de la crisis. Porque, en la mayor¨ªa de las ocasiones, lo que hac¨ªan los dirigentes pol¨ªticos cuando convocaban un concurso de ideas restringido a un grupo de arquitectos muy conocidos (como se hizo en el Palacio del Sur de C¨®rdoba o en la Torre Cajasol de Sevilla) o cuando directamente encargaban el proyecto a un profesional de prestigio (como la estaci¨®n del AVE de Granada, proyectada por Rafael Moneo) era poner en marcha una campa?a de marketing urbano aprovechando el tir¨®n de los arquitectos.
¡°Hubo una confluencia de intereses entre los promotores inmobiliarios, algunos arquitectos y los partidos pol¨ªticos. Pensaron que al pueblo se le pod¨ªa ofrecer una estrella y que seguir¨ªa su halo¡±, afirma el profesor Sobrino, que cree que esa idea tuvo resultados ¡°nefastos¡±. Al menos en las ciudades andaluzas, la campa?a de marketing sali¨® muy cara y, en la mayor¨ªa de las ocasiones, se ha vuelto en contra despu¨¦s de que fracasaran los proyectos. A los casos de Sevilla se une la renuncia definitiva de C¨®rdoba al centro de congresos proyectado por el holand¨¦s Rem Koolhaas, en el que se han enterrado 10 millones de euros. De la estaci¨®n del AVE que Moneo proyect¨® para Granada por encargo del Gobierno central lo ¨²ltimo que se sabe es que el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento ten¨ªan pendiente una reuni¨®n para decidir si segu¨ªa adelante. Pero ni siquiera la llegada de la Alta Velocidad a Granada est¨¢ garantizada, por lo que la estaci¨®n dise?ada por Moneo est¨¢ m¨¢s que en el aire. El alcalde, Jos¨¦ Torres Hurtado (PP), nunca ha sido partidario del proyecto, pero la ministra Ana Pastor no lo ha descartado.
El problema de muchos de estos proyectos nace, seg¨²n la arquitecta Elisa Valero, profesora de la Universidad de Granada, de una mala concepci¨®n de lo que en su opini¨®n debe ser la ciudad. ¡°No puede ser una suma de objetos a cual m¨¢s original, tiene que establecer las relaciones m¨¢s adecuadas posibles con el ciudadano¡±, afirma.
Valero cree que su forma de entender la profesi¨®n (¡°servir para solucionar problemas y estar al servicio del hombre¡±) no es compatible con la arquitectura del ¡°exhibicionismo de estrellas¡±. ¡°La buena arquitectura da igual de d¨®nde venga¡±, afirma.
El profesor Sobrino advierte de que, adem¨¢s de los agujeros urban¨ªsticos y econ¨®micos, la moda por los iconos arquitect¨®nicos ha tenido otro efecto indeseable para el sector andaluz. ¡°Hay profesionales de Andaluc¨ªa muy importantes que han visto que en los ¨²ltimos a?os sus propuestas no han sido valoradas por ser de casa¡±, se?ala Sobrino, que llama la atenci¨®n sobre decenas de obras de rehabilitaci¨®n de espacios p¨²blicos, mejoras en la accesibilidad o construcci¨®n de colegios o centros de salud que se han acometido en los ¨²ltimos a?os pero han quedado en ¡°segundo plano¡± por falta de tir¨®n medi¨¢tico.
Es posible que hoy empiece a ocurrir lo contrario, pero durante los a?os del boom del ladrillo, esas infraestructuras de servicios se vend¨ªan pol¨ªticamente mucho peor que un edificio con firma internacional y dise?o sorprendente. Aunque su uso no estuviera muy claro. Hubo unos meses en que rara era la semana en que una Administraci¨®n o un grupo de promotores no reun¨ªa a los medios de comunicaci¨®n para presentar una nueva idea con maqueta detallada y recreaci¨®n virtual. De la mayor¨ªa, esas im¨¢genes ficticias son hoy las ¨²nicas existentes de lo que el arquitecto proyect¨®.
?Las ciudades han ganado o han perdido al quedarse sin esos proyectos? Elisa Valero cree que la crisis nos ha librado de ¡°algunas insensateces¡±. Juli¨¢n Sobrino opina lo mismo, aunque advierte de que cada caso es distinto. ?l resume algunos: ¡°El Palacio de Congresos de C¨®rdoba pod¨ªa haber sido positivo, pero se ha encontrado con problemas econ¨®micos; la biblioteca de Zaha Hadid es un buen edificio en un mal lugar; y el Algarrobico es mala arquitectura en un sitio extraordinario¡±. Ambos arquitectos coinciden en se?alar la necesidad de recuperar un lema que, seg¨²n el profesor de la Universidad de Sevilla, se emple¨® en una bienal de arquitectura de Venecia: ¡°M¨¢s ¨¦tica y menos est¨¦tica¡±.
El palacio que C¨®rdoba quiso que saliera gratis
Con el cambio de siglo, C¨®rdoba parec¨ªa dispuesta a convertirse en un referente arquitect¨®nico internacional, al tiempo que mejoraba sustancialmente su oferta tur¨ªstica, verdadero motor econ¨®mico de la ciudad. El Palacio del Sur aunaba ambas aspiraciones. Un enorme edificio, de esos que se denominaban
singulares
, de acero y cristal que, volcado en el Guadalquivir, se abr¨ªa a la Mezquita y toda la Juder¨ªa cordobesa. La ciudad iba a contar as¨ª con todo un edificio del renombrado arquitecto Rem Koolhaas, ganador del Pritzker, principal premio en su campo. Y lo que era m¨¢s importante, no le iba a costar un euro a la ciudad. Una nueva modalidad de financiaci¨®n, que permit¨ªa a la empresa privada que lo construyese, explotarlo, iba a aplicarse para alivio de las arcas municipales. Pero en el camino, algo se torci¨®.
M¨¢s de diez a?os despu¨¦s, la ciudad sigue sin Palacio del Sur. Y los ciudadanos tienen 10 millones de euros menos en su bolsillo del dinero p¨²blico. ?Qu¨¦ pas¨®? Desde el primer momento en que se present¨® el proyecto original de Koolhaas se levantaron voces criticando lo megal¨®mano del proyecto, una enorme estructura de acero y cristal, de 350 metros de largo, 25 de ancho y 28 de alto que contar¨ªa con auditorios, un hotel de lujo y centro comercial. Adem¨¢s de las quejas, crecieron las dudas sobre la viabilidad de la empresa, vistos los problemas y los retrasos que encontraban para su ejecuci¨®n.
En 2008, con la crisis inmobiliaria y econ¨®mica iniciando su galope, todo comienza a desmoronarse definitivamente. El presupuesto del proyecto se ha disparado hasta los 172 millones de euros. La empresa que lo iba a llevar a cabo, Ferrovial, se desliga y exige compensaciones econ¨®micas. El Ayuntamiento se ve obligado a cambiar el proyecto de Koolhaas para hacerlo m¨¢s reducido y austero. El
contratiempo
le cuesta a los ahorros municipales 10 millones de euros.
La llegada del PP a la alcald¨ªa coincide con el cierre del cuadro de financiaci¨®n del nuevo palacio de Koolhaas, m¨¢s peque?o. Costar¨¢ 79 millones, de los que 51 los pondr¨¢ el Consistorio y el resto Junta y Ayuntamiento (28 millones). Todo estaba listo para que comenzasen las obras. Pero los meses van pasando sin que ocurra nada. Hasta que hace 20 d¨ªas, en plena precampa?a por las elecciones auton¨®micas, el alcalde y candidato al Parlamento por el PP, Jos¨¦ Antonio Nieto, anunci¨® que enterraba el proyecto. El futuro pasa por reformar un pabell¨®n abandonado de Cajasur en un pol¨ªgono industrial y convertirlo en el nuevo palacio de congresos.
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