Callejeros bajo el mismo techo

Forman parte de la banda sonora de Madrid. Escucharlos requiere tiempo, energ¨ªa para atravesar la ciudad de punta a punta y, sobre todo, ganas de dejarse distraer. Detenerse y escuchar. Cambiar de planes, aunque sea solo por unos minutos. Son catorce bandas de m¨²sicos callejeros que se presentan hoy en el C¨ªrculo de Bellas Artes para celebrar el D¨ªa de la M¨²sica en la octava edici¨®n de Las Noches B¨¢rbaras.

Con fuerte presencia de m¨²sica nacida en otras tierras, la fiesta tendr¨¢ por primera vez este a?o un escenario dedicado a la de Europa del Este. All¨ª, las melod¨ªas h¨²ngaras y checas se cruzar¨¢n con las rumanas y b¨²lgaras e incluso con la charanga balc¨¢nica, la original propuesta de un grupo de Valencia. La otra gran apuesta ser¨¢, justamente, por las charangas, que podr¨¢n escucharse hasta en versi¨®n dance. Tambi¨¦n sonar¨¢n M¨¦xico, Venezuela, Brasil y Cuba. ¡°Hemos querido reflejar lo que ocurre en la calle, donde, cada vez m¨¢s, se escuchan ritmos de otros pa¨ªses¡±, explica la organizadora de Las Noches B¨¢rbaras, Carmen Vela.

Tambi¨¦n fruto de ese esp¨ªritu es el hecho de que la apertura de la fiesta haya quedado en manos de la Orquesta Solf¨®nica, el espacio abierto de m¨²sica cl¨¢sica nacido hace exactamente un a?o al calor del 15-M y devenido en banda de sonido de los indignados. Tal vez para no traicionar ese origen callejero dar¨¢ su concierto sobre la acera del C¨ªrculo, a metros de la librer¨ªa Antonio Machado.

El programa de esta noche es resultado de un largo proceso. ¡°En buena medida se hace a trav¨¦s de Radio C¨ªrculo [la emisora del CAB] y se extiende a lo largo de todo el a?o. Llegamos a las bandas y¨¦ndolas a buscar, paseando por la ciudad. Los vamos llevando a la radio y luego hacemos la selecci¨®n¡±, explica Vela. La convocatoria tambi¨¦n se nutre con recomendaciones de m¨²sicos que han participado de ediciones anteriores de Noches B¨¢rbaras y hasta de mel¨®manos an¨®nimos que hacen llegar sus sugerencias al C¨ªrculo v¨ªa correo electr¨®nico.

Alberto sonr¨ªe con una mezcla de sorpresa y orgullo en la cara. Del otro lado de la mesa, David gesticula con una combinaci¨®n de emociones que se parece bastante. Y no solo porque son gemelos. Los hermanos Rodr¨ªguez empezaron a irse de Salamanca (y de a?os de repartirse entre la m¨²sica y el trabajo como camareros) en 2009. Tras varios viajes rel¨¢mpago para ir testeando si Madrid pod¨ªa funcionar como escenario, decidieron instalarse y eligieron la calle Preciados como su b¨²nker p¨²blico. Desde hace un a?o y medio el Grupo Ernest, que completan Javi Ezpeleta y Seve Palomares, forma parte del paisaje habitual de la abarrotada calle a metros de Sol. Tocan d¨ªa por medio entre las ocho y media y las once y media de la noche. Han aprendido de la calle, donde ni la amplificaci¨®n ni la percusi¨®n est¨¢n permitidas.

¡°Hacer m¨²sica en la calle requiere mucha fuerza, proyectar sonido, hacerte o¨ªr m¨¢s que sonar bonito. Al principio ¨¦ramos muy salvajes. Hac¨ªamos como dos o tres d¨ªas seguidos y la voz se romp¨ªa. Hasta que descubrimos que es fundamental descansar un d¨ªa, porque para sacar algo de dinero tienes que aguantar entre tres y cuatro horas cantando fuerte. Si no, no rinde¡±, cuenta Alberto.

Lo que s¨ª rinde, y hace toda la diferencia entre tocar puertas adentro y hacerlo de cara a los que caminan por la ciudad, es la mezcla de libertad y sinceridad que, seg¨²n ellos, sobrevuela sus presentaciones. O como lo pone Alberto: ¡°En la calle todo es verdad. No puedes fingir. Tienes que darlo todo. Si no, no se te para ni Dios¡±. David asiente y agrega: ¡°No es como tocar para tus amigos, que van obligados. El que quiere se queda a escuchar, y el que no, pasa de largo¡±.

As¨ª ser¨¢ tambi¨¦n esta noche. Aunque ocurrir¨¢ todo en un mismo lugar. M¨²sica nacida en la calle, pero, por unas horas, bajo techo.