La ¨²ltima oportunidad
El Gobierno anterior y el actual han vivido en la simulaci¨®n, no han obrado con transparencia
En mayo de 2010, tras dos a?os y medio de relaci¨®n personal e institucional compleja, recib¨ª una llamada del entonces presidente espa?ol Rodr¨ªguez Zapatero sondeando la disponibilidad del Partido Nacionalista Vasco a votar favorablemente al Plan de Ajuste que el Gobierno hab¨ªa de presentar. El PNV no vot¨® a favor. Como tampoco un par de meses m¨¢s tarde en la votaci¨®n del L¨ªmite de Gasto. Las razones de nuestro proceder (circunstancias en la relaci¨®n para con el PNV, falta de informaci¨®n suficiente, necesidad de un diagn¨®stico compartido, afecci¨®n-invasi¨®n a las competencias de la Comunidad Aut¨®noma,...) fueron las que luego servir¨ªan para trabajar tambi¨¦n en la relaci¨®n que mantuvimos.
As¨ª es que volv¨ª a recibir llamada ante la gravedad de la situaci¨®n econ¨®mica. Le manifest¨¦, despu¨¦s de que en julio de 2009 le hubiera advertido de la gravedad de la situaci¨®n, que nuestra respuesta siempre es s¨ª, que estamos dispuestos a dialogar, negociar y, sobre bases suficientes, pactar. Lo est¨¢bamos especialmente en aquel momento de dificultades en que la prima de riesgo hab¨ªa escalado peligrosamente hasta acercarse a los 170 puntos b¨¢sicos. Han pasado solo dos a?os y nos encontramos instalados por encima de los 500 puntos y no tengo m¨¢s remedio que citar una sentencia de Shakespeare: ¡°malgast¨¦ el tiempo, ahora el tiempo me malgasta a m¨ª¡±.
El Gobierno L¨®pez ha dilapidado en tres a?os una herencia de rigor econ¨®mico en la gesti¨®n
Estos ¨²ltimos a?os han sido un tiempo malgastado y me inquieta constatar la disposici¨®n colectiva a seguir haci¨¦ndolo. Afrontamos estos d¨ªas lo que puede ser la ¨²ltima oportunidad para salir de esta crisis por nosotros mismos. Y solo podemos hacerlo ¡ªaun reconociendo la mayor¨ªa absoluta con que en Cortes Generales cuenta el PP, pero precisamente por ello y as¨ª se lo dije tambi¨¦n al presidente Rajoy¡ª juntos.
El problema se ha generado por un crecimiento continuado por encima de la capacidad potencial de la econom¨ªa. Un crecimiento lastrado y desequilibrado al que ha contribuido la combinaci¨®n fatal de ausencia de una pol¨ªtica econ¨®mica a largo plazo, con la lentitud en la adopci¨®n de reformas y ajustes en los ¨¢mbitos en los que se deb¨ªa y como se deb¨ªa, siempre impopulares y, por tanto, siempre aplazados.
Hemos sido c¨®mplices de una enorme burbuja inmobiliaria acompa?ada de una determinada pr¨¢ctica financiera, falta de gobernanza econ¨®mica europea, ausencia de modelo econ¨®mico productivo,... Una burbuja que hemos hecho crecer hasta convertirnos en v¨ªctimas nosotros mismos. Cuando la construcci¨®n par¨® el domin¨® se derrumb¨®.
Han pasado cinco largos a?os. Miramos hacia atr¨¢s y vemos opacidad, disimulo y desacuerdo.
El Gobierno anterior, s¨ª, pero tambi¨¦n el actual han vivido en la simulaci¨®n, no han obrado con transparencia, no han abierto las puertas al acuerdo, no han sabido afrontar una responsabilidad colectiva.
Las entidades de cr¨¦dito hoy no tienen cr¨¦dito, no tienen solvencia y han sido embarcadas en un tr¨¢mite permanente de fusiones sin un horizonte de destino. Estamos sumidos en la recesi¨®n y el sumatorio de endeudamiento p¨²blico y privado es letal, impide el crecimiento. La deuda crece, los mercados desconf¨ªan, la deuda vuelve a crecer. En paralelo, disminuye la recaudaci¨®n y durante tres largos a?os hemos asistido a un debate vac¨ªo sobre la pol¨ªtica fiscal. Una noria que gira sobre s¨ª misma, solo palabras, sin ning¨²n planteamiento serio y riguroso.
Resulta incre¨ªble revisar hoy la evoluci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico. Espa?a cerr¨® el a?o 2009 con un d¨¦ficit del 11,2% del PIB, el tercero m¨¢s elevado de la Uni¨®n Europea tras Grecia e Irlanda. La reducci¨®n del d¨¦ficit se convirti¨® en el objetivo prioritario de la acci¨®n del Gobierno. Han pasado dos largos a?os y resulta que se cierra 2011 con un d¨¦ficit del 8,9%. Una reducci¨®n rid¨ªcula, "conseguida" con el concurso colectivo de todas las Administraciones p¨²blicas.
La conclusi¨®n es evidente, falta de confianza y radical descenso de la calificaci¨®n de solvencia.
El pasado d¨ªa 9, el Gobierno espa?ol se vio obligado a solicitar un rescate de 100.000 millones de euros para salvar el precipicio. Ten¨ªamos un problema y ahora tenemos dos. Ten¨ªamos el problema de las dificultades de acceso al cr¨¦dito del Estado y ahora se suman las dificultades de acceso al cr¨¦dito de la Banca en el Estado.
El recorte de gasto va a ahondar la recesi¨®n y no se va a crear empleo. La Comisi¨®n ha comenzado ya a considerar la posibilidad que el d¨¦ficit p¨²blico no pueda reducirse por debajo del 6% el a?o 2013. No hace falta adelantar cu¨¢l ser¨¢ la actitud de los mercados ante esta fr¨ªa realidad.
La gravedad de lo dicho la tenemos que poner tambi¨¦n en el futuro geoecon¨®mico-pol¨ªtico y en el futuro institucional de todo nuestro entorno.
No quiero eludir la situaci¨®n en Euskadi, ahora que la legislatura languidece tras el sonoro fracaso del ¡°pacto antinatura¡± entre el Partido Socialista y el Partido Popular. En estos tres ¨²ltimos a?os el Gobierno de Patxi L¨®pez se ha permitido el lujo de multiplicar la deuda p¨²blica vasca por ocho. Estamos en recesi¨®n, se dispara la prima de riesgo y al Gobierno vasco no se le ocurre otra cosa que endeudarse m¨¢s y m¨¢s, adem¨¢s en gasto corriente. Por si esto fuera poco, incumple sus propias previsiones presupuestarias y cierra el ejercicio 2011 doblando el d¨¦ficit que hab¨ªa presupuestado y sin haberlo reconocido donde y cuando deb¨ªa haberlo hecho. No, no es cuesti¨®n de que nadie se contente con decir que es la situaci¨®n de la mejor Comunidad Aut¨®noma. Hay que conocer el punto de partida. Ha dilapidado una herencia de disciplina presupuestaria y rigor econ¨®mico en la gesti¨®n, legando unos compromisos de deuda que van a lastrar la recuperaci¨®n econ¨®mica de Euskadi durante a?os.
Vivimos momentos de hiperrealismo econ¨®mico, debemos afrontar juntos una situaci¨®n que se nos puede escapar de las manos. Nos encontramos ante la aut¨¦ntica ¨²ltima oportunidad. Hemos propuesto dejar de mirar a Grecia, a los mercados, a Merkel y a las elecciones americanas de noviembre. El Gobierno tiene la obligaci¨®n de informar y proponer. La oposici¨®n tiene la obligaci¨®n de escuchar y responder.
Si comenzamos hoy a revertir la situaci¨®n tendremos un horizonte de recuperaci¨®n a partir de 2020.
Pensemos, como Miguel ?ngel Buonarotti, que ¡°no hay da?o tan grande como el del tiempo perdido¡±. La ¨²ltima oportunidad se inicia hoy.
I?igo Urkullu Renteria es presidente del EBB de EAJ-PNV.
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