M¨¢s all¨¢ de El Algarrobico

Dos nuevas resoluciones judiciales han estimulado esta semana varios proyectos de urbanizaci¨®n en suelo protegido del Parque Natural de Cabo de Gata-N¨ªjar (Almer¨ªa). Su continuaci¨®n supondr¨ªa una seria amenaza para este espacio natural, Reserva de la Biosfera, sobre cuya conservaci¨®n no parece haber una apuesta clara desde las distintas Administraciones. Todos los proyectos de construcci¨®n que amenazan la integridad del parque se encuentran en zonas protegidas por directivas comunitarias: H¨¢bitat Prioritario y Exclusivo, Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) o Zona de Especial Protecci¨®n (ZEP). As¨ª, al igual que ocurri¨® con hotel de El Algarrobico de Carboneras, la Uni¨®n Europea supone el ¨²ltimo recurso del que disponen los grupos conservacionistas para intentar impedir la culminaci¨®n de los proyectos sobre los que los municipios o la Junta se muestran m¨¢s permisivos.

Los ecologistas ya se preparan para usar esa ¨²ltima bala contra la urbanizaci¨®n Marinas de Aguamarga (N¨ªjar) si no prospera el recurso de casaci¨®n ante el Tribunal Supremo que acaba de interponer la plataforma c¨ªvica que se opone a su desarrollo. El recurso llega d¨ªas despu¨¦s de conocer que el Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa (TSJA) anula el nivel de protecci¨®n ambiental dado por la Junta en 2008 al paraje en el que se levantar¨ªa la macrour-banizaci¨®n, por lo que vuelve a ser urbanizable. El alto tribunal andaluz da v¨ªa libre a la construcci¨®n de 350 viviendas en parcelas de uso residencial y un hotel con 300 habitaciones, lo que triplicar¨ªa la poblaci¨®n de este n¨²cleo urbano perteneciente a N¨ªjar.

En ese mismo municipio se levantar¨ªa otro pol¨¦mico proyecto que prev¨¦ la construcci¨®n de un hotel de 50 habitaciones en Campillo de Gata en Pujaire ¡ªjunto a las Salinas¡ª, promovido por el C¨ªrculo Agroambiental. Esta semana, un juzgado de Almer¨ªa ha dictado iniciar procedimiento contra altos cargos de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente por prevaricaci¨®n al entender que mediante la publicaci¨®n de varias resoluciones, contrarias al inicio de obras, se podr¨ªan haber vulnerado acuerdos firmes, como varios autos del TSJA favorables al hotel y pactos plenarios en los que se conced¨ªa licencia de obras.

Ambos proyectos se gestaron en la ¨¦poca del boom inmobiliario costero y cuyas potenciales aberraciones encuentran en el Algarrobico su m¨¢ximo exponente real. Existe una tercera amenaza latente en el parque, la urbanizaci¨®n en La Fabriquilla, m¨¢s hacia Levante. Una sentencia del Tribunal Supremo del a?o 1997 reconoce el derecho de los propietarios a que se les declare como suelo apto para urbanizar, argumento al que se ha acogido la Junta hasta que el Ayuntamiento de N¨ªjar cambi¨® de signo pol¨ªtico. En 2007, se cre¨® un movimiento para paralizar la urbanizaci¨®n ¡ªm¨¢s de cien viviendas y un hotel y hoy por hoy no se ha vuelto a mover nada en los juzgados; un camino lento que todas las promotoras comenzaron a recorrer a comienzos de la pasada d¨¦cada. Ahora, a?os despu¨¦s y con la crisis de frente, existe cierta sospecha de que el inter¨¦s sea m¨¢s econ¨®mico que edificable.

"Es muy posible que las empresas persigan una indemnizaci¨®n y que no exista ¨¢nimo de construir", observa Jos¨¦ Rivera, presidente del Grupo Ecologista Mediterr¨¢neo (GEM). Alrededor del parque existen grandes urbanizaciones con cientos de viviendas sin vender, hoteles sin hu¨¦spedes, bares sin clientes y campos de golf sin lista de espera.