El otro Betanzos tras el subsuelo
Espele¨®logos descubren una mina subterr¨¢nea que recorre la localidad
Bajo tierra, en el subsuelo de la ciudad coru?esa de Betanzos, un laberinto de t¨²neles atraviesa el n¨²cleo urbano de la localidad ajeno al caminar de los brigantinos. Un grupo de espele¨®logos junto con una asociaci¨®n cultural se encarga desde hace meses de explorar una inh¨®spita mara?a de pasadizos subterr¨¢neos que parten de distintos puntos de la localidad. Aunque todav¨ªa se desconoce el origen exacto de estos pasajes, creen que puede tratarse de una antigua mina de mercurio autorizada durante el reinado de Carlos III, en el siglo XVIII.
Para el espele¨®logo Antonino Santos esta aventura comenz¨® en 2002, cuando el Ayuntamiento le inst¨® a adentrarse en una galer¨ªa a la que se acced¨ªa desde la casa de un vecino. ¡°Al abrir una de las puertas de la vivienda nos llevamos la sorpresa de ver que no hab¨ªa otra habitaci¨®n, sino el acceso a un t¨²nel subterr¨¢neo¡±, relata. No obstante, la investigaci¨®n qued¨® estancada hasta el a?o pasado, cuando gracias a la incorporaci¨®n de la asociaci¨®n cultural D¨¦dalo de Brig pudieron acceder a otras cuatro grutas repartidas por toda la ciudad coru?esa. Estas entradas tienen una longitud que oscila entre los 10 y los 80 metros y cuentan con hasta cuatro ramales diferentes.
Algunos textos del siglo XVIII ya hac¨ªan referencia a estas galer¨ªas
¡°En muchas de las galer¨ªas se aprecia claramente que fueron abiertas para la explotaci¨®n minera de mercurio y otros minerales¡±, se?ala el espele¨®logo. Con todo, hay quien no descarta alguna vinculaci¨®n religiosa, ya que todos los conductos parecen desembocar en la iglesia de Santa Mar¨ªa de Azogue. El origen de estos pasadizos subterr¨¢neos todav¨ªa es un misterio, si bien es cierto que algunos textos antiguos hacen referencia a unas minas adjudicadas por Carlos III en torno a 1785, en Betanzos. Estos escritos hablan de la explotaci¨®n de azogue en la zona, un elemento qu¨ªmico del mercurio que se empleaba para purificar el oro. En estos mismos textos se recoge la orden de tapiar diferentes accesos a las cuevas, por lo que no se descarta la posibilidad de que la mina que ahora investigan est¨¦ construida sobre los restos de otra m¨¢s antigua.
Precisamente la inexactitud a la hora de determinar la ra¨ªz de los pasadizos, unido a que los subterr¨¢neos explorados coinciden con el antiguo trazado de las calles, lleva a los espele¨®logos a plantearse la posibilidad de que estas excavaciones sean anteriores a la propia ciudad. ¡°Podemos pensar que primero fueron las galer¨ªas y que con el fin de conservarlas, a posteriori, se defini¨® el callejero de Betanzos¡±, explica Santos. Sin embargo, admiten que esperan poder contactar en un futuro con un ingeniero experto en esta materia para que determine con exactitud la procedencia de las mismas y aclare esta hip¨®tesis.
La mayor parte de los accesos a los t¨²neles son desde casas particulares
Aunque los espele¨®logos solamente se han adentrado en cinco pasadizos, cada vez son m¨¢s los brigantinos que recuerdan la existencia de otros t¨²neles de estas caracter¨ªsticas en diferentes casas particulares o en otras zonas de la localidad. ¡°Algunos vecinos tienen en sus inmuebles accesos a estas grutas, pero nunca han accedido por miedo o por desconocimiento¡±, revela el espele¨®logo. Con todo, el tiempo, la erosi¨®n y los derrumbes est¨¢n poniendo en peligro la posibilidad de calibrar por completo el alcance real de la mina de mercurio, ya que muchos tramos son ya inaccesibles por culpa de diferentes desprendimientos que tuvieron lugar en los ¨²ltimos tiempos. ¡°Ahora lo primordial es elaborar un cat¨¢logo en donde se recojan todas las bocas que tenemos localizadas para situarlas, realizar un mapa de la zona y explorarlas todas antes de que se desmoronen m¨¢s tramos y perdamos la posibilidad de conocer todos los entresijos¡±, apunta Antonino Santos.
Para esta labor, destaca la importancia de la colaboraci¨®n ciudadana a la hora de localizar nuevos accesos a galer¨ªas y subraya que no echa en falta la ayuda de diferentes organismos y entidades que aporten m¨¢s medios en las excavaciones. ¡°Si llevo tantos a?os detr¨¢s de esto es ¨²nica y exclusivamente porque mi pasi¨®n es la espeleolog¨ªa¡±, admite Santos.
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