El alcalde que beb¨ªa con proxenetas
Mart¨ª Armad¨¤, concejal de Vilabertran testifica ante el juez tras admitir que alquilaba apartamentos a una banda que explotaba mujeres
Mart¨ª Armad¨¤ (ERC), alcalde de Vilabertran, declar¨® ayer como testigo en el juzgado n¨²mero 2 de Figueres por alquilar un bloque de pisos a una banda de proxenetas b¨²lgaros, 12 de los cuales est¨¢n en prisi¨®n preventiva por explotar a mujeres en las carreteras del Alt Empord¨¤. Armad¨¤ reconoci¨® ante la polic¨ªa que sab¨ªa a qu¨¦ se dedicaban sus inquilinos tras ser citado al revelar la investigaci¨®n que los pisos de la calle de Magre de Figueres, en los que viv¨ªan proxenetas y prostitutas, eran de su propiedad.
Varios testigos del vecindario confirmaron ayer que algunas de las prostitutas contin¨²an viviendo en los apartamentos propiedad del alcalde. ¡°Siguen ah¨ª al menos cinco chicas que yo haya visto, tres b¨²lgaras y dos rumanas. No se fueron despu¨¦s de la redada de la polic¨ªa¡±, afirm¨® un trabajador de un establecimiento cercano que ha observado los movimientos del grupo durante a?os. Aunque ayer al mediod¨ªa nadie contest¨® al telefonillo, dos de las ventanas del bloque de pisos estaban abiertas. ¡°Ahora hay unas seis o siete mujeres. Salen por la ma?ana y vuelven por las tardes¡±, explic¨® el due?o de un restaurante situado a escasos metros del bloque.
La banda explotaba a una veintena de mujeres en la carretera N-II. Los presuntos proxenetas, detenidos a principios de mayo, las pegaban cuando se negaban a prostituirse. De ellos, 12 est¨¢n en prisi¨®n por delitos de trata de seres humanos, amenazas y coacciones.
Los testigos del vecindario han explicado a la polic¨ªa que en los pisos viv¨ªan entre seis y siete proxenetas y que Armad¨¤ manten¨ªa contacto frecuente con ellos. El alcalde posee varios negocios en la zona, entre ellos un bar, y pasa a diario por all¨ª. ¡°Le he visto muchas veces hablar con ellos en la calle y beber algo con ellos en los bares¡±, afirm¨® uno de ellos, que prefiere mantenerse en el anonimato. El alcalde reconoci¨® ante la polic¨ªa que sab¨ªa a lo que se dedicaban los proxenetas. ¡°S¨¦ que reparten a chicas por la carretera, es de dominio p¨²blico¡±, dijo a los agentes el pasado 8 de mayo. Tampoco neg¨® que les viera con frecuencia en la zona. Armad¨¤ no quiso ayer hacer declaraciones a este peri¨®dico y se limit¨® a afirmar: ¡°He venido como testigo¡±.
El juez tambi¨¦n cit¨® a declarar a un ciudadano rumano que vivi¨® durante unos meses en el hostal Pepe, local situado en la carretera de Roses y en el que la polic¨ªa practic¨® varias detenciones por esta operaci¨®n, a la que denominaron Danubio. ¡°Los jefes eran b¨²lgaros y yo soy rumano. Puedo probar que no tengo nada que ver¡±, declar¨®. Seg¨²n este hombre, en el hostal Pepe viv¨ªan ¡°unas 10 chicas¡± que se prostitu¨ªan tambi¨¦n en la N-II, una carretera que cruza la provincia y donde en esta ¨¦poca hay decenas de mujeres que venden sexo a los conductores.
El bloque, propiedad de Armad¨¤ y de su esposa a trav¨¦s de la sociedad mercantil Dolors Tom¨¤s SL, est¨¢ situado en una zona muy tur¨ªstica cercana al Museo Dal¨ª. Hasta la operaci¨®n policial era frecuente o¨ªr gritos y golpes procedentes de los pisos, aunque la calle estuviese llena de turistas en las terrazas. ¡°Me he negado siempre a que se sienten aqu¨ª¡±, explic¨® el due?o de un establecimiento de la zona. El restaurador se cruza a diario con Armad¨¤, pero no entiende que el alcalde alquilase a sabiendas sus pisos a una banda de explotadores. ¡°?l tiene hijas de la edad de esas mujeres. La gente cierra los ojos¡±, afirm¨® este restaurador.
A ra¨ªz de las detenciones, los comerciantes de la zona explican que la situaci¨®n est¨¢ ¡°m¨¢s tranquila¡±. Aunque, todos confirman, entre cinco y siete mujeres todav¨ªa viven all¨ª. Las chicas han ido cambiando. Hace un tiempo los proxenetas las trasladaban en furgoneta, pero las pr¨¢cticas del grupo se han modificado con los a?os. ¡°Las ve¨ªas salir por la ma?ana con sus sillitas plegables y la sombrilla¡±, explica otro trabajador de la zona. ¡°Destrozadas, hechas polvo, demacradas¡±. Son los adjetivos que utiliza para describir a las mujeres, sometidas a horarios infernales. La polic¨ªa, que investiga los bienes patrimoniales de la banda, se incaut¨® de numerosa documentaci¨®n, seg¨²n un testigo de la operaci¨®n.
Armad¨¤, que tambi¨¦n es diputado provincial, llevaba a?os alquilando los pisos de la calle de Magre 5 a los presuntos proxenetas, seg¨²n fuentes cercanas al caso. El bloque, pintado de color rojo, tiene ocho viviendas, aunque tres de los telefonillos no funcionan.
En la declaraci¨®n ante la polic¨ªa, el alcalde admiti¨® que alquil¨® uno de los pisos a Mariyana S., que se encuentra en prisi¨®n preventiva. Iglika A. ten¨ªa arrendado el 2? B y tambi¨¦n est¨¢ en la c¨¢rcel. Las mujeres ser¨ªan las encargadas de controlar a las chicas con mano de hierro.
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