La cocina de la frustraci¨®n humana
La escritora Carmen Amoraga presenta 'El rayo dormido' Es una novela que entreteje las vidas de cuatro personajes marcados por el dolor retenido
El ¨²ltimo libro de Carmen Amoraga (Picanya, 1969) viene precedido de una explicaci¨®n cient¨ªfica y versos de Luis Alberto de Cuenca o Tom¨¢s Segovia. Se titula El rayo dormido, y lejos de ser una aproximaci¨®n a esa "terca estalactita" de la que hablaba Miguel Hern¨¢ndez en aquel rayo que "ni cesa ni se agota", es un recorrido casi gastron¨®mico por las frustraciones humanas.
Por un lado, ese letargo del t¨ªtulo alude a la energ¨ªa contenida en los ¨¢rboles tras una descarga, que puede volver a manifestarse horas o d¨ªas m¨¢s tarde. Por otro, esa poca costumbre a vivir "con el dolor, el sufrimiento, la frustraci¨®n o el fracaso" provoca que desatemos nuestras propias exhalaciones en unos espacios temporales inasibles. Algo as¨ª es lo que le pasa a los cuatro personajes principales de esta novela. Natalia y Carmen son dos amigas que se reencuentran a trav¨¦s de las redes sociales muchos a?os despu¨¦s de haber roto su relaci¨®n. Los diferentes cauces de sus vidas confluyen en una amistad abandonada que sigue siendo una referencia en la vida de ambas. Jos¨¦ Emilio y Antonio, por su parte, son un cura asesinado durante la guerra civil y un republicano que tambi¨¦n luch¨® en las trincheras francesas de la segunda Guerra Mundial y al lado del Che Guevara.
Estos cuatro ¨¢ngulos de la historia se narran desde dos puntos de vista distintos. El reportaje period¨ªstico de los testimonios de personas que libraron la contienda que dividi¨® nuestro pa¨ªs da paso a una conversaci¨®n pausada entre dos amigas distanciadas. "En una parte he metido la cocina de la escritura dentro del libro", aclara la autora, finalista del premio Planeta en 2010, "que se asemeja bastante a c¨®mo lo conceb¨ª", a?ade. "Ese di¨¢logo entre la modernidad y los que vivieron hace tanto tiempo es prodigioso".
"Hay que reconocer el sacrificio de las personas an¨®nimas que hicieron la Historia", sostiene la autora
Carmen Amoraga no ha pretendido relanzar la guerra civil. Seg¨²n explica, encontrarse con una historia que desconoc¨ªa fue la chispa que alumbr¨® este relato de "personas an¨®nimas que han hecho la Historia con may¨²scula". "Independientemente del bando que fueran", sostiene, "hay que reconocer ese sacrificio". Su mirada al pasado responde, simplemente, a las ganas de contar "cosas que hace la gente en un contexto determinado": "Hay que mirar siempre hacia adelante, pero de vez en cuando no est¨¢ mal echar la vista atr¨¢s, porque si no pierdes perspectiva", admite la escritora, que justifica vehementemente la aparici¨®n de novelas sobre hechos pasados. "?C¨®mo no va a haber reportajes o ficci¨®n sobre algo que pas¨®, si es tan preciso?", se pregunta, "?C¨®mo no va a haber de aqu¨ª en adelante obras sobre la crisis en que vivimos?" se contesta ella misma.
?Qu¨¦ necesidad, pues, de este trabajo de documentaci¨®n y literatura dentro de la propia literatura? "No estamos familiarizados con la resistencia o el dolor", insiste la autora de Algo tan parecido al amor, finalista del premio Nadal en 2007, "y, aunque sean historias muy cercanas a nuestra realidad, son universales". "Porque a todos nos ocurren hechos que parecen no afectarnos pero que determinan nuestra forma de vivir", sentencia Amoraga, que reconoce haber trabajado intensamente durante dos meses para su elaboraci¨®n. Un m¨¦todo que contrasta con el suyo habitual, escribir a golpe de inspiraci¨®n: "De esta forma, no todo lo que haces te parece bueno", remarca, "y creo que hay muchas novelas mejores que esta, aunque yo no podr¨ªa haberlas hecho", concluye.
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