Jorquera, en la escalera de todos

Paco Jorquera y yo somos del mismo partido. Decir ¡°del mismo frente¡± ser¨ªa mucho m¨¢s exacto pero sonar¨ªa algo cursi. Todo lo que yo puedo decir de Paco es bueno. Y no solo por seguir cumpliendo mi norma de hablar siempre bien de los compa?eros, sino porque ¨¦l se lo merece.

?No recuerdo desde cu¨¢ndo conozco a Paco Jorquera pero me da la impresi¨®n que desde casi siempre. Ser¨¢ porque los dos crecimos como personas acompa?ados de nuestro compromiso con Galicia y con el nacionalismo. Con la que est¨¢ cayendo sobre la pol¨ªtica espa?ola y con todo lo que se ve y escucha cada d¨ªa, resulta muy gratificante saber que de lo ¨²nico de lo que nos podemos acordar Paco y yo en nuestra dilatada relaci¨®n pol¨ªtica es de las muchas horas compartiendo sue?os e ilusiones. La pol¨ªtica deber¨ªa ser eso siempre: sue?os e ilusiones, y trabajo para hacerlos realidad.

Muchas veces los dos hablamos de que el motor de nuestro compromiso era el mutuo convencimiento de que, por desgracia, no viv¨ªamos en el mejor de los mundos posibles y que merec¨ªa la pena intentar cambiarlo desde Galicia y para Galicia. Ahora, aunque tenemos ¨¢mbitos de vida diferentes y ya no podemos hablar tanto, seguro que seguimos pensando lo mismo, sin perder de vista que, a pesar de todo, vivimos en el mejor de los mundos conocidos. Y que a partir de ah¨ª todo est¨¢ por hacer.

En Paco encontrar¨¢ usted un hombre met¨®dico y rabiosamente ordenado. Trabajador incansable. Disciplinado hasta lo inconveniente. Pero sobre todo encontrar¨¢ un tipo normal. Es corriente escuchar decir a mucha gente que ¡°los pol¨ªticos est¨¢n alejados de la realidad¡±. Conozco a algunos, de todos los signos, que cumplen esa norma. Aunque tambi¨¦n debo decir que conozco a muchos m¨¢s sin responsabilidades pol¨ªticas pero con important¨ªsimas responsabilidades sociales, en el mundo econ¨®mico, empresarial, medi¨¢tico o judicial, que tienen la misma caracter¨ªstica. Gente de aqu¨ª que parece ser de Marte y que tiene la extra?a cualidad de hacerle sentir a uno habitante de ese alejado planeta. Si usted tiene la oportunidad de escuchar a Jorquera, se dar¨¢ cuenta de que es una persona con los pies en la tierra. Con ¨¦l, antes que de pol¨ªtica, podr¨¢ hablar de preocupaciones comunes: de su ciudad, por la que sufre; de sus hijos, por los que siente devoci¨®n; del pariente en el paro, que tambi¨¦n los tiene. Vamos, ?un tipo como usted!

Cuando escuche decir a Paco que se siente parte de un proyecto colectivo, no piense que es ret¨®rica f¨¢cil de pol¨ªtico. Lo dice siempre como expresi¨®n de un convencimiento personal profundo. Est¨¢ convencido Paco de que, m¨¢s all¨¢ de las improntas personales, lo que vale y cuenta en la vida es el trabajo en equipo. Quiz¨¢ por eso, la virtud fundamental de su escalera favorita no es la de permitirle a ¨¦l subir o bajar, sino la de congregar la expresi¨®n colectiva de libertad de mucha gente. Ha querido fotografiarse en la escaleras de la plaza de A Quintana, que tantas veces convocaron y convocar¨¢n las ilusiones colectivas e individuales de tantos gallegos y gallegas que se sienten orgullosos de serlo. Paco est¨¢ entre ellos. Una organizaci¨®n pol¨ªtica necesita de personas como ¨¦l. Y Galicia tambi¨¦n.