La ausencia de ELA y LAB debilita cualquier pacto
Garc¨ªa y Bilbao analizan la postura de los sindicatos nacionalistas
La renuncia expresa al dialogo social, desde hace a?os, por parte de los sindicatos abertzales mayoritarios dificulta enormemente las relaciones laborales y con las instituciones, y a?ade preocupaci¨®n en estos momentos de crisis.
Pregunta. ?En qu¨¦ medida ELA y LAB influyen en las relaciones sociolaborales y en la crisis? ?Cu¨¢l es su papel?
Negar el di¨¢logo social, como ELA y LAB, es renunciar a la lucha sindical¡±
E. G. De manera muy importante. Cualquier acuerdo entre partes donde no est¨¦ el sindicalismo mayoritario tiene debilidad. Por lo tanto, ser¨ªa importante que se incorporara a esa cultura del pacto. Aqu¨ª hay dos cuestiones: por una parte, el sindicato mayoritario ELA hace una renuncia expresa al di¨¢logo social, entendiendo que estas son medidas de pol¨ªticas de acompa?amiento a los gobiernos, y por tanto una especie de traici¨®n-rendici¨®n. Nada m¨¢s lejos de la realidad. El negar el dialogo social no es una posici¨®n de fuerza, sino renunciar a unos de los sistemas de lucha sindical que nos hemos dotado despu¨¦s de muchos a?os de esfuerzo: la participaci¨®n de las organizaciones sindicales en la vida econ¨®mica y pol¨ªtica de un pa¨ªs, que est¨¢ regulado en la Constituci¨®n. Nosotros vamos a seguir ejerciendo porque creo que ah¨ª tenemos influencia en las pol¨ªticas p¨²blicas. Si alguien renuncia a esa intervenci¨®n es m¨¢s una posici¨®n de debilidad que otra cosa. Aqu¨ª, hay una divisi¨®n sindical terrible que tambi¨¦n afecta a todo este movimiento. Repercute porque cuando alguien profundiza en opciones pol¨ªticas soberanistas frente a lo que le corresponde como sindicato ¡ªla defensa de los intereses de los trabajadores¡ª y sit¨²a la unidad sindical en la aceptaci¨®n de ese elemento de soberanismo pol¨ªtico, est¨¢ rompiendo esa posibilidad. Es decir, la gran encrucijada del sindicalismo vasco es politizar la unidad o sindicalizarla. Nosotros creemos en lo segundo, que requiere de dialogo, de renuncias y de s¨ªntesis. Si no, nos debilitamos frente a los otras contrapartes, patronales o administraciones p¨²blicas.
Un sindicalismo a dos es complicado; a cuatro resulta diab¨®lico¡±
J. B. Alguien dijo que un sindicalismo a dos es complicado, y un sindicalismo a cuatro es diab¨®lico. Es un poco lo que nos pasa a nosotros. ?En qu¨¦ medida afecta que no est¨¦n? Si el mayoritario no est¨¢ en las instituciones, no cabe duda de que las instituciones se debilitan. Su legitimaci¨®n y su capacidad de actuaci¨®n es menor. Mucho m¨¢s en el ¨¢mbito laboral, donde la legislaci¨®n nos permite tomar acuerdos que tienen efectividad normativa, pero para eso se requieren unas mayor¨ªas, que si no est¨¢n, pues, no se pueden tomar. Ahora bien, a m¨ª me parece coherente que organizaciones que apuestan decididamente por el no acuerdo y por la confrontaci¨®n, l¨®gicamente, no tengan sitio. Se autoexcluyen ellas mismas de ¨®rganos de encuentro y de acuerdo. Si todos rem¨¢ramos en la misma direcci¨®n, avanzar¨ªamos m¨¢s r¨¢pido.
P. Pero sus negativas a participar en iniciativas como Lanbide no augura ning¨²n acercamiento pr¨®ximo, y s¨ª una posible mayor confrontaci¨®n.
La gran encrucijada es politizar la unidad o sindicalizarla¡±
E. G. Sobre todo teniendo en cuenta que las partes que hemos suscrito lo de Lanbide hemos proporcionado los instrumentos para que ellos participen, porque nos parec¨ªa importante su presencia. Pero procuraremos que su ausencia tenga la menor incidencia porque las cosas van a funcionar. Nosotros no nos podemos paralizar porque ellos digan ¡°yo no participo¡±. Tenemos que seguir avanzando, aunque sea en un contexto distinto, para cumplir los objetivos que cada instrumento que creamos, entre ellos Lanbide, sea dotado para conseguir mejor intermediaci¨®n en la creaci¨®n de empleo.
J. B. Pero afecta lo que afecta, porque Lanbide sigue sacando sus convocatorias; Hobetuz sigue haciendo lo mismo. Si alguien renuncia a poner su voz y a su participaci¨®n en esas convocatorias, es su propia renuncia. Lanbide sigue administrando su presupuesto extraordinario, con o sin ELA. No tiene una repercusi¨®n pr¨¢ctica.
E. G. En lo que afecta de manera m¨¢s negativa es en la noci¨®n colectiva en la que estamos, y en la situaci¨®n que estamos, no como consecuencia directa de la crisis, sino por la situaci¨®n negativa de la acci¨®n colectiva, que aqu¨ª en Euskadi ha dejado pr¨¢cticamente de existir. Llegamos a tener hasta el 60% de los trabajadores sin renovar convenios colectivos en los momentos de crecimiento econ¨®mico y de empleo, porque alguien decidi¨® no firmar esos convenios.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.