Arenas se da un tiempo para decidir su futuro y la estrategia del partido

La frustraci¨®n de que Javier Arenas no vaya a ser presidente de la Junta por el poco trecho que ha sacado al PSOE (apenas un punto y tres esca?os) abre un tiempo de incertidumbre en el PP. De inmediato, no pasar¨¢ nada: el candidato recoger¨¢ su acta de diputado en el Parlamento, y aguardar¨¢ a ver c¨®mo se fragua la alianza de la izquierda mientras rumia una salida a su situaci¨®n personal y a la del partido.

No es f¨¢cil. El l¨ªder del PP andaluz lo es en toda la extensi¨®n del t¨¦rmino. Sin matices, sin discusi¨®n y, muy especialmente, sin alternativa. Dirige y controla la organizaci¨®n como una nave estanca, de babor a estribor. Salvo Antonio Sanz, su n¨²mero dos ¡ªquien, en realidad, es el guardi¨¢n de las esencias de la superioridad del jefe, pero nunca un posible sustituto¡ª, nadie ha sido se?alado, nadie despunta. Ni siquiera se puede especular con corrientes d¨ªscolas. Porque, sencillamente, no existen.

Al contrario de lo que ocurri¨® con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que dispon¨ªa de una escuadrilla de delfines para sucederle, Javier Arenas ha funcionado siempre sin tapados en la sombra. Las expectativas que ten¨ªa tampoco lo hac¨ªan necesario. Tanto ¨¦l como el resto del partido, desde Mariano Rajoy hasta el ¨²ltimo cuadro local, pensaban que en esta ocasi¨®n la mayor¨ªa absoluta estaba garantizada, y que el PP completar¨ªa el c¨ªrculo de la toma de poder en toda Espa?a. La luz roja que a veces se le encend¨ªa al candidato en forma de v¨¦rtigo, por un hipot¨¦tico patinazo, enseguida se le borraba de la mente.

Por tanto, el relevo, si se produce, ser¨¢ a largo plazo. En torno al verano, el PP debe celebrar un congreso ordinario porque le toca y porque es preceptivo tras el c¨®nclave nacional de febrero. Los dirigentes consultados se?alan que lo m¨¢s probable es que Javier Arenas opte a la reelecci¨®n como presidente. ¡°Habr¨¢ que estar atentos a quienes ser¨¢n los vicepresidentes¡±, comenta uno de ellos, ¡°eso puede dar una pista de lo que va ocurrir, en todo caso, a final de a?o¡±.

La previsi¨®n es que Arenas se presente a la reelecci¨®n en el congreso del PP andaluz en verano

La prudencia ser¨¢, en consecuencia, la primera receta para recapitular y elaborar una nueva estrategia. Sanz improvis¨® ayer una comparecencia p¨²blica y destac¨® una consideraci¨®n de carril: el PP ha ganado, algo que es una aut¨¦ntica novedad en 30 a?os. Tambi¨¦n que el PSOE ha perdido, aunque dio por hecho que entablar¨¢ alg¨²n tipo de alianza con IU, y que el vencedor de las elecciones cumplir¨¢ con lo que dijo en la noche electoral y asumir¨¢ sus tareas parlamentarias con responsabilidad.

Sanz hab¨ªa presidido momentos antes una reuni¨®n del Comit¨¦ de Direcci¨®n, de la que se ausent¨® Arenas. Estuvo en la sede, pero en su despacho, hablando con dirigentes andaluces, nacionales y auton¨®micos. Las expresiones de adhesi¨®n que recibi¨® de sus compa?eros de todos los rincones de Espa?a, a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n, compusieron una miscel¨¢nea con sabor a consuelo ante la fatalidad, a b¨¢lsamo para aliviar la derrota. Mucha alusi¨®n al trabajo bien hecho, al hito hist¨®rico de superar al PSOE y al orgullo.

Empezando por el mismo Mariano Rajoy, quien desde Se¨²l, donde se encuentra en viaje oficial, dijo que ¡°no es un fracaso, en absoluto¡±. ¡°Nunca hab¨ªamos tenido un resultado tan bueno, hemos ganado las elecciones, nunca las hab¨ªamos ganado, hemos mejorado muestra posici¨®n respecto a las ¨²ltimas auton¨®micas. Nos hubiera gustado, como es natural y todo el mundo sabe, gobernar, pero nosotros vamos a seguir ah¨ª¡±, declar¨®.

En el PP andaluz, y tambi¨¦n en el nacional, est¨¢n convencidos de que el presidente del Gobierno arropar¨¢ a Javier Arenas, si bien es complicado calcular c¨®mo. ¡°Rajoy har¨¢ lo que hace siempre: esperar a que llueva¡±, se?al¨® un dirigente, quien se mostr¨® esc¨¦ptico sobre la inquebrantable uni¨®n de ambos. ¡°No son amores sinceros, son recientes, fundamentados en la necesidad mutua. En pol¨ªtica las fidelidades por encima de cualquier cosa son muy fr¨¢giles¡±, a?adi¨®.

Este mismo dirigente apunta que el congreso regional de verano puede devenir en una especie de homenaje al presidente, con cierre de filas incluido, y que m¨¢s tarde se consume el cambio, ¡°porque la situaci¨®n va a ser insostenible¡±. La cuesti¨®n es si, en el caso de que produzca tal tesitura, Arenas se va y se va, o repite lo que hizo en 1996, cuando en una derrota igual de inesperada ¡ªm¨¢s contundente (no gan¨®), pero menos traum¨¢tica¡ª articul¨® una estrategia para seguir en la c¨²spide de la organizaci¨®n andaluza en la lejan¨ªa. Primero, fogueando la rivalidad entre dos segundos para manejar todos los resortes. Y despu¨¦s (1999), con la presidencia formal de Te¨®fila Mart¨ªnez, pero manteniendo el dominio con el mando a distancia desde la calle G¨¦nova. A este respecto, un miembro de su partido es claro: ¡°Solo si decide dejar la pol¨ªtica activa, soltar¨¢ las riendas. Porque, aunque no vuelva a Andaluc¨ªa, su fuerza en el PP nacional radica en el control territorial¡±.

Javier Arenas presidir¨¢ hoy en C¨®rdoba la reuni¨®n de la ejecutiva. Ah¨ª realizar¨¢ un primer an¨¢lisis de lo sucedido y esbozar¨¢ una pauta para los pr¨®ximos meses. Luego, ya se ver¨¢.