Hueco para Huecco

El deporte y la m¨²sica son dos energ¨ªas limpias. Quien formula esta idea resultona se llama Iv¨¢n Sevillano, alias Huecco, y la ha convertido en leit motiv de su tercer disco, Dame vida, una inyecci¨®n de optimismo y conciencia social que anoche se visti¨® de largo en un abarrotado Teatro Coliseum. El barbudo cacere?o de las rastas y la sonrisa irrenunciable no se conform¨® con grabar la velada para publicarla en DVD; tambi¨¦n tir¨® de celebridades futbol¨ªsticas y televisivas para darle un empuj¨®n a su Fundaci¨®n Dame Vida, que quiere acercar un p¨¢lpito de luz a algunas de las aldeas m¨¢s depauperadas de Hait¨ª y Benin.

Entre los fans del cacere?o estaban Emilio Butrague?o y Anne Igartiburu

Dame Vida ha alentado la fabricaci¨®n de unos balones de f¨²tbol verdes que, tras unos pocos minutos de peloteo, se convierten en potentes generadores de luz. Las primeras 500 unidades de este invento ya ruedan (y transmiten energ¨ªa) por suelo haitiano. ¡°Conocer a Huecco constituye un est¨ªmulo porque ¨¦l ha conseguido iluminar a quienes viv¨ªan en la oscuridad¡±, le pirope¨® el director de Relaciones Institucionales del Real Madrid, Emilio Butrague?o.

Antes de ¨¦l, la periodista Anne Igartiburu hab¨ªa loado ¡°el talento musical de un hombre que nos ha hecho pasar muy buenas horas¡±, y ese s¨ªmbolo nacional de la concordia llamado Vicente del Bosque entregaba ¡°al amigo Iv¨¢n¡± un disco de oro por las m¨¢s de 20.000 descargas legales que acumula esa rumbita pegadiza que da nombre al proyecto.

El consenso solo se rompi¨® cuando este cacere?o criado entre Legan¨¦s y Aluche agradeci¨® ¡°al Madrid, el Atl¨¦tico y el Bar?a¡± que cediesen a sus jugadores para el v¨ªdeo de Dame vida. ¡°?No, no, no!¡±, bram¨® un sector del p¨²blico en cuanto oy¨® mencionar el fantasma blaugrana.

Finiquitados los discursos y parabienes, diez m¨²sicos invadieron el escenario, rompi¨® a sonar Apache y las butacas del Coliseum se convirtieron en un engorro para las casi 1.500 personas entregadas al efecto liberador del bailoteo. Su ¨ªdolo les ofreci¨® un men¨² completo: dedicatorias moteras a Jorge Lorenzo (Solo un pokito), beligerancia contra la violencia de g¨¦nero (Se acabaron las l¨¢grimas), proclamas ecologistas (Rayos), un d¨²o con Diana Navarro (Mirando al cielo), una ranchera para malotes tiernos (Se me olvid¨® olvidarte) y hasta una balada, Idiota, interpretada con la guitarra ac¨²stica entre el p¨²blico y su correspondiente nube de m¨®viles.

Rock rumbero, reggae, algo de hip hop y mucho de ese g¨¦nero no oficial que denominaremos buenrollismo. As¨ª triunf¨® ayer Huecco con piezas como Reina de los angelotes, dedicada a todos esos chavalotes y chavalitas que adornaban con bisuter¨ªa su incipiente belleza barrial.