El mant¨®n del ensue?o

Noche conmovedora para Blanca del Rey, que en teor¨ªa se hab¨ªa retirado del baile el a?o pasado en La Uni¨®n, pero que sigue ah¨ª, porque el director de la Suma Flamenca le hizo ver ¡ªcontaron los dos¡ª que ella se hab¨ªa formado en Madrid y que se deb¨ªa al p¨²blico de Madrid. L¨®gicamente este planteamiento despert¨® el entusiasmo del respetable, que aplaudi¨® largamente, y no faltaron los claveles para arrojarle al final de la actuaci¨®n, ni las l¨¢grimas de emoci¨®n y gratitud de la homenajeada. Es decir, todo ajustado al gui¨®n.

Blanca bail¨® la sole¨¢ del mant¨®n, obviamente, y lo hizo con su maestr¨ªa habitual. Con m¨¢s recogimiento, quiz¨¢, por lo excepcional de la situaci¨®n. ?Qu¨¦ podemos decir, a estas alturas, de esa creaci¨®n suya por la que pasar¨¢ a la historia del baile flamenco? Poca cosa, ciertamente. El comp¨¢s de la sole¨¢, la grandeza de la sole¨¢, tambi¨¦n la ternura de la sole¨¢, se manifiestan bajo los vuelos del mant¨®n, manejado genialmente por la bailaora. Un mant¨®n de ensue?o, que parece tener vida propia, que se nos antoja vivir penas y alegr¨ªas, la tristeza infinita, la reflexi¨®n profunda... Pero ojo, que no es solo el mant¨®n. Debajo de ¨¦l hay mucho baile, Blanca se vuelca en el baile por sole¨¢ con grandeza y belleza sorprendentes. Es siempre una reina del estilo m¨¢gico de su C¨®rdoba natal.

El resto del programa fue interpretado sucesivamente por los artistas del colmao El Corral de la Morer¨ªa, propiedad de la familia Del Rey. Quiz¨¢s alguno m¨¢s. Como dijo Blanca, son el flamenco de hoy y de ma?ana, y merecen toda nuestra atenci¨®n y nuestro respeto. El talento, sin embargo, fue desigual, pues junto a gente realmente importante o encaminada a serlo prontamente, hubo algunos que no lo fueron tanto.

Me detuve con sumo agrado en la ca?a que bail¨® Jes¨²s Fern¨¢ndez, quien hizo una versi¨®n llena de ritmo y frescura, sin fallos, verdaderamente notable; fue un ejemplo de baile que desde hace tiempo se hace raramente, y que sin embargo este bailaor conoce con aut¨¦ntica propiedad. Olga Pericet y Marco Flores formaron una pareja de ¨¦xito notable, que esta noche interpretaron caracoles con precisi¨®n y elegancia, lo que les vali¨® el aplauso del p¨²blico. Que en realidad aplaudi¨® todo, con benevolencia. A M¨®nica L¨®pez, a Manuel Li?¨¢n...

Y despu¨¦s de las palabras de Blanca, la fiesta. Una excelente muestra por buler¨ªas, en la que particip¨® con enorme acierto todo el plantel. Un broche de oro, en fin, para un homenaje, repito, conmovedor. Y respecto a Blanca del Rey, el baile sigue por ahora.

Una consecuencia de la que debemos estar encantados, porque la clase de Blanca del Rey tiene a¨²n mucho recorrido.