Aspas, bandera del Celta
El delantero de Moa?a suma 23 goles y es la referencia del equipo celeste De juvenil se fue al R¨¢pido de Bouzas a pedir que le dejasen jugar all¨ª Ha sabido templar ese fuerte car¨¢cter que tantas tarjetas rojas le depar¨®
El marcador estaba igualado, las opciones de ascenso en el alero y el ¨²ltimo penalti que hab¨ªa tirado lo hab¨ªa marrado contra el Villarreal B despu¨¦s de hacer un extra?o movimiento de aproximaci¨®n a la pelota. A alguno se le pas¨® aquel instante por la cabeza, pero si a Iago Aspas Juncal (Moa?a, Pontevedra; 1987) le ocurri¨® lo mismo no le import¨®. ¡°Nunca tuvo miedo a nada. Es as¨ª desde peque?o. Si falla es porque lo intenta y lo intenta¡±, apunta Mateo M¨ªguez, futbolista de la Ponferradina y compa?ero suyo desde benjamines. Ante el Xerez se acerc¨® a la pelota trazando la misma extra?a curva y acert¨®. Igual que ayer, cuando repiti¨® carrera y golpeo en el primer gol frente al N¨¢stic (1-2) en Tarragona.
Aspas es un elegido, un tipo capaz de debutar en Bala¨ªdos saliendo del banquillo para marcar los dos goles que sirvieron para evitar hace tres a?os las brasas de la Segunda Divisi¨®n B. Siempre excesivo para lo bueno y lo malo, el zar de Moa?a es en este final de temporada m¨¢s Karpin que Mostovoi, por car¨¢cter, casta, acierto y determinaci¨®n.
Es su gran a?o. Y cabe buscar explicaciones ante la eclosi¨®n. Se sab¨ªa de su talento, de una rebeld¨ªa de la que hab¨ªa dudas sobre si la conseguir¨ªa orientar para mejorar su rendimiento. Ya no las hay, 23 goles le contemplan convertido en referencia para t¨¦cnico, compa?eros y aficionados. ¡°Siempre fue un jugador diferente¡±, puntualiza Javier Mat¨¦, testigo como responsable de la cantera del Celta de un acontecimiento que marc¨® la carrera del futbolista. En su segundo a?o como juvenil Aspas tuvo que quitarse la celeste. Fue la ¨²nica temporada que no jug¨® con la cruz de Santiago en el pecho. Jos¨¦ Curiel, que dirig¨ªa al juvenil de Divisi¨®n de Honor del R¨¢pido de Bouzas, recuerda lo ocurrido: ¡°Fui a Madroa a hablar con Mat¨¦. Obviamente conoc¨ªa a todos pero ten¨ªa necesidad de unos centrales. Y hablando me ofreci¨® a Iago¡±. Mat¨¦ ten¨ªa fe en aquel finito mediapunta cuyo hermano, Jonathan, ya alternaba en el primer equipo, pero tanto su f¨ªsico liviano como su talante vecino a la pendencia invitaban a las dudas. ¡°Arregl¨¦ lo de los centrales y dej¨¦ pasar lo de Iago¡±, reconoce Curiel.
El planteamiento del Celta fue que se acoplara en el juvenil B de Liga Nacional. Se neg¨®. Dijo que no estaba dispuesto a bajar ese pelda?o. As¨ª que a pocos d¨ªas de la visita de Curiel a Mat¨¦, Aspas cogi¨® las botas y se present¨® en Bouzas. ¡°D¨¦jame entrenar con vosotros¡±, le espet¨® al t¨¦cnico. A las tres sesiones Curiel ya se hab¨ªa olvidado de cualquier prevenci¨®n. ¡°Parec¨ªa d¨¦bil, muy poquita cosa y daba la impresi¨®n que se quedaba atr¨¢s respecto a los compa?eros del Celta, pero en el R¨¢pido se ech¨® el equipo a la espalda¡±. Emergi¨® el Aspas ahora reconocible, ¡°un ganador en el campo, donde lo da todo hasta que no puede m¨¢s; un cacho de pan fuera de ¨¦l, de los que hacen vestuario y se hacen querer¡±, explica M¨ªguez.
En el Celta no pas¨® desapercibido aquel interregno en el Pujales, sobre todo porque cuando se enfrent¨® a ellos se gan¨® la expulsi¨®n tras vejar a un linier y encararse con aficionados y empleados celestes. Le repescaron y se convirti¨® en indiscutible. El ¨²ltimo a?o en juveniles hizo partidos espectaculares, pero le expulsaron tres o cuatro veces y se perdi¨® bastantes partidos porque en los Comit¨¦s de Competici¨®n le hab¨ªan tomado la matricula. Tambi¨¦n lo hizo Alejandro Men¨¦ndez, que como t¨¦cnico del Sporting juvenil le sufri¨® en un memorable partido en Bouzas. Cuando Men¨¦ndez se hizo cargo del Celta B asumi¨® que estaba ante un fen¨®meno. ¡°Es valiente, desborda y tiene imaginaci¨®n en el ¨¢rea¡±, describe.
Pero la trayectoria de Aspas en el primer equipo no ha sido lineal. Durante meses conoci¨® el banquillo y asumi¨® el papel de revulsivo, de mediapunta bullidor. La marcha de Trashorras le dio continuidad y la decisi¨®n de Herrera de situarle como futbolista m¨¢s avanzado con Bermejo a su espalda se ha revelado clave porque el experimentado futbolista c¨¢ntabro le libera del trabajo de zapa. ¡°Iago siempre se ha esforzado una barbaridad en defensa, pero ahora ya no se desgasta tanto. Herrera le ha hecho ver que tiene que estar fresco a la hora de desmarcarse y ¨¦l lee muy bien esas situaciones¡±, entiende Curiel, que a¨²n mantiene dudas sobre la capacidad de su antiguo pupilo para jugar en el eje del ataque. ¡°El caso es que no deja de sorprender y no se aprecia donde est¨¢ su techo¡±, resume.
Hasta Mateo M¨ªguez descubre un nuevo Aspas. ¡°No le consider¨¢bamos un goleador, ni siquiera ¨¦l se ten¨ªa por ello, pero es muy bueno definiendo, domina los partidos como pocos y tiene car¨¢cter ganador. Como adem¨¢s ha conseguido templarlo, lo que antes le perjudicaba ahora le ayuda. Ha de ser la bandera del Celta por muchos a?os¡±.
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