Las banderas azules desti?en
Galicia es la comunidad del planeta con m¨¢s ense?as, pero seg¨²n los ecologistas con ellas llega la ¡°degradaci¨®n ambiental¡±
Veinticinco a?os despu¨¦s de izarse la primera en una playa de Espa?a, Galicia es la comunidad del mundo y Sanxenxo el municipio (tambi¨¦n de todo el planeta, de m¨¢s de 50 pa¨ªses participantes en los cinco continentes) con m¨¢s banderas azules. Al mismo tiempo, suele ser la gallega, junto con la andaluza, la costa con m¨¢s puntos oscuros se?alados por las banderas negras que otorga a primeros de julio Ecologistas en Acci¨®n. Los famosos y bien promocionados retazos azules (los de 2012 en Galicia, que se acaban de conceder, ser¨¢n 126) ondean a un lado y en otro lugar pr¨®ximo, en la misma r¨ªa, ba?ado por la misma agua que viene y va, el colectivo ecologista de ¨¢mbito estatal (asesorado aqu¨ª por Verdegaia) hinca los m¨¢stiles de luto unos d¨ªas despu¨¦s.
La mayor¨ªa de los alcaldes se pirran por las banderas azules, y los ba?istas se precipitan en masa sobre las playas que las lucen. Hace m¨¢s de una d¨¦cada, la comisaria Margot Wallstr?m advirti¨® de que estas ense?as no ten¨ªan nada que ver con la UE, pero hace unos d¨ªas, en la prensa gallega todav¨ªa aparecieron titulares que afirmaban que la Uni¨®n Europea hab¨ªa distinguido con banderas azules un mont¨®n de arenales de la comunidad. ¡°El color crea confusi¨®n. Se vende el producto de manera err¨®nea deliberadamente¡±, protesta Fins Eirexas, secretario ejecutivo de Adega. ¡°La patronal tur¨ªstica est¨¢ encantada con esta estrategia de mercado. Pero para nosotros este premio es comparable a sellos de calidad como los de Aenor [que obtuvo Dorribo para Nupel] o la ecoauditor¨ªa Emas [que logr¨® Ence-Elnosa]. Son publicidad que se compra y, con el parip¨¦ del izado, cada temporada empieza un problema de degradaci¨®n ambiental¡±.
¡°He recibido amenazas de alg¨²n alcalde gallego¡±, afirma el inspector
Para muestra, Eirexas da ejemplos de estos d¨ªas: ¡°La maquinaria que limpia la arena destruy¨® dos puestas de un ave amenazada, la p¨ªllara das dunas (Charadrius alexandrinus), en Coroso (Ribeira). Y en las dunas da Corna (A Pobra) los tractores invadieron h¨¢bitats de protecci¨®n prioritaria y se desbroz¨® la flora end¨¦mica en peligro de extinci¨®n. Los Ayuntamientos cometen delitos por cumplir con los requisitos que imponen las banderas¡±.
¡°Puede suceder que la fragilidad de ciertos entornos naturales no aconseje la concesi¨®n de este tipo de galard¨®n, ya que la afluencia de un n¨²mero mayor de visitantes podr¨ªa poner en peligro la fauna y flora o los h¨¢bitats¡±, advierte en su web la Asociaci¨®n de Educaci¨®n Ambiental y del Consumidor (ADEAC), brazo en Espa?a de la FEE (Fundaci¨®n para la Educaci¨®n Ambiental). Con la ¨²ltima palabra de un jurado internacional, esta entidad otorga las banderas azules en el mundo a?o tras a?o. La propia organizaci¨®n (que no cuenta con respaldo de la UE pero s¨ª de dos agencias de la ONU) avisa de que su objetivo no son las playas v¨ªrgenes y con grandes valores ecol¨®gicos, sino m¨¢s bien las concurridas, tur¨ªsticas, muchas veces urbanas, que requieren servicios adicionales, accesos para discapacitados o socorristas. Pero, seg¨²n Adega, el p¨²blico sigue confundido y ¡°hay muchos alcaldes¡± empecinados en ¡°gastar enormes cantidades de dinero en poner pasarelas y rampas¡± para acopiar banderas. Con eso, recuerda el grupo, terminan pervirtiendo parajes ¨²nicos.
En una l¨ªnea cercana se expresa la responsable de Litoral de Verdegaia, Sabela Iglesias: ¡°Medioambientalmente, estos premios no significan nada¡±. Al contrario, ¡°muchas obras y estropicios que se hicieron en playas fueron con el fin de conseguir la bandera azul, sin tener en cuenta el desastre que causaban¡±.
¡°Esta marca comercial es una moda que enganch¨® muy bien, pero ning¨²n grupo ambientalista est¨¢ contento con ella. Las banderas azules no las queremos ver ni en pintura¡±, reconoce Eirexas. ¡°Riazor y Orz¨¢n tienen toneladas de arena de relleno; son playas desnaturalizadas¡±, y sin embargo presumen de trapo azul. Lo mismo que las de Sanxenxo (14) y Barreiros (ocho), dos municipios que ¡°tienen poco de qu¨¦ jactarse desde el punto de vista ambiental¡±. Todos los a?os, coincidiendo con la escenificaci¨®n en los arenales de la entrega al empezar el verano, Adega publica un comunicado insistiendo en que las banderas son ¡°un lavado de cara para Ayuntamientos con mala conciencia ecol¨®gica¡±, con p¨¦sima depuraci¨®n, emisarios de aguas fecales y un urbanismo ¡°depredador¡±. ¡°Algunas de las playas que reciben estos reconocimientos presentan graves problemas ambientales¡±, afirma el colectivo.
Pero nada pueden estas voces cr¨ªticas contra el prestigio creciente de ADEAC-FEE, que este a?o estrena adem¨¢s el sello ¡°senderos azules¡± y trabaja en unas inminentes ¡°llaves verdes¡± para hoteles. Jos¨¦ Palacios, primer inspector que tuvo Galicia (ahora se reparte el litoral con otros tres voluntarios) y vicepresidente de ADEAC defiende su estrategia: ¡°No puedo estar de acuerdo con esos grupos. Ellos optan por el palo como criterio educativo. Nosotros, por el premio¡±. Este profesor de socorrismo en el INEF habla en sus t¨¦rminos: ¡°En pedagog¨ªa, esto se llama refuerzo positivo. Alcaldes que no ten¨ªan ni idea del tema, ahora organizan [es uno de los requisitos] cinco actividades de educaci¨®n medioambiental¡±.
Palacios cuenta que la mayor¨ªa de los inspectores son profesores de universidad e instituto que visitan las playas en su tiempo libre y no cobran de ADEAC m¨¢s que las dietas. Los municipios solicitan las banderas en enero pero ¡°no pagan¡± ni por el retal. La organizaci¨®n, seg¨²n Palacios, es ¡°independiente¡±: solo funciona con ayudas de las comunidades aut¨®nomas, la ONCE y alg¨²n ministerio.
Los an¨¢lisis obligatorios del agua de ba?o (de E. coli y enterococos intestinales, cada 15 d¨ªas de mayo a octubre) ¡°los realiza la Xunta¡±. Y si hay que negar el galard¨®n, o retirarlo en agosto, ¡°se hace¡±, asegura. ¡°He recibido presiones y amenazas de alg¨²n alcalde en Galicia, pero ni caso¡±.
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