D¨¦ficit cero en camisa de fuerza
Los votos a favor del dogmatismo del d¨¦ficit cero aqu¨ª y en Madrid enturbian el futuro de los ciudadanos
El Parlament de Catalu?a aprob¨® ayer la Ley de Estabilidad Catalana, que consigna el principio de d¨¦ficit cero. Los mismos apoyos, los mismos partidos, CiU y PP, que lo hicieron hace pocas semanas en versi¨®n Cortes Generales. De la ley que ten¨ªa que servir para anticiparnos a Madrid y defendernos, en palabras de Mas-Colell, a la ley que mimetiza a Madrid, en hechos y no palabras.
El principio de estabilidad presupuestaria a lo largo del ciclo es un principio de sentido com¨²n. De media, lo que decidimos ingresar debe ser igual a lo que decidimos gastar. Pero el problema no es el principio, sino c¨®mo se articula y se implementa; como dicen los ingleses, es en el detalle donde est¨¢ el diablo. Convertir la estabilidad presupuestaria en d¨¦ficit cero no es sino convertir un principio sensato en una camisa de fuerza de consecuencias insensatas. Es apostar por el fervor de la reducci¨®n del d¨¦ficit en unos momentos que solo puede significar la asfixia econ¨®mica y social de nuestro pa¨ªs. Si el d¨¦ficit es una cifra con relaci¨®n al PIB ?Por qu¨¦ obsesionarnos con reducir el numerador con recortes de gasto y no con aumentar el denominador con pol¨ªticas de crecimiento?
Los votos a favor del dogmatismo del d¨¦ficit cero aqu¨ª y en Madrid enturbian el futuro de los ciudadanos, de todos. Pero aclaran los principios que inspiran a la derecha espa?ola y catalana. Y es que la ideolog¨ªa no tiene fronteras. El presidente Mas dec¨ªa que se alegraba de la victoria de Hollande, que es quien lidera un pacto europeo por el crecimiento, pero la verdad es que van m¨¢s all¨¢ que Merkel votando una ley m¨¢s restrictiva, m¨¢s dogm¨¢tica, m¨¢s perjudicial. Hollande ni en broma, Merkel tampoco, pero Catalu?a, Catalu?a s¨ª, Catalu?a m¨¢s.
El d¨¦ficit real de la econom¨ªa catalana es el paro y, en todo caso, el d¨¦ficit de confianza. Con esta ley no solucionamos lo uno ni lo otro. Porque no conviene enga?arse: esta ley no da un mensaje de rigor, es papel mojado. Cumplirla es casi imposible, como advirtieron los expertos que vinieron al Parlament. Es, por tanto, un mensaje doblemente negativo: estamos dispuestos a asfixiar la econom¨ªa en nombre de una ley con altas probabilidades de ser incumplida. Ni da credibilidad lo primero, ni tampoco lo segundo. Seamos claros. En lugar de reconocer los errores que todos (insisto, todos) hayamos podido cometer intentando solucionar la crisis, CiU y PP aprueban una ley que no los rectifica, los agranda.
Y si la asfixia econ¨®mica y social es el problema grave, real, el que se desprende de los votos de ayer, tambi¨¦n conviene hacer referencia a uno de los dos objetivos claros y declarados por Mas-Colell cuando la present¨®: la defensa del autogobierno. Siempre por Catalu?a, todo por Catalu?a, ya se sabe. No solo esta ley ni se aprueba antes ni se aprueba mejor ¡ªpermitiendo m¨¢rgenes m¨¢s sensatos¡ª sino que CiU en Madrid vot¨® la ley que permite de facto la intervenci¨®n de Catalu?a. Que no se exclamen si viene el le¨®n cuando fueron ellos quienes permitieron que se abriera la jaula. Pesa m¨¢s el pacto ideol¨®gico con el PP que todo lo dem¨¢s, como siempre. De la grandilocuencia en el atril, a la evidencia en los votos. Del Canig¨® a la cruda realidad.
Mientras, como va siendo costumbre, quedamos a la espera de este prometido milagro fiscal en forma de concierto pero estamos sumidos hoy, aqu¨ª y ahora en un profundo desconcierto sobre el futuro de nuestro autogobierno y de nuestro bienestar.
Roc¨ªo Mart¨ªnez-Sampere es portavoz de econom¨ªa del PSC en el Parlament.
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