La Sinf¨®nica abre el Festival Mozart con dos conciertos

La Orquestra Sinf¨®nica de Galicia ha celebrado sus 20 a?os e inaugurado la 15? edici¨®n del Festival Mozart con dos conciertos sinf¨®nico-corales. En el primero estren¨® Alborada de noite e de luz, de Juan Dur¨¢n, que el autor define como construida con ¡°material tem¨¢tico procedente de piezas y citas del folclore gallego, en la l¨ªnea de otros trabajos m¨ªos que han visto la luz en la ¨²ltima d¨¦cada¡±.

En efecto, se escuchan los citados temas o el Negra sombra de Juan Montes, junto a otras citas o similitudes tem¨¢ticas o de ambientaci¨®n, caso de la secci¨®n final y sus ecos del sinfonismo de Ginastera, especialmente del ballet Estancia. La obra fue recibida con una fuerte ovaci¨®n, saliendo el autor a saludar al final. Lo m¨¢s notable del Te Deum de Berlioz fue el timbre del coro, que por momentos record¨® las mejores ¨¦pocas del Orfe¨®n, y la frescura y seriedad interpretativa del Coro de Ni?os. Buen hacer de la Sinf¨®nica, llevada pese a desajustes en m¨¢s de una entrada y alg¨²n sonido desabrido de los metales.

El concierto del domingo propici¨® a muchos el gozoso descubrimiento de una obra de Beethoven, su Fantas¨ªa coral, que la Sinf¨®nica tocaba por primera vez. Pero el mayor descubrimiento fue la pianista Hyo-Sun Lim (Corea, 1981), que marc¨® una l¨ªnea interpretativa llena de toda la fuerza beethoveniana, de una delicadeza asombrosa y de un sonido de singular belleza que se llevaron tras de s¨ª a toda la orquesta, solistas y coro incluidos.

La versi¨®n de la Novena por V¨ªctor Pablo P¨¦rez tuvo fraseos ampulosos, silencios como de discurso pol¨ªtico y, sobre todo, unos tempi tan excesivamente contrastados que en el adagio disolvieron toda su maravillosa tensi¨®n expresiva. Tocada mucho m¨¢s lento que en los ensayos, literalmente se ahog¨® a los vientos y, obligando a cambiar la respiraci¨®n, provoc¨® alg¨²n fallo absurdo en m¨²sicos de una seguridad pasmosa.

El coro tambi¨¦n sufri¨® lo suyo por la misma causa en la parte m¨¢s lenta del finale (la c¨¦lebre Oda a la alegr¨ªa). De los solistas, destac¨® el bajo, Ludovic T¨¦zier, muy seguro y bien timbrado. El tenor Tosten Kerl mostr¨® una cierta nasalidad en el registro medio y una emisi¨®n muy abierta en el agudo, especialmente en el tramo del forte. M? Jos¨¦ Su¨¢rez, mezzo, cumpli¨® y Lisa Larsson, soprano, cant¨® con una notable tendencia al grito.