La vida interior de Vicente Gallego
El poeta valenciano presenta su ¨²ltimo libro, 'Mundo dentro del claro' (Tusquets, 2012) Es una "oda a lo sensorial" y un himno a la amistad
"?Qui¨¦n puso nombre al mar, c¨®mo fue que los cielos lo abrazaron?", se pregunta Vicente Gallego (Valencia, 1963) en el poema Decidme, si pod¨¦is, de su ¨²ltimo libro, Mundo dentro del claro. Un poemario escrito, seg¨²n su "hermano" Carlos Marzal, como un himno:? "En otros casos ha escrito eleg¨ªas o celebraciones. Este es un c¨¢ntico", ha destacado esta tarde en Valencia.
Y es que Vicente Gallego transpira su existencia a trav¨¦s de sus poemas. Apenas habla. Apenas introduce sus versos. Se limita a recitarlos de forma pausada, casi de memoria, y a acompa?arlos -si es necesario- de poemas de otros amigos porque "en poes¨ªa no hay un m¨ªo o un tuyo", declara. En una ocasi¨®n explic¨® que disfrutaba mucho haciendo poes¨ªa a pesar de sufrir, "porque duele". Ese dolor no le impide sumergirse en esta ocasi¨®n hac¨ªa s¨ª mismo y dirigir la mirada a lo que le rodea, a lo m¨¢s pr¨®ximo, para dar las claves de su coyuntura pr¨®xima. Seg¨²n su colega Marzal, Mundo dentro del claro es un paso "de la aventura de la experiencia a la experiencia de la aventura", es decir, una toma de posici¨®n desde el presente para modificar su propia voz y construir otro estado que, de igual forma, "nos pondr¨¢ en contacto con la esmerada poes¨ªa".
"Cuanto m¨¢s me abismo m¨¢s me asomo", reconoce el poeta
Porque aunque sea "tan dif¨ªcil vivir con facilidad", el autor de Si temierais morir (2008) ha logrado crear un compendio de estrofas pausado, tenue, que mezcla escenas cotidianas trufadas de infancia con sentimientos a la salida de un hospital: "Soy un asalariado del cari?o", reconoce lac¨®nico el autor, que est¨¢ preparando un libro "de notas" con el nombre de? Belleza, la se?ora de todo esto: "Ser¨¢ una recopilaci¨®n de varios temas pero incidir¨¦ en esto, la belleza, que es la se?ora de este lugar. Y este lugar es la vida", resumi¨®.
Cada uno de los poemas lleva a una persona en el t¨ªtulo. Una dedicatoria que hace de escudo y, a la vez, de materia. El destinado a su compa?ero Francisco Brines, por ejemplo, dice: "En esa alcoba nuestra del cari?o, all¨¢ donde todas las almas se hacen una", en referencia a la noche que pas¨® con ¨¦l en el hospital tras una intervenci¨®n card¨ªaca. Y es que este poeta a viva voz, que hace de "la mano generosa de los d¨ªas" una nueva lumbre hacia el siguiente, va brindando con cada verso creado igual que con los desechados, porque, como ha afirmado anteriormente, "arrepentirse por tirarlos ser¨ªa absurdo". Y as¨ª es como se pone a prueba y se define. Con una frase que el recita r¨¢pido, casi por encima: "Cuanto m¨¢s me abismo m¨¢s me asomo".
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