El Cercan¨ªas de M¨®stoles a Navalcarnero, interrumpido por 50 millones

El tren de Cercan¨ªas M¨®stoles-Navalcarnero se convirti¨® en 2007, junto con el aeropuerto de El ?lamo, en uno de los principales reclamos electorales de la candidatura del PP de Esperanza Aguirre. Cinco a?os despu¨¦s ninguna de estas dos infraestructuras se ha materializado. En el caso del Cercan¨ªas, que fue adjudicado en octubre de 2007 a la empresa OHL, las obras est¨¢n paralizadas desde junio de 2010, tal y como asegura la correspondencia que mantiene la empresa con la Comunidad. El motivo de esta paralizaci¨®n es que la firma adjudicataria de la concesi¨®n reclama al Ayuntamiento de M¨®stoles y al Gobierno regional 50 millones de euros en concepto de subvenci¨®n.

¡°El pasado 15 de marzo termin¨® el plazo m¨¢ximo fijado para que el Cercan¨ªas M¨®stoles-Navalcarnero tuviera a su disposici¨®n, formando parte de sus propios recursos, la cantidad de 50 millones de euros, a los que tiene derecho de conformidad con el contrato¡±, indica la carta del director general de la empresa, Fernando Mu?oz Mansilla. Ese es el motivo por el que la empresa solicit¨® por escrito ¡°el cumplimiento inmediato¡± del mencionado contrato, asegurando adem¨¢s que esta situaci¨®n generaba ¡°perjuicios¡± para Cercan¨ªas M¨®stoles-Navalcarnero. Estos problemas, seg¨²n la firma, hab¨ªan alterado ¡°el cumplimiento normal del contrato de concesi¨®n que tiene suscrito con ustedes¡±. Desde entonces, a finales de 2010, las obras fueron ralentiz¨¢ndose, hasta quedar totalmente paralizadas en enero de 2012.

Pero la Comunidad dijo no. ¡°De acuerdo con el convenio de colaboraci¨®n entre la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de M¨®stoles, no procede el pago de dichas cantidades¡±, contest¨® en una carta el Gobierno regional a la empresa, que justifica esta decisi¨®n porque la concesionaria ya ¡°ven¨ªa incumpliendo las obligaciones previstas en el contrato hasta el punto de que la ralentizaci¨®n de la ejecuci¨®n de las obras observada inicialmente ha devenido en una completa paralizaci¨®n de las mismas¡±. Para la Comunidad, antes de que finalizara el plazo para efectuar el abono de los 50 millones de euros reclamados, la empresa ya hab¨ªa suspendido la ejecuci¨®n de las obras.

Pero la p¨¢gina web del Gobierno regional especifica que la ejecuci¨®n se encuentra temporalmente suspendida ¡°por problemas de financiaci¨®n de la propia concesionaria¡±. En este sentido, indica tambi¨¦n que la sociedad ¡°est¨¢ estudiando¡± una serie de ajustes en el proyecto que permitan continuar con la obra: ¡°Siempre basados en razones de inter¨¦s general¡±.

Hasta el momento, OHL solo ha invertido 130 millones de los 362 previstos para construir los 14,8 kil¨®metros de longitud del Cercan¨ªas M¨®stoles-Navalcarnero. Mientras la Comunidad asegura ¡°estar tratando de solucionar el problema¡±, el alcalde de M¨®stoles, Daniel Ortiz, ha mantenido una reuni¨®n con el secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catal¨¢, con la intenci¨®n de hallar ¡°v¨ªas alternativas consensuadas entre la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Fomento y con las empresas p¨²blicas competentes en este ¨¢mbito, con el objetivo de desbloquear esta iniciativa¡±.

En una nota de prensa, el Consistorio mostole?o culpa al Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, pese a que no participa en la obra: ¡°A pesar de que fue una apuesta valiente del Gobierno regional ante el olvido de los anteriores ministros de Fomento, la crisis econ¨®mica golpe¨® de lleno a esta iniciativa y a la empresa adjudicataria, lo que ha derivado en una paralizaci¨®n de las obras¡±.

El portavoz socialista en M¨®stoles, David Lucas, tiene una visi¨®n bien distinta: ¡°La realidad es que M¨®stoles esta abierto en canal, con grandes zonas de obras que ocasionan molestias constantes a los vecinos, que no se sabe cu¨¢ndo comenzaran de nuevo o si llegar¨¢n a ejecutarse. Adem¨¢s, evidencia la incapacidad de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de M¨®stoles para dar soluci¨®n al problema que ellos mismos han creado por pensar que desde lo privado se gestionaba mejor¡±.