Posibilidades del prepucio
En 'Todav¨ªa soport¨¢ndote' hay dos prepucios. No es un juego sexual, sino un tratamiento banal del absurdo infantil y por largo, gratuito
Un prepucio bien argumentado da mucho de s¨ª. El mejor ejemplo es el del Ni?o Jes¨²s, y se dice que si se unieran todas las peque?as reliquias repartidas por iglesias del orbe con fragmentos de la m¨ªtica circuncisi¨®n, el pene del peque?o dios ser¨ªa m¨¢s o menos el de un elefante. Un milagro.
En la obra del Pradillo hay dos prepucios en ristre pero no hay milagro. Los dos artistas, una especie de pareja c¨®mica a destajo, se tiran y tiran de esa parte precisamente. No es un juego sexual, sino un tratamiento banal del absurdo infantil y por largo, gratuito.
Todav¨ªa soport¨¢ndote
- Coreograf¨ªa e interpretaci¨®n: Pieter Ampe y Guiherme Garrido
- Dramaturgia: Rita Nat¨¢lio;
- Mirada exterior: Louise Van den Eede.
- Teatro Pradillo. Hasta ma?ana.
Chistes f¨¢ciles aparentemente comunicativos, gestos simiescos que pasan a felinos o de ofidios, choques corporales violentos para llevar al espectador a un terreno bald¨ªo. A los 15 minutos se cree haberlo visto todo, pero entonces se despelotan, intercambian fluidos (se lamen el sudor) y se aceptan gargajos del contrario. Porque ellos son contrarios.
Puede interpretarse que se han amado, pero enseguida se les ve el penacho (o plumero, seg¨²n se mire), van de posesos y otras bravuconadas hasta que se atizan con sus cinturones y quedan como un expolio; entonces vuelven a tirar del prepucio m¨¢s cercano.
No falta tampoco un figurado beso negro y otras acrobacias y lo que cuesta entender es la m¨¦dula art¨ªstica, el contexto que va de lo privado a la exhibici¨®n desmesurada. El escenario est¨¢ tan desnudo como vac¨ªo de contenido real y gracias a no estar circuncidados Ampe y Garrido, que se ripian las camisetas, han podido venir a mostrar sus habilidades a Madrid.
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