El blindaje de Mercamadrid desde primera hora

M¨¢s de 300 personas se han concentrado desde primera hora de hoy en el mayor mercado de distribuci¨®n de alimentos de toda Espa?a. Mercamadrid ha sufrido los embates de un numeroso grupo de piquetes que ha permitido entrar con cuentagotas los camiones para suministrar frutas, verduras y pescado. Algunos empleados se han enfrentado desde sus veh¨ªculos con los manifestantes que no han dejado de poner pegatinas en los camiones y turismos y de golpearlos con sus banderas. El fuerte dispositivo policial ha permitido que los incidentes no pasaran a mayores.

El piquete, muy activo y con ganas de cerrar el megamercardo, comenz¨® a primera hora del inicio de la jornada de la huelga. Numerosos abanderados se concentraron en la entrada principal de Mercamadrid y chillaban contra los trabajadores c¨¢nticos diversos en contra de la reforma laboral y contra los trabajadores que acud¨ªan a sus puestos de trabajo. "Date la vuelta, date la vuelta" y "piensa en tus hijos" son algunos lemas coreados.

Algunos integrantes de los piquetes se sub¨ªan a los camiones y charlaban con el conductor en un intento de que se diera la vuelta y no descargara en el mercado. Algunas conversaciones durante m¨¢s de cinco minutos y necesitaron que intervinieran los antidisturbios. Estos han tenido que escoltar a algunos conductores, que han llegado a encararse con los manifestantes. A esta zona tambi¨¦n han acudido los l¨ªderes regionales de UGT y CC OO, Jos¨¦ Ricardo Mart¨ªnez y Javier L¨®pez, respectivamente, que han destacado la importancia de paralizar Mercamadrid.

El piquete ha terminado hacia las tres de la madrugada cuando la actividad de Mercamadrid ya hab¨ªa quedado muy reducida en comparaci¨®n con otras jornadas. Uno de los ¨²ltimos altercados vividos en la entrada ha sido cuando la polic¨ªa ha tenido que custodiar a un redactor y a un c¨¢mara de Intereconom¨ªa que intentaban entrevistar a unos sindicalistas. Los asistentes, que les han acusado de manipuladores, no les han dejado grabar. Les han empujado y les han desconectado el cable del micr¨®fono. Al final, un grupo de antidisturbios se los ha llevado a un lateral para evitar un enfrentamiento mayor con los concentrados.