Guardianes de vidas
Ourense cuenta con una de las dos ¨²nicas unidades de prevenci¨®n de suicidios de Espa?a Los datos cient¨ªficos tumban los t¨®picos sobre sus causas
Hace unos d¨ªas, una llamada a la central de telef¨®nica de la Polic¨ªa Local de Ourense alertaba de un intento de suicidio. Un hombre de mediana edad amenazaba con tirarse al r¨ªo Mi?o desde un puente. Tras una conversaci¨®n con especialistas, desisti¨®. Suicidio, var¨®n, cincuentena y Galicia. El suceso aglutina todas las singularidades para engordar a¨²n m¨¢s las estad¨ªsticas sobre suicidios. Y es que la comunidad ocupa los primeros puestos del r¨¢nking de toda Espa?a. Sigue siendo la primera causa no natural de fallecimiento, por encima de los accidentes de tr¨¢fico. Y tambi¨¦n un cero a la izquierda en la mayor¨ªa de ¨¢reas sanitarias a pesar de su elevada incidencia.
?Qu¨¦ lleva a una persona a querer quitarse la vida??C¨®mo debe afrontarlo su entorno? ?Por qu¨¦ en Galicia m¨¢s? Las preguntas se desbordan y a pesar de ello, en todo el Estado solo hay dos unidades m¨¦dicas dedicadas a la prevenci¨®n y tratamiento de las personas con intenciones suicidas. Una en Barcelona. La otra en Ourense.
La idea surgi¨® en 2003 como un curso de formaci¨®n para atenci¨®n primaria. Posteriormente, con fondos de la Conseller¨ªa de Sanidade, se cre¨® un grupo de trabajo que origin¨® el programa piloto que aplica esta unidad de intervenci¨®n. All¨ª trabajan dos psiquiatras, un psic¨®logo y una enfermera. En octubre se incorporar¨¢ otro psiquiatra. En su trabajo diario, tienen dos objetivos fundamentales: detectar precozmente el suicidio desde atenci¨®n primaria y frenar su reincidencia. ?Por qu¨¦ a trav¨¦s de atenci¨®n primaria? Seg¨²n afirma el coordinador de la unidad, el doctor Ernesto Ferrer, ¡°el 70% de los pacientes mayores que intenta quitarse la vida acude al m¨¦dico de cabecera el mes anterior¡±. Trabajan con grupos de pacientes que derivan m¨¦dicos de cabecera y con otro grupo de riesgo ¡ªformando fundamentalmente por personas que han intentado suicidarse¡ª al que se le aplica un plan de psicoterapia ¡°para que pueda buscar soluciones y luego lo apliquen a otras problem¨¢ticas de su vida¡±, explica Ferrer.
El hospital investiga la grafolog¨ªa de los suicidas con un programa inform¨¢tico
Tras un intento de suicidio, la mayor¨ªa de pacientes llegan al sistema de salud a trav¨¦s de servicios de urgencias. A partir de ese momento se activa un protocolo que busca disminuir los reintentos o evitar la hospitalizaci¨®n directa. El programa tambi¨¦n act¨²a a trav¨¦s de la prevenci¨®n, formando a m¨¦dicos y diagnosticando posibles conductas suicidas. Ignacio G¨®mez Reino, jefe del servicio de psiquiatr¨ªa del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), insiste en que cuando forman a los m¨¦dicos de familia, recomiendan preguntar directamente a los pacientes si tienen pensado matarse. ¡°Hay miedo en la sociedad para hablar sobre este tema por si puede inducir m¨¢s suicidios, pero es justo al contrario¡±, insiste G¨®mez. Esta forma de abordar el problema provoca un efecto de resguardo en el posible suicida porque ¡°tiene a alguien enfrente que parece que le entiende¡±. Las familias juegan un papel destacado y deben preguntar si sospechan.
Uno de los aspectos m¨¢s interesantes pasa por la autopsia psicol¨®gica, que desarrolla en el CHUO Alejandro Garc¨ªa Caballero. Busca respuestas que clarifiquen las causas a trav¨¦s de entrevistas con familiares de personas que han consumado el suicidio. Tambi¨¦n se investiga la grafolog¨ªa de los suicidas a trav¨¦s de un programa inform¨¢tico que analiza rasgos comunes que permitan estipular un patr¨®n. La autopsia psicol¨®gica tiene una doble vertiente: buscar las causas de la conducta y ayudar a desculpabilizar a los familiares.
Ni la lluvia ni la luz empujan a quitarse la vida, sino el desarraigo social
El estudio en detalle sobre el suicidio rompe t¨®picos. Ni la lluvia, ni las horas de sol, ni ellos m¨¢s que ellas. Los expertos que estudian estas conductas insisten en que ellas lo intentan m¨¢s veces, pero ellos lo consiguen antes porque utilizan m¨¦todos m¨¢s expeditivos. Aunque va por barrios. O m¨¢s bien por continentes, ya que en Asia la estad¨ªstica es a la inversa y son ellas las que se matan m¨¢s. Tambi¨¦n niegan que la lluvia o la luz influyan en la elevada tasa de suicidios en la comunidad. Aunque no son datos cient¨ªficos, ese porcentaje se atribuye a las peculiaridades sociales y demogr¨¢ficas: la dispersi¨®n, el envejecimiento o el desarraigo provocado por la emigraci¨®n dificultaron la creaci¨®n de redes sociales m¨¢s tupidas. Esas redes intensifican las relaciones personales, que en las zonas rurales de Galicia hacen aguas.
Aunque se est¨¢n ultimando los datos, el programa desarrollado en Ourense parece que funciona. Tras un a?o de seguimiento espec¨ªfico, solo un 9% de los pacientes con intentos de suicidio vuelven a tratar de quitarse la vida. El porcentaje crece hasta 20% en aquellos que recibieron tratamiento habitual en las consultas de salud mental. Los responsables insisten en que el programa deber¨ªa crecer en su vertiente de atenci¨®n primaria, impartiendo formaci¨®n a los profesionales e incrementando el apoyo a los m¨¦dicos. Actualmente est¨¢n dise?ando una intervenci¨®n espec¨ªfica para pacientes reincidentes.
En la mayor¨ªa de planes de salud mental, la prevenci¨®n del suicidio est¨¢ estipulada como objetivo prioritario, pero no se le otorga la importancia que deber¨ªa. Ni los recursos econ¨®micos necesarios a pesar de ser una intervenci¨®n de poco coste.
M¨¢s muertes que en la carretera
Los datos estad¨ªsticos desvelan que la mayor¨ªa de suicidas son mayores y de sexo masculino. La gente que intenta matarse pero no lo consigue es m¨¢s joven y de sexo femenino. Existen estad¨ªsticas de fallecimientos por suicidio, pero no de intentos. Se estima que en el ¨¢rea sanitaria de Ourense hay 500 intentos de suicidio al a?o, de los que unos 300 acuden a los servicios de urgencias. En Galicia la cifra crece hasta los 6.000 intentos y en Espa?a, 60.000.
Seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica, 340 personas se suicidaron en Galicia en 2009. Los datos de 2010, todav¨ªa provisionales, revelan una ca¨ªda hasta los 275 suicidios. La diferencia por sexos es abrumadora: 73 mujeres frente a 202 varones. Los m¨¢s suicidas fueron los quincuagenarios y los septuagenarios. Los datos m¨¢s recientes (2011) son del Instituto de Medicina Legal de Galicia: 45 personas se quitaron la vida en 2011 solo en Ourense. M¨¢s muertes que por accidentes de tr¨¢fico. Los suicidios se incrementaron en un 28% en esa provincia en la ¨²ltima d¨¦cada. Y es que Galicia tiene la media de suicidios por cada 100.000 habitantes, algo m¨¢s de tres puntos por encima de la media espa?ola. Actualmente el Imelga promueve un estudio para buscar causas biol¨®gicas que expliquen la incidencia del suicidio en la comunidad. Aunque a¨²n hay margen: la tasa es alta pero inferior a la media europea.
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