Victoria sin gobierno
El resultado deja en un lugar comprometido a Arenas, que tendr¨¢ que decidir si opta por quinta a vez a presidir la Junta en 2016 o da paso a un nuevo liderazgo
En su cuarta oportunidad, Javier Arenas ha logrado vencer en las elecciones andaluzas, las primeras que gana el PP en la comunidad. Una victoria que, sin embargo, puede ser amarga porque no ha obtenido la mayor¨ªa absoluta que necesitaba para garantizarse la presidencia de la Junta. El resultado electoral abre la puerta a un gobierno de coalici¨®n entre el PSOE e IU, una posibilidad que ya existi¨® hace 18 a?os, pero que no prosper¨® y dio lugar a la llamada legislatura de la pinza (1994-1996).
En esta ocasi¨®n, las dos formaciones de izquierdas no parecen dispuestas a dejar pasar la oportunidad y es dif¨ªcil creer que en Andaluc¨ªa ocurra un desenlace como el de Extremadura. El principal factor de incertidumbre es la actitud del l¨ªder jornalero Juan Manuel S¨¢nchez Gordillo, cuya aversi¨®n a los socialistas es legendaria.
El PSOE, achacoso tras 30 a?os de gobierno, acorralado pol¨ªtica y judicialmente por el esc¨¢ndalo de los ERE fraudulentos, aturdido por una tasa de paro del 31% en Andaluc¨ªa, fracturado por una crisis interna que ha dejado heridas internas que a¨²n permanecen abiertas, logra aguantar el brutal empuje del PP y frenar la mayor¨ªa absoluta de Arenas que casi todas las encuestas daban por cantada.
La decisi¨®n de Gri?¨¢n de separar las elecciones auton¨®micas de las generales del 20 de noviembre, medida cuestionada por la direcci¨®n federal del PSOE, ha sido acertada a la luz del resultado. Los socialistas no sal¨ªan a ganar estas elecciones, sal¨ªan a que el PP no obtuviera mayor¨ªa absoluta. Pese a la derrota, Gri?¨¢n sale fortalecido ya que puede conservar para el PSOE la principal cuota de poder territorial que tiene y lo previsible es que se esfumen los conatos de rebeli¨®n interna que ya se estaban organizando en caso de que hubiera llegado la debacle, es decir, la p¨¦rdida del Gobierno andaluz.
En la campa?a colisionaron el discurso de paro, despilfarro y corrupci¨®n del PP frente al de los recortes del Gobierno de Rajoy del PSOE. El primero parec¨ªa imparable, pero el segundo ha conseguido movilizar a una parte del electorado socialista que parec¨ªa remiso a confiar de nuevo en el PSOE.
El resultado deja en un lugar comprometido a Arenas, probablemente el dirigente del PP que m¨¢s influye en Rajoy. Se ha quitado de encima el estigma de perdedor, s¨ª, pero dif¨ªcilmente gobernar¨¢. Arenas, que ha repetido en multitud de ocasiones que su etapa en la pol¨ªtica nacional est¨¢ enterrada, tendr¨¢ que decidir si opta por quinta a vez a la presidencia de la Junta en 2016 o bien da paso a un nuevo liderazgo.
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