Dec¨ªais ayer¡
El e-diario es como una historia cl¨ªnica colectiva: anamnesis, exploraci¨®n, observaci¨®n
¡°Nada hay m¨¢s viejo que el peri¨®dico de ayer¡±, dice el dicho con un grato y entra?able olor a papel. Pero, hoy d¨ªa, en la era digital, los diarios en versi¨®n electr¨®nica quedan enredados entre las nubes de las nuevas tecnolog¨ªas de la comunicaci¨®n y la informaci¨®n. Y permanecen ah¨ª, casi inevitablemente, cuasi eternamente, para bien o para mal, para mal y para bien.
?Yo creo que, en general, para bien¡ de la verdad: noticias obsoletas, cr¨®nicas anacr¨®nicas, declaraciones desfasadas, propuestas hoy inconcebibles, promesas y profec¨ªas nunca cumplidas¡ s¨ª, s¨ª. Pero tambi¨¦n, si no sacamos los textos del contexto, inteligentes anticipaciones, valientes vanguardias, excelentes premoniciones, extraordinarios avances¡ adelant¨¢ndose a los acontecimientos, lider¨¢ndolos contra corriente, a veces a contramano¡ que hoy podemos valorar en lo que valen porque nos trajeron el futuro antes de que el presente se nos cayera brutalmente encima. El e-diario es como una historia cl¨ªnica colectiva: anamnesis, exploraci¨®n, observaci¨®n¡Vamos a ello.
Dec¨ªamos anteayer, la mayor¨ªa, que Espa?a, y que Andaluc¨ªa y Sevilla en nuestro caso¡ estaban subdesarrolladas por la falta de infraestructuras que las articularan internamente, entre s¨ª y con Europa. Dec¨ªamos anteayer, mayoritariamente, que nuestra sociedad, nuestra tierra, nuestra comunidad¡ deb¨ªa avanzar hacia un modelo de convivencia, de pa¨ªs, de ciudad¡ que acabara con la desigualdad inveterada de oportunidades entre la ciudadan¨ªa, entre las urbes y los barrios, de acceso a los bienes y servicios y a los derechos b¨¢sicos como la vivienda o el empleo¡ Inversi¨®n p¨²blica, y cooperaci¨®n p¨²blico-privada, para generar riqueza y cohesi¨®n territorial y social para que su redistribuci¨®n llegara al mayor numero de ciudadanos¡ y ciudadanas, removiendo los obst¨¢culos a la equidad¡ Eso era lo que la mayor¨ªa dec¨ªamos anteayer, lo que nos exig¨ªamos como sociedad para salir del atraso secular de nuestro pa¨ªs, de nuestra tierra, de nuestra ciudad, de nuestros barrios¡
Dec¨ªais ayer, sin embargo y por el contrario, la mayor¨ªa, relativamente en Andaluc¨ªa, cuando ya muchas de aquellas demandas se hab¨ªan ido conquistando y consolidando, que viv¨ªamos por encima de nuestras posibilidades, que no nos pod¨ªamos permitir tantas infraestructuras, tanto Estado del bienestar, tantas equidades en salud, en educaci¨®n, en protecci¨®n social y laboral¡ tantos derechos para tanta gente y para tantas gentes¡ para concluir en un pensamiento ¨²nico que viene a decir, no ya que tenemos que ajustar todo esos logros a la grave situaci¨®n de crisis econ¨®mico-financiera que vivimos (cosa bien l¨®gica y coherente dadas las circunstancias, como lo fueron en su d¨ªa otras actitudes en otras circunstancias), sino que aquello que se hizo en pos de una sociedad mas justa y equilibrada en lo social, y en lo territorial, aprovechando la prosperidad econ¨®mica del momento, fue un despilfarro del que hay que renegar tres y tres mil veces¡ sin entrar a separar el trigo del desarrollo econ¨®mico y social de la paja del consumismo, la avaricia y la ostentaci¨®n.
Dec¨ªamos anteayer, dec¨ªais ayer¡ Repasando, ahora que se puede, el peri¨®dico de la historia reciente, la ciberhemeroteca colgada en el espacio virtual, sacamos muchas consideraciones que demuestran los simplismos de ahora, tan ideologizados en su contraideolog¨ªa (?otra vez, los mismos, anuncian tu muerte?), que quieren confundirnos present¨¢ndonos la crisis del sistema financiero con la del Estado del bienestar, que esconden la inmensidad de nuestra deuda privada tras la de las Administraciones p¨²blicas, la libertad de expresi¨®n y opini¨®n con la alteraci¨®n del orden p¨²blico, la autonom¨ªa del poder pol¨ªtico y su descentralizaci¨®n con la irresponsabilidad de la gesti¨®n de los recursos p¨²blicos¡
En toda historia cl¨ªnica, las de papel y las digitales, se debe terminar con la epicrisis: un comentario final que representa un juicio valorativo del caso y un resumen de los datos y hallazgos positivos que permiten fundamentar un diagn¨®stico actual y establecer las razones terap¨¦uticas. Pero eso es ya es del hoy y ¡°doctores tiene la iglesia¡±: esos doctores en democracia son el pueblo soberano, su mayor¨ªa, a la que nadie debe sustituir bajo ning¨²n concepto y en ninguna circunstancia.
Dec¨ªamos anteayer. Dec¨ªais ayer. ?Qu¨¦ dice hoy la mayor¨ªa de los ciudadanos y ciudadanas? Eso es lo que en el fondo importa: la autonom¨ªa del poder pol¨ªtico que surge de las urnas. Y eso es lo que este pol¨ªtico en excedencia desde hace ahora un a?o, quiere defender con este art¨ªculo, ahora y por siempre.
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