Unas piernas de altura

Encontrar un gramo de grasa en el cuerpo de ?lex Montero es como intentar hallar agua en el desierto. Este bombero de la Comunidad de Madrid, de 30 a?os y destinado al parque de Las Rozas, ha ganado recientemente una de las pruebas deportivas m¨¢s dif¨ªciles de su profesi¨®n. Se trata de la llamada carrera vertical, que consiste en subir en el menor tiempo posible las escaleras de 33 plantas de un rascacielos. En s¨ª, podr¨ªa parecer sencillo, pero la prueba se complica al tener que hacerlo con todo el equipo, incluida la bombona de aire. En total, 26 kilos m¨¢s de sobrepeso, lo que lo convierte en una aut¨¦ntica haza?a.

?lex Montero estuvo entren¨¢ndose durante un mes y medio antes de la prueba. Los directivos de Torre Picasso les dejaron prepararse junto con otros compa?eros para ganar la forma necesaria. ¡°Lo bueno ser¨ªa haberlo hecho durante tres o cuatro meses, pero no tuvimos tiempo¡±, reconoce. Los entrenos duran cerca de dos horas, pero no pueden hacer m¨¢s de tres subidas para no sobrecargar las piernas. El resto de los d¨ªas no abandona el deporte: tambi¨¦n corre, hace nataci¨®n y monta en bicicleta.

La noche antes de la prueba durmi¨® bastante mal, seg¨²n reconoce. Su hijo de un a?o se despert¨® a las cuatro de la madrugada y no se durmi¨® hasta las siete. Una hora m¨¢s tarde, iban a recogerlo a su domicilio, en Parla. ¡°Cuando llegu¨¦ a Torre Espacio, me activ¨¦ enseguida. Lo malo es que primero hicieron la modalidad libre y los profesionales tuvimos que esperar mucho tiempo¡±, recuerda de la prueba.

La prueba consiste en subir 33 plantas de una torre con los 26 kilos del equipo

El peor momento para Montero es cuando llega a la novena planta. Es su tope, su antes y despu¨¦s. ¡°En esos momentos, si me vengo abajo, hago muy mal tiempo. Para m¨ª es lo m¨¢s complicado al pensar todo lo que me queda todav¨ªa¡±, afirma.

Para poder hacer el recorrido dentro de un buen registro, hay que llevar un ritmo constante. En este caso consiste en subir los pelda?os de dos en dos y actuar como si se estuviera en una carrera andando a buen ritmo. La prueba se desarroll¨® en Torre Espacio, levantada sobre la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid. ¡°El problema que tuvimos en ese caso es que los pelda?os son m¨¢s peque?os que en Torre Picasso y daban ganas casi de subir de tres en tres, pero no me arriesgu¨¦ por si sal¨ªa algo mal. Las 33 plantas de este edificio ser¨ªan como unas 40 de Torre Picasso¡±, a?ade Montero.

Conforme se suben las plantas, el corredor tiene la sensaci¨®n de que necesita apretar m¨¢s y m¨¢s, seg¨²n describe este bombero, licenciado en Econom¨ªa. Pero, si quiere llegar arriba con un buen crono, debe aguantar. ¡°Llega un momento en que no se piensa en nada, tan solo en llevar el ritmo y en ver los pisos que faltan. Hay que controlar mucho la cabeza para no desfallecer ni para acelerar demasiado¡±, describe.

Cuando llega arriba, con la m¨¢scara de respiraci¨®n puesta y con un esfuerzo casi sobrehumano, todo le sabe ¡°a sangre¡±, seg¨²n reconoce el bombero. ¡°Las piernas tardan hasta una semana en recuperarse. En ese tiempo no se debe hacer nada de deporte. Adem¨¢s, parece como si te faltara el aire y te pasas tosiendo todo el d¨ªa¡±, comenta. Y es que la careta de la bombona de ox¨ªgeno reseca e irrita la garganta durante bastante tiempo.

Montero concluy¨® la prueba en cinco minutos y 25 segundos, lo que, en su opini¨®n, es una marca ¡°muy mediocre¡±. Su recompensa se tradujo en ser el n¨²mero uno de la prueba. Su premio, un trofeo. En este caso, como en muchas competiciones de los bomberos, no hay dotaci¨®n econ¨®mica. ¡°Lo hacemos porque nos gusta. No buscamos nada m¨¢s¡±, reconoce este bombero que mide 1,88 metros y pesa 83 kilos.