Andaluc¨ªa para la marea azul del PP
El PP gana las elecciones con 50 diputados, un resultado hist¨®rico, pero no podr¨¢ gobernar Los socialistas resisten y podr¨ªan gobernar con el apoyo de IU La coalici¨®n de Diego Valderas logra 12 esca?os y dobla sus resultados de 2008
A la cuarta fue la vencida, pero se trata de una victoria con sabor a derrota. Javier Arenas ha conseguido ganar las novenas elecciones auton¨®micas en Andaluc¨ªa con una mayor¨ªa insuficiente que le garantice el Gobierno aut¨®n¨®mico. Que Arenas iba a ganar era algo que ven¨ªan anticipando todas las encuestas desde hace meses y la ¨²nica duda de las elecciones era si el l¨ªder del PP podr¨ªa conseguir la mayor¨ªa absoluta. Finalmente, no ha conseguido esta amplia mayor¨ªa y deja abierta la posibilidad de un gobierno de coalici¨®n entre PSOE e Izquierda Unida, una f¨®rmula que hasta ahora no se hab¨ªa producido en Andaluc¨ªa.
El PSOE ha sufrido la derrota m¨¢s dulce que podr¨ªa imaginar y Andaluc¨ªa sigue siendo una isla roja en el mapa de Espa?a gracias a Izquierda Unida. El PP ha ganado por primera vez las elecciones auton¨®micas, pero con 50 parlamentarios se queda bastante lejos de la necesaria mayor¨ªa absoluta para gobernar, que se situaba en 55 esca?os. Una victoria con sabor a hiel. Con estos resultados se abre la posibilidad de un pacto entre los socialistas, que obtienen 47 parlamentarios, e Izquierda Unida, que pasan de 6 a 12 y se vuelven vitales para gobernar.
Manuel Chaves tuvo que gobernar con el Partido Andalucista entre 1996 y 2004, etapa en la que lo pudo hacer con IU. Pero las heridas que dej¨® abiertas la legislatura de la pinza entre PP e IU (1994-1996) hicieron inviable esta opci¨®n. En esta ocasi¨®n esta hip¨®tesis la han dejado abierta tanto el candidato socialista, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, como el de IU, Diego Valderas.
En un mapa pol¨ªtico de Espa?a en el que domina de forma abrumadora del azul del PP, la derrota del PSOE tiene aires de victoria si en las pr¨®ximas semanas los dos partidos de izquierda consiguen alcanzar un acuerdo de gobierno. Ser¨ªa la primera comunidad en la que la maquinaria del partido de Mariano Rajoy ser¨ªa frenada.
Los socialistas han salvado los muebles pese a que ten¨ªan todo en contra: el caso de corrupci¨®n de los ERE fraudulentos, que les lleva carcomiendo desde hace meses al conocerse las tropel¨ªas que durante una d¨¦cada se produjeron en la Consejer¨ªa de Empleo; los 30 a?os de gobierno que han producido hast¨ªo en una buena parte de la ciudadan¨ªa; una tasa de paro que se ha disparado hasta el 31% y unas fracturas internas que han abierto el partido en canal.
La apuesta de Gri?¨¢n de separar las elecciones auton¨®micas de las generales del 20 de noviembre (decisi¨®n que no gust¨® en la direcci¨®n federal del PSOE) le ha salido bien al candidato socialista. En la campa?a se han enfrentado dos discursos: el que defend¨ªa Javier Arenas de que en Andaluc¨ªa hay que acabar con el "paro, despilfarro y corrupci¨®n" y el de Gri?¨¢n, que ha proclamado que Andaluc¨ªa deb¨ªa ser el dique que deb¨ªa frenar a la derecha y a los recortes de derechos.
Para llegar a esta situaci¨®n, los partidos de izquierda han contado con la complicidad de los sindicatos, que llevan semanas alertando de que el modelo social de Andaluc¨ªa correr¨ªa peligro con un victoria de Arenas. Para ello, sindicatos, PSOE e IU llevan semanas agitando la reforma laboral, los recortes ya realizados por Rajoy y los que vienen en los Presupuestos Generales del Estado que el Gobierno tiene previsto presentar el pr¨®ximo viernes 30 de marzo.
A la vista del resultado, el discurso de Arenas ha calado de forma mayoritaria en electorado andaluz, pero no lo suficiente frente al de Gri?¨¢n. Los socialistas logran con este resultado un bal¨®n de ox¨ªgeno ya que de haber ganado las elecciones auton¨®micas por mayor¨ªa absoluta, su poder institucional en las comunidades aut¨®nomas se reducir¨ªa al m¨ªnimo. Solo gobernar¨ªa el Pa¨ªs Vasco, donde el a?o que viene el lehendakari Patxi L¨®pez, afronta unas complejas elecciones.
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