El 'coworking' ha llegado para quedarse

La crisis econ¨®mica est¨¢ cambiando no solo el concepto del trabajo, tambi¨¦n su espacio f¨ªsico. El llamado coworking (trabajo en equipo) ha llegado a la Comunidad Valenciana para quedarse. Su presencia se duplica en todo el mundo anualmente y ya es un fen¨®meno que trasciende el mercado laboral para convertirse en un fen¨®meno social anticrisis. Emprendedores y profesionales liberales han orientado su carrera hacia un modelo que implica pagar un alquiler mensual de entre 95 y 200 euros por el espacio compartido que ocupan junto a otros profesionales o empleados de empresas diferentes. Las ventajas son innumerables.

En primer lugar, recalar en un espacio coworking no requiere inversi¨®n alguna, se puede disponer de la superficie deseada, de una sala de reuniones com¨²n, para los aut¨®nomos implica eludir el aislamiento y, en general, se consigue flexibilizar el horario laboral. Por eso suelen usarlos profesionales que viajan a otros pa¨ªses que ¨²nicamente necesitan como herramienta su ordenador personal.

De los 175 centros repartidos por 33 provincias espa?olas, dos terceras partes est¨¢n en Madrid y Barcelona, que ofertan 62 y 53 espacios, respectivamente. En la Comunidad Valenciana existen 16 espacios de co-working, 12 de ellos en Valencia, tres en Alicante y uno en Vila-real, todos ellos integrados en la plataforma de internet Coworkingspain.es, creada en 2010 Manuel Zea, un arquitecto que en 2007 abri¨® uno de los primeros centros de Espa?a, llamado WorkingSpace. Estos espacios tienen poco que ver con los centros de negocios o las incubadoras de empresas que han proliferado al calor de las ayudas p¨²blicas y la mayor¨ªa de sus promotores abogan por una nueva Co Cultura.

En Alicante ha abierto 10 plazas de coworking en su sede la empresa Orizon. Se dedican a las Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n y la Comunicaci¨®n. Su director general, ?ngel Pineda, cuenta que ¡°cuando nos expandimos y abrimos oficina en Valencia, nuestros dos empleados trabajaron en un espacio coworking. Nos fue tan bien all¨ª que hemos decidido abrir el espacio de nuestra empresa a otros emprendedores¡±. Cobran 120 euros al mes por ceder un sitio para trabajar por libre, pero incrustados en un ambiente laboral con los 20 empleados de Orizon que se dedican a analizar la l¨®gica bancaria para idear m¨¦todos de ahorro. No lo hacen por dinero. Les va muy bien. El a?o pasado consiguieron ahorrarle m¨¢s de 2,5 millones de euros a una entidad bancaria implement¨¢ndole tecnolog¨ªa.

Rosa Montesa, creadora del Coworking Valencia en septiembre de 2010 y una de las pioneras en este tipo de espacios en la Comunidad Valenciana, considera que ya hay incluso competencia desleal. Pone como ejemplo el t¨ªpico despacho de arquitectos que cede una parte de sus mesas antes ocupadas por empleados propios para ahorrar costes. ¡°Desde mi punto de vista, en Valencia no hay ning¨²n espacio coworking de verdad. Deber¨ªa tener 1.000 metros, con entre 10-15 cotrabajadores fijos y otros coworkers sat¨¦lite, cafeter¨ªa, etc¡±. Con una oferta de 15 plazas en espacio modulable, ofrece bonos de entrada por d¨ªas. Ahora le llegan bastantes alemanes, que incluso trabajan por la noche y comerciales que llegan solo con su port¨¢til.

Montesa estuvo 20 a?os en Alitalia, luego contact¨® con Cowo, una red de espacios de coworking italiana, y se decidi¨® a abrir. ¡°Para que esto sea negocio tiene que haber mucha genta, que surjan proyectos y las empresas se interesen por los co-workers¡±, relata.

Es lo que van buscando Marta Rey y Carolina Ortiz, socias en Aware Coworking, un antiguo balneario del centro de Alicante reconvertido que abri¨® a finales de febrero. Hay quien ofrece a los coworkers en su espacio un caf¨¦ de cortes¨ªa. Por 95 euros al mes, en Aware tienes secretaria compartida, hasta duchas y dentro de poco habilitar¨¢n tambi¨¦n una piscina. Ambas est¨¢n en esto porque entienden el concepto como la ¡°nueva cultura que implica compartir y colaborar para obtener una mayor productividad¡±. Y una de las claves es la transparencia.

¡°Hay muchas ideas, pero poco dinero para soportar gastos fijos¡±, dice Carolina, que con su socia pretende dotar de contenido su espacio con actividades m¨¢s all¨¢ del networking. ¡°Damos herramientas para crear redes y contactos y haremos reuniones mensuales para que inversores vengan a ver las ideas que aqu¨ª se generen¡±. De momento ya han puesto en contacto a una persona que hace videojuegos con un animador en 3D. ¡°Hay que reinventarse y el apoyo a los emprendedores es fundamental¡±, finaliza Carolina Ortiz.

El sector del coworking est¨¢ en crecimiento constante. Luis Gil abrir¨¢ en abril el Coworking Center Valencia. En realidad ¨¦l es asesor de marketing y est¨¢ especializado en trabajar para pymes. Pero ha alquilado un piso con una opci¨®n de compra que ahora oferta para que otros trabajen. ¡°Es que yo hubiera sido usuario de este servicio. Lo conoc¨ª en Madrid y me pareci¨® una buena idea. Creo que hay nicho de mercado suficiente en el centro de Valencia¡±, donde cobrar¨¢ 195 euros mensuales por un puesto de trabajo con sala de reuniones compartida. Tendr¨¢ competencia, porque Utopic??_us no tardar¨¢ mucho en abrir en Valencia. En Madrid funciona como incubadora de proyectos innovadores, pero tambi¨¦n tiene sala de exposiciones y de formaci¨®n, organiza seminarios y presentaciones de empresas.

En Finestrat tambi¨¦n se ha lanzado CoSpace, que pretende tejer, para gestionarla, una red de espacios coworking. En el pol¨ªgono industrial de la localidad tienen la central, con 539 metros ampliables y capacidad para acoger a 46 coworkers. Ofrecen secretaria virtual, tel¨¦fono, sala de reuniones, de descanso, de conferencias y zonas comunes. De entrada, cuenta con la colaboraci¨®n de la escuela de negocios Fundesem y el Centro Europeo de Empresas Innovadoras para la celebraci¨®n de programas de formaci¨®n.