Palabras libres entre rejas
El escritor gallego Manuel Rivas mantuvo ayer un encuentro con reclusos de la c¨¢rcel de Basauri en el marco del V Festival Internacional de las Letras
¡°La literatura debe ir all¨¢ donde est¨¢ la gente, y m¨¢s si es gente encerrada¡±, afirma Manuel Rivas (La Coru?a, 1957) cuando se le pide una valoraci¨®n de su experiencia con los reclusos de la prisi¨®n de Basauri. El encuentro, celebrado durante toda la ma?ana de ayer, es el ¨²nico evento del V Festival Internacional de las Letras de Bilbao que tiene lugar fuera del recinto de la Alh¨®ndiga. La organizaci¨®n de estas jornadas literarias, que inciden en la importancia de propiciar el acercamiento de todos los p¨²blicos a los autores, se lo propuso al escritor gallego. Y ¨¦l no dud¨®: ¡°La iniciativa result¨® ser extraordinaria¡±.
No era el primer contacto que Manuel Rivas ten¨ªa con el mundo penitenciario. Ya antes de publicar su primer libro de poes¨ªa, un maestro amigo suyo sol¨ªa llevarle a la prisi¨®n provincial de La Coru?a a recitar poemas. Ese centro penitenciario, que forma parte de su ¡°paisaje de la infancia¡±, fue la an¨¦cdota elegida para romper el hielo con los 60 presos participantes. ¡°Mi lugar de juegos era el tri¨¢ngulo formado por el cementerio marino, la prisi¨®n provincial y la torre de H¨¦rcules¡±, cuenta con cierta enso?aci¨®n, ¡°y ni el cementerio ni la prisi¨®n eran referencias muy optimistas de futuro... pero en medio estaba el faro y su luz¡±.
Rivas asegura que fue ¡°un buen principio¡±, ya que los reclusos empezaron a compartir sus propias historias de la infancia. ?l ten¨ªa claro que no iba a hablar de teor¨ªa literaria sino a crear un espacio de complicidad: ¡°La literatura es una felicidad clandestina, un viaje interior, pero tambi¨¦n tiene esta dimensi¨®n comunitaria de conjuro frente al silencio y al miedo¡±. Y es a¨²n m¨¢s necesaria, explica, en una situaci¨®n l¨ªmite como es la falta de libertad que conlleva la vida en prisi¨®n. ¡°Ya sab¨ªa que era un h¨¢bitat singular de por s¨ª, no es como ir a hablar a un instituto¡±, explica Rivas, ¡°pero todo fue muy abierto, muy fluido¡±.
Rivas: ¡°La prisi¨®n es un caldo de cultivo para la inquietud por la literatura¡±
Una vez roto el hielo, el encuentro arranc¨® al filo de las 10 de la ma?ana con un recital de cuentos y relatos populares en el que muchos de los presos se fueron animando a participar. De ah¨ª pasaron a conversar sobre dos de las novelas de Manuel Rivas, el volumen de cuentos ?Qu¨¦ me quieres, amor?, que incluye el relato La lengua de las mariposas, en el que se bas¨® la pel¨ªcula de Jos¨¦ Luis Cuerda; y El l¨¢piz del carpintero, Premio de la Cr¨ªtica que Ant¨®n Reixa llev¨® al cine.
Pese a la gran diversidad cultural, social y geogr¨¢fica que se daba entre los 60 reclusos, Rivas asegura que, gracias a la literatura, ¡°se cre¨® un espacio com¨²n y un ambiente de complicidad durante toda la ma?ana¡±. La mayor¨ªa de presos que asistieron al encuentro estaban implicados en iniciativas literarias de la prisi¨®n, como la biblioteca. Casi todos hab¨ªan le¨ªdo, al menos, uno de los dos libros propuestos. Hubo quien se lanz¨® a proponer t¨ªtulos alternativos para La lengua de las mariposas, ¡ª¡°La ingenuidad interrumpida¡±, ¡°El buen Maestro¡±¡ª si bien el coloquio m¨¢s interesante lleg¨® de la mano de El l¨¢piz del carpintero: ¡°Estaban fascinados con el personaje del carcelero¡±, aclara Rivas.
El escritor gallego, que hoy tambi¨¦n participa en varios actos del Festival, confiesa que se sinti¨® sorprendido por el inter¨¦s que demostraron muchos de los reclusos ¡°por el proceso de creaci¨®n literaria en s¨ª mismo¡± a lo largo del encuentro. Manuel Rivas cree firmemente que las prisiones son un caldo de cultivo para las inquietudes literarias: ¡°Todos llevamos un escritor dentro, aunque muchos escriben con tinta invisible¡±, concluye, ¡°y la c¨¢rcel es un lugar propicio para abrir la boca de la literatura¡±.
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