¡°Smith, ?por qu¨¦ t¨²?¡±
La polic¨ªa descarta que el asesinato a tiros de un menor en Puente de Vallecas se deba a luchas entre bandas latinas
Ayer, pasadas las 18.30, cuando la lluvia dejaba al fin de caer, una adolescente menuda con la cara perdida en el regazo de una amiga bajaba la calle de Pe?a Rubia (en el distrito de Puente de Vallecas) hasta parar en el mismo punto en el que la noche anterior mor¨ªa ante sus ojos su novio, que se desangr¨® tras recibir dos disparos. Jorge Luis C. N., m¨¢s conocido como Smith, ten¨ªa 16 a?os y era espa?ol, hijo de padres dominicanos.
Poco a poco, y en silencio, han ido congreg¨¢ndose alrededor de las dos menores, con la vista perdida en el suelo, adolescentes llorosos, vecinos y curiosos que han tra¨ªdo velas, flores y fotos del joven asesinado. Despu¨¦s, una de sus amigas, de 18 a?os, muy resuelta, ha pedido silencio y ha le¨ªdo un texto que ha enmudecido a los presentes: ¡°Hay despedidas que no tienen vuelta atr¨¢s. Por m¨¢s que hagamos lo imposible para que exista el reencuentro, este no se producir¨¢. (...) Jorge Luis, m¨¢s conocido por nosotros tus amigos por Smith, nos has dejado un vac¨ªo grande en el coraz¨®n. (...) Entendemos que la muerte es una realidad que todos pasamos (...) pero tu muerte nos ha dejado sin palabras. (...) Esta ma?ana todo era gris, en la calle hab¨ªa una inquietud que molestaba y segu¨ªa en algunas de nuestras mentes la misma pregunta... ?por qu¨¦ t¨²?¡±.
Por qu¨¦ Smith es la pregunta que se hace tambi¨¦n la polic¨ªa. A pesar de las primeras versiones sobre el asesinato, los investigadores creen que la muerte del menor no se debi¨® a luchas de bandas rivales. A esa conclusi¨®n han llegado tras comprobar las identidades de los 10 detenidos (todos ellos menores de edad) y la de la v¨ªctima, y cotejarlas con los archivos policiales. Tres de los arrestados tienen entre 12 y 13 a?os y son por tanto inimputables (no se les puede implicar en ning¨²n delito).
¡°Smith no pertenec¨ªa a ninguna banda¡±, dec¨ªa ayer solemne una de sus amigas. ¡°Era un chico sociable, alegre y muy buen amigo, siempre con la sonrisa en la cara. Le gustaba bailar dembow (un baile dominicano), se estaba sacando la secundaria y ven¨ªa todos los d¨ªas a esta plaza¡±, a?ade.
Ning¨²n detenido est¨¢ fichado como miembro de una banda
Fuentes de la investigaci¨®n han explicado a este diario que ninguno de los detenidos estaba fichado por la Brigada Provincial de Informaci¨®n, dedicada a la lucha antiterrorista y contra las bandas urbanas. Agregaron adem¨¢s que las diferentes nacionalidades de los detenidos hac¨ªan dif¨ªcil que integraran una ¨²nica banda con una identidad com¨²n: eran cinco dominicanos, dos espa?oles, un peruano, un rumano y un ecuatoriano. Eso descarta adem¨¢s que pertenecieran a los Dominican Don?t Play, como barajaron en un principio los investigadores. Las fuentes consultadas reconocen que en su momento el fallecido, Jorge Luis C. N., pudo estar vinculado a los Trinitarios. ¡°Pero no pas¨® de la fase de estudio, la previa antes de integrarse en esta banda. En ning¨²n momento fue un miembro activo¡±, a?adieron.
El crimen se produjo a las 22.40 del viernes. El joven estaba sentado junto a su novia en un banco de la Plaza de Puerto Rubio, cerca de la sede de la Junta Municipal de Puente de Vallecas. Seg¨²n algunos testigos, hasta all¨ª lleg¨® un grupo de chavales que le ordenaron que gritara ¡°?Arriba la patria!¡± (en referencia a Rep¨²blica Dominicana), a lo que ¨¦l se neg¨®, motivo por el cual le pegaron y despu¨¦s le descerrajaron dos tiros que le entraron por el costado izquierdo y le salieron por el cuello.
El joven se arrastr¨® por la plaza hasta caer en la esquina de las calles Pe?a Rubia con Pe?a Gorbea, al pie de una oficina de env¨ªo de dinero que a esa hora ya estaba cerrada. Un camarero de la vecina Taberna Plaza Vieja recordaba ayer la escena: ¡°O¨ªmos el petardazo y vimos un chaval bajar dejando un reguero de sangre. Se qued¨® tendido, la novia le puso de costado y estuvo un rato agonizando. Aqu¨ª entraron familiares con un ataque de ansiedad, hab¨ªa mucha gente llorando¡±. Cuando llegaron, los facultativos del SAMUR intentaron sin ¨¦xito reanimarle durante media hora.
La madre de Jorge Luis y algunos familiares acudieron ayer por la ma?ana al Instituto Anat¨®mico Forense, en la Ciudad Universitaria, para hacerse cargo del cad¨¢ver del menor. Su intenci¨®n es enviar el cuerpo a la Rep¨²blica Dominicana, pero carecen, seg¨²n fuentes judiciales, de los 4.000 o 5.000 euros que cuesta el traslado en avi¨®n.
Agentes del servicio de noche de la Polic¨ªa Nacional, conocidos como centauros, arrestaron a siete j¨®venes tras la agresi¨®n, y la Polic¨ªa Municipal detuvo a otros tres. De los tres m¨¢s j¨®venes ¡ªdos dominicanos de 13 a?os y un espa?ol de 12¡ª se hicieron cargo sus padres. Los siete detenidos de entre 14 y 17 a?os fueron trasladados al Grupo de Menores. Cuatro prestaron declaraci¨®n y tres no. Despu¨¦s han pasado a disposici¨®n de la Fiscal¨ªa de Menores.
Los investigadores desconoc¨ªan ayer qui¨¦n fue el autor material de los disparos. Siguen a la espera de los resultados de la Polic¨ªa Cient¨ªfica. Los centauros se incautaron de cuatro machetes (dos arrojados a contenedores de basura) y una pistola detonadora marca Blow Class serie 8. Se encontraba dentro de una bolsa roja de la que intentaron deshacerse los supuestos homicidas al detectar la presencia policial.
Si los menores no pertenecen a bandas rivales ?por qu¨¦ mataron a Smith? ?Por qu¨¦ se juntaron una noche de viernes tantos j¨®venes con tantas armas? La polic¨ªa no tiene una respuesta clara. ¡°Su forma de vida est¨¢ vinculada a la delincuencia com¨²n, pero no dentro de bandas latinas en las que hay una literatura y un sentimiento de pertenencia¡±, a?aden las fuentes consultadas, que critican la falta de control por parte de los padres.
Entre los amigos de Smith circulaban ayer varias versiones sobre su asesinato. Unos ve¨ªan en su muerte una especie de venganza equivocada por el asesinato, hace ya meses, de un l¨ªder de la banda urbana Dominican Don?t Play. Otros cre¨ªan que era obra de aspirantes a formar parte de una banda: ¡°Los mandan a matar para iniciarse¡±, dec¨ªa un joven. La novia de Smith, testigo del terrible suceso, no abr¨ªa ayer la boca. Solo lloraba y lloraba, pegada al regazo de una amiga, y luego de otra y de otra.
Adem¨¢s de a su pandilla, la muerte del menor ten¨ªa perplejo a todo el barrio. Las peleas, dicen algunos vecinos, son habituales en la Plaza de Puerto Rubio y en el bulevar cercano. Muchos recuerdan otro macabro incidente de hace ya meses, cuando durante una trifulca le arrancaron el brazo de un machetazo a un joven dominicano. El hombre pudo salvar la extremidad gracias a la intervenci¨®n de un camarero de nacionalidad rumana, que corri¨® a guardar el brazo en el congelador del bar. Horas m¨¢s tarde, se lo volv¨ªan a prender del cuerpo en el hospital.
¡°Menores con armas, vaya tela¡±, dec¨ªa una anciana al pasar frente al improvisado velorio. ¡°No es para eso que uno se viene a un pa¨ªs extra?o¡±, se lamentaba una mujer latina. ¡°Este es un pa¨ªs desarrollado y hay que venir para hacer las cosas bien, no para esto¡±, a?ad¨ªa.
Un vecino espa?ol que vive en la plaza donde tuvieron lugar los disparos se quejaba ayer de la inseguridad que impera a su juicio en la zona. ¡°Mira ¡ªdec¨ªa, se?alando un cartel de Se vende pegado a su portal¡ª, nos vamos a acabar marchando todos. Aqu¨ª ya casi que no hay espa?oles. Mira que hay plazas, en Madrid, pues se ha tenido que venir aqu¨ª, lo mejorcito¡±. ¡°A ver qu¨¦ pasa si nos disparan un d¨ªa a los que no tenemos nada que ver¡±, terciaba otro vecino. ¡°O cambian las leyes o vamos a acabar aqu¨ª todos con pistolas, como en Latinoam¨¦rica¡±, a?ad¨ªa.
Tras permanecer abrazados en la esquina donde muri¨® Smith, sus amigos se han desplazado a la plaza donde recibi¨® los disparos. All¨ª, han buscado el banco en el que estaba sentado cuando le abordaron los menores que acabaron con su vida. Y una vez en ¨¦l han colocado varias velas en su memoria. "Para que se recuerde a nuestro amigo". Todo, con un extra?o sentimiento de pena, pero tambi¨¦n de resignaci¨®n.
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