La fecha de las elecciones

En el mundillo pol¨ªtico de Galicia se habla cada vez m¨¢s de cu¨¢ndo ser¨¢n las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas, decisi¨®n que corresponde en exclusiva al presidente de la Xunta. Lo ¨²ltimo que se sabe, al menos oficialmente, es lo que le ha contado el propio Feij¨®o a Xos¨¦ Hermida en EL PA?S: que tiene un compromiso y que quier¨ªe cumplirlo, lo que podr¨ªa dar idea de que desea agotar la legislatura, como ya hab¨ªa expresado en otras declaraciones. Sea as¨ª o no, dos cosas parecen ciertas: una, la que dice Feij¨®o: que a la hora de comer ning¨²n hogar gallego est¨¢ preocupado por este asunto, y dos, la que piensa y no dice: la fecha puede determinar el resultado, por lo que si la elige mal ¡ªcomo hizo Touri?o, que no adelant¨®, en contra del criterio de Jos¨¦ Blanco¡ª puede perder la mayor¨ªa absoluta. Y eso ya son palabras mayores.

Veamos, pues, qu¨¦ factores puede tener en cuenta el presidente gallego: uno ser¨ªa el resultado de las encuestas; otro, el escenario econ¨®mico, y el tercero, el estado de la oposici¨®n en Galicia. Vayamos por partes.

Las encuestas de que dispone Feij¨®o le dan mayor¨ªa absoluta, pero eso no quiere decir mucho sin saberse cu¨¢ndo ser¨¢n las elecciones. En definitiva, los sondeos definen tendencias ¡ªnadie discute la victoria del PP en Galicia¡ª pero ya tienen m¨¢s dificultades para concretar resultados, y m¨¢xime en esta comunidad, donde la diferencia de partida entre PP y el bloque PSdeG-BNG es de un solo esca?o. Conclusi¨®n: las encuestas orientan y marcan las tendencias pero no definen ning¨²n resultado, y aun menos cuando a la gente no se le puede preguntar: ¡°Oiga, usted qu¨¦ votar¨¢ en junio, en el oto?o o en marzo del a?o que viene¡±.

Para que nadie repita aqu¨ª aquello de la campa?a de Bill Clinton ¡ª ¡°It¡¯s the economy, stupid¡±¡ª, el candidato Feij¨®o tambi¨¦n deber¨¢ analizar bien ¡ªy requetebi¨¦n¡ª qu¨¦ pasar¨¢ con la econom¨ªa. Todo parece indicar que el mejor momento para adelantar hubiera sido marzo, con las andaluzas y las asturianas, ya que si antes el clima era adverso ahora todav¨ªa es peor. ?Y hay diferencias entre ir a junio ¡ªhip¨®tesis para la que ya no hay casi margen de calendario¡ª, al oto?o o a marzo de 2013? Las hay pero requieren tantos matices que al mejor estratega de campa?a le costar¨ªa construir un mensaje reduccionista, que es lo que suelen ser los mensajes electorales, cuando no son meramente simplistas o falsos, que aun es peor. El 2012 es un a?o perdido, con recesi¨®n asegurada y m¨¢s paro por delante, entre ajustes presupuestarios para dar y tomar. Traducido al lenguaje electoral: mal a?o para llevar a la gente a las urnas, porque puede ir cabreada o expresar su cabreo no yendo siquiera a votar. ?Entonces es mejor marzo de 2013? Por el bien de todos, habr¨ªa que desear que s¨ª, ya que para entonces todo seguir¨¢ igual de mal, con la diferencia de que el horizonte de la salida de la crisis estar¨¢ m¨¢s cerca y habr¨¢ que dar ya menos palos presupuestarios. Si Feij¨®o tiene un poco de suerte con las decisiones de Merkel y encuentra a un buen comunicador econ¨®mico ¡ªmejor que no lo busque en su Gobierno¡ª, podr¨ªa salir del paso, pero sabiendo que deber¨¢ hablar m¨¢s de lo que vendr¨¢ que de lo que pas¨®, puesto que los datos del paro de enero y febrero de 2013 ser¨¢n probablemente p¨¦simos, al tiempo que la situaci¨®n econ¨®mica en general muy mala.

El tercer vector del an¨¢lisis es el estado de la oposici¨®n, objeto de previsibles cambios, algunos positivos para el Partido Popular y otros negativos. Si otra alternativa pol¨ªtica ¡ªl¨¦ase los escindidos del BNG y algunos que se incorporen, como Rafael Cui?a¡ª rompe el sistema de tres partidos en Galicia, el PP puede salir ganando, si bien el tiempo que requiere esta compleja operaci¨®n pol¨ªtica tambi¨¦n lo pueden emplear PSdeG-PSOE y BNG para recuperarse de sus recientes problemas internos, empujados por una calle que tiene pinta de estar cada d¨ªa m¨¢s caliente.

?Qu¨¦ fecha es mejor entonces para Feij¨®o? Visto lo visto, casi puede echarse a suertes, pero si finalmente se va a marzo habr¨ªa que pensar que no solo hay que creer en su palabra de presidente que quiere cumplir sus compromisos, sino que no ha querido jugar con la ventaja de poder manejar el calendario electoral, algo vetado a Pachi V¨¢zquez y a Paco Jorquera, que deben estar a la que caiga. ?O no?