Leo Bassi: "Veni, vidi, vici"
El payaso italiano acude victorioso a despedir al regidor y le propone que act¨²e con ¨¦l para ¡°empezar a pagar las deudas¡±
¡°Al final, el bueno siempre vence... Esa es la fuerza de los bufones frente a los pol¨ªticos, que nosotros tenemos valores¡±. La ocasi¨®n la pintan calva, y Leo Bassi, todav¨ªa de gira por Galicia, se present¨® ayer, al filo de las 12, en el Obradoiro para esperar, m¨¢s que a Conde Roa, a los periodistas (y a las 11 c¨¢maras de televisi¨®n) que abarrotaban la sala de prensa del Pazo de Raxoi. As¨ª, preparado para las tomas, rigurosamente trajeado, aguard¨® un par de horas bajo el sol, hasta que con cinco minutos de adelanto la Berenguela toc¨® las dos de la tarde. Entonces, dio por cumplido su prop¨®sito y march¨® a comer. En la plaza solamente siguieron aguardando, cada vez con menos esperanza, media docena de j¨®venes que hab¨ªan acudido a t¨ªtulo particular porque imaginaban que, en torno al payaso italiano, iba a haber mucho m¨¢s ambiente. Solo uno de ellos era compostelano, pero todos atend¨ªan con el mismo ¨¢nimo a las idas y venidas de la puerta del consistorio, por si en uno de estos vaivenes aparec¨ªa el alcalde: ¡°Que salga, que salga a pecho descubierto¡±, retaban.
El morlaco Bassi, perdido el inter¨¦s en el matador malherido, luc¨ªa el lema que acu?¨® Julio C¨¦sar tras vencer en la batalla de Zela, una localidad turca (ahora, Zile) que a¨²n estos d¨ªas patent¨® la frase. ¡°Vini, vidi, vinci¡±, dec¨ªa el cartel en latinajo dos milenios despu¨¦s. Y tuvo que pasar m¨¢s de una hora hasta que un se?or mayor que andaba de paseo se acerc¨® para recriminarle al italiano las faltas de ortograf¨ªa: ¡°?Pero eso en qu¨¦ lengua est¨¢?¡±.
Para el caso, tanto daba. El resultado, para el buf¨®n, estaba claro: ¡°He vencido, y en solo cuatro d¨ªas. Conde Roa me da pena. Con sus problemas familiares; sin dinero; y el PP d¨¢ndole la espalda. Va a tener que ir al m¨¦dico. No se entiende por qu¨¦ lo pusieron ah¨ª, por qu¨¦, si sab¨ªan que era un impresentable, un est¨²pido, si lo sab¨ªan todo, le permitieron llegar a la alcald¨ªa, esa hu¨ªda desesperada hacia adelante¡±. ¡°Necesito payasos¡±, propon¨ªa acto seguido Bassi, ¡°los ateos somos magn¨¢nimos en la victoria. En vez de pisar a la v¨ªctima le decimos ¡®Dios no existe, ven conmigo¡¯. Y yo le tiendo la mano al alcalde. Si se viene a hacer un espect¨¢culo conmigo, trabajando juntos, con todo mi p¨²blico de izquierdas y el de derechas que a ¨¦l le queda podemos empezar a pagar sus deudas¡±.
Ante el Ayuntamiento, Bassi repasaba los municipios espa?oles en los que obispos y ¡°pol¨ªticos fascistas¡± le hicieron publicidad, como Conde Roa, con su censura. Este fin de semana actu¨® en Cangas, y afirma que el concejal de Cultura le reconoci¨® haber ¡°recibido presiones¡± para suspender su n¨²mero. Dentro, se alargaba la rueda sin que a los reporteros de un programa de televisi¨®n les dejasen hacer entrega de un formulario para declarar el IVA. Conde estaba arropado por su mujer alemana y sus ediles. En las filas del PP arreciaban cr¨ªticas contra el clown de puertas afuera. Tanta hostilidad contrastaba con la sonrisa que le dedicaba el socialista Bugallo al entrar.
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