"La tierra es para el ser humano"
El Sindicato Andaluz de Trabajadores ocupa una finca de la Junta en Palma del R¨ªo pese al desalojo policial
El jueves de la semana pasada, cuando todav¨ªa no hab¨ªa amanecido, un nutrido grupo de agentes de la Guardia Civil acudieron en varias furgonetas a la finca que la Junta de Andaluc¨ªa tiene a 13 kil¨®metros de Palma del R¨ªo (C¨®rdoba). Tra¨ªan ¨®rdenes del Juzgado 3 de Posadas: desalojar la explotaci¨®n de Somonte. Las casi 400 hect¨¢reas de la propiedad se encontraban ocupadas desde el d¨ªa 4 por una veintena de jornaleros en paro, miembros todos del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT).
Tras momentos de tensi¨®n y alg¨²n que otro forcejeo, los trabajadores abandonaron el lugar. A las doce y media de esa misma noche, un centenar de peones y braceros sin tierra ni jornal retornaban a Somonte para ocuparlo por segunda vez. Y ah¨ª se han quedado.
El episodio de Somonte ha ocurrido en un momento clave, justo cuando Izquierda Unida, coalici¨®n en la que est¨¢ integrado el SOC ¡ªrama pol¨ªtica del SAT¡ª se sentaba a negociar con el PSOE un futuro Gobierno de coalici¨®n. Al ser preguntado por los nuevos equilibrios pol¨ªticos de la balanza andaluza, el hist¨®rico l¨ªder sindical del SAT, Diego Ca?amero, se toma su tiempo para contestar. Habla despacio y cuida sus palabras. ¡°Hasta ahora hemos venido exigi¨¦ndole al PSOE un cambio radical en sus pol¨ªticas. Esperamos que con el nuevo Gobierno y la presencia de IU en el mismo, la comunicaci¨®n sea m¨¢s fluida. Pero a partir de ahora, tambi¨¦n le reclamaremos a IU¡±, advierte.
Ca?amero visit¨® el pasado s¨¢bado a sus compa?eros de Somonte. Ya hace casi un mes que los trabajadores se han hecho cargo de la tierra. En este tiempo, los agricultores han plantado lechugas, patatas, calabacines y habas. La idea es usar los alimentos para el autoconsumo, hasta que se clarifique el futuro de la finca. La Junta hab¨ªa destinado el lugar para realizar trabajos de investigaci¨®n en nuevas t¨¦cnicas y tipos de cultivo. Pero los miembros del SAT afirman que la mayor parte de las hect¨¢reas se encontraban ¡°o en bald¨ªo o dedicadas a especies que no reportan beneficio a la sociedad¡±, afirma Lola ?lvarez, secretaria del sindicato de jornaleros en C¨®rdoba.
Nadie puj¨® por los terrenos en las tres subastas celebradas hasta ahora
Los trabajadores est¨¢n organizados y respaldados por la tupida red de apoyos con que cuenta el SAT en muchos pueblos andaluces. Los ocupantes son de Palma, pero tambi¨¦n de Posadas y se turnan con refuerzos de Mor¨®n de la Frontera, Fuentes de Andaluc¨ªa o Marinaleda, que aportan ayuda log¨ªstica. En una de las estancias, los trabajadores han dispuesto las habitaciones, la sala de estar y los dormitorios (separados por sexos), con colchones en el suelo y sacos de dormir. El s¨¢bado el traj¨ªn era constante. Por la ma?ana, la lluvia impidi¨® que se trabajase en el campo, aunque se aprovech¨® para seguir planificando los turnos de comida, los trabajos de siembra y las acciones reivindicativas del 1 de mayo.
Mientras el olor de la sopa inundaba la casa, cuatro ni?os correteaban por los pasillos y uno se quedaba quieto. Miraba fijamente a Diego Ca?amero hacer trucos de magia con una cuerda. ¡°Esto lo aprend¨ª el a?o pasado, en el barco de Gaza¡±, dice recordando su participaci¨®n en la segunda Flotilla de la Libertad, que transport¨® alimentos y ayuda destinada a Palestina. Ca?amero es un veterano ocupando fincas y sabe que Somonte no es una acci¨®n m¨¢s. ¡°Hemos decidido no hacer m¨¢s ocupaciones simb¨®licas. A Somonte hemos venido para quedarnos. La tierra tiene una funci¨®n social, tiene que estar en manos p¨²blicas, ning¨²n jornalero podr¨ªa comprar esta finca ni tampoco ning¨²n peque?o agricultor. Esto ya no es aquello de La tierra para quien la trabaja; yo voy m¨¢s all¨¢, yo digo que la tierra es para el ser humano, est¨¢ al servicio de todos, no de unos pocos, tiene un fin social m¨¢s all¨¢ del econ¨®mico¡±.
Somonte se ocup¨® el pasado d¨ªa 4, cuando estaba a punto de salir por tercera vez a subasta. Su puja se celebr¨® finalmente al d¨ªa siguiente, pero volvi¨® a quedar desierta. Ante el temor de que la finca fuese ofertada a alg¨²n particular, el SAT decidi¨® ocuparla antes. ¡°A la Consejer¨ªa de Agricultura le digo que no nos mande m¨¢s polic¨ªa para desalojarnos, sino ingenieros agr¨®nomos que nos ayuden a sacar esto adelante¡±, termina, no con poca guasa, Ca?amero.
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