Un retrato de la Sevilla almohade
Francisco Gallardo presenta ¡®La ¨²ltima noche¡¯, Premio Ateneo de Novela Hist¨®rica
Abu Marwan Avenzoar era, en la Sevilla del siglo XII, el m¨¦dico del califa almohade Abu Yaqub Yusuf. Adem¨¢s de conocer remedios para enfermedades infecciosas como la tuberculosis o la peste, el galeno era especialista en la triaca. ¡°Un compuesto con muchos ingredientes [a veces hasta 70] que combinados en proporciones matem¨¢ticas contrarrestaba la acci¨®n de los venenos. En aquella ¨¦poca los m¨¦dicos de los califas estaban especializados en proteger a sus se?ores de los envenenamientos¡±, comenta Francisco Gallardo, m¨¦dico sevillano de 54 a?os que present¨® ayer en Sevilla su novela La ¨²ltima noche (Algaida Ediciones), con la que obtuvo el 5? Premio Ateneo de Novela Hist¨®rica.
?Sobre un personaje real, Avenzoar, y su familia, Gallardo ha reconstruido la vida de la nieta del m¨¦dico, una mujer que tambi¨¦n existi¨® pero de la que no nos ha llegado ni siquiera su nombre. ¡°La protagonista de mi novela se llama Sarah Avenzoar, era nieta del famoso m¨¦dico y una de las primeras mujeres que ejerci¨® legalmente la medicina. Pudo llegar a serlo porque pertenec¨ªa a una familia noble y su madre tambi¨¦n lo fue, aunque no conozcamos sus nombres. Yo he investigado durante tres a?os para escribir esta novela en la que todos los datos de los personajes masculinos son fidedignos y los femeninos son ficci¨®n¡±, explic¨® Gallardo, especialista en Medicina y Traumatolog¨ªa del Deporte y un estudioso de la medicina de Al-?ndalus desde que en 1984 escribiera su tesina Aportaciones al estudio de la medicina ar¨¢bigo-andaluza.
La novela, la segunda que escribe Gallardo tras la publicaci¨®n en 2008 de El rock de la calle Feria, un historia de aventuras sobre la Sevilla roquera de los 60 y 70, transcurre entre Sevilla y Marraquech, cuando se estaba construyendo la Giralda y ambas ciudades ten¨ªan mucho en com¨²n.
Al-?ndalus, especialmente Averroes quien tambi¨¦n aparece en la novela, aport¨® mucho a la medicina y Gallardo ha querido rendir su particular tributo a estos cient¨ªficos cuyos conocimientos fueron la base de gran parte de los saberes que se impart¨ªan en las facultades de medicina europeas hasta el siglo XVIII.
¡°Avenzoar descubri¨® el par¨¢sito de la sarna en el siglo XII, vio la necesidad de hacer traqueotom¨ªas y realiz¨® las primeras intubaciones para alimentar artificialmente a los pacientes. Por sus conocimientos anat¨®micos se dice que habr¨ªa diseccionado cad¨¢veres, algo que estaba prohibido entonces, pero no hay constancia real de ello¡±, apunta este ¡°m¨¦dico que escribe¡±, como a ¨¦l mismo le gusta definirse porque la palabra escritor le viene grande.
Al elegir a una mujer como protagonista de su historia, Gallardo ha querido reivindicar la figura femenina en un mundo en el que lo p¨²blico era coto privado de los hombres. ¡°En la Sevilla almohade hab¨ªa curanderas en los arrabales de la ciudad que, con sus conocimientos de medicina natural, trataban infecciones con plantas; pero tambi¨¦n aplicaban remedios que eran pura supercher¨ªa como colocar piedras en el abdomen de las embarazadas para librarlas de ciertas enfermedades¡±, concluye Gallardo.
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