¡°Es un da?o al servicio p¨²blico y la gente no es consciente¡±
Pese a que en teor¨ªa su labor es meramente administrativa, de su trabajo depende la libertad y el patrimonio de muchas personas
Cristina Morales, de 24 a?os, es una excepci¨®n en la Ciudad de la Justicia de M¨¢laga. Tras terminar la carrera de Relaciones Laborales sac¨® al primer intento la oposici¨®n de tramitador judicial. Desde agosto de 2011 trabaja en el Juzgado de lo Penal 4 de M¨¢laga. El recorte del salario ha supuesto tambi¨¦n un recorte de las expectativas de vida de esta joven. Cuando comenz¨® a estudiar, el salario de un tramitador sin trienios de antig¨¹edad rondaba los 1.450 euros. La reducci¨®n del salario del 5% a todos los empleados p¨²blicos decretada por el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero en mayo de 2010, lo dej¨® en 1.289 euros. A partir de julio su salario rondar¨¢ los 1.075 euros.
La joven comparte con su pareja un piso por el que paga un alquiler de 400 euros mensuales en un barrio obrero de M¨¢laga. A esta cifra hay que sumar los 300 euros de letra mensual del Citro?n C3. Con su novio afectado por un expediente temporal de regulaci¨®n de empleo (ERTE), el resto del dinero sirve para pagar las facturas y la comida. "He tenido que quitar gastos no esenciales. Antes iba a comer a casa de mi madre o de mi suegra por gusto; ahora me invitan adem¨¢s para echarme una mano", afirma. "De comprar una vivienda o de tener ni?os, ni hablamos, y lo cierto es que me gustar¨ªa", comenta.
Dos tercios del sueldo total de un funcionario de Justicia lo abona el Ministerio de Justicia. La Junta paga el tercio restante ¡ªlos complementos espec¨ªficos¡ª. El recorte salarial global es del 5%, pero el Gobierno andaluz ha detra?do la cantidad del complemento espec¨ªfico, que se ha reducido en torno al 25%, se queja Cristina. Los funcionarios de Justicia temen un nuevo recorte por parte del Gobierno central.
Como la inmensa mayor¨ªa de los funcionarios de justicia, Cristina tiene su mesa atestada de papeles. Pese a que en teor¨ªa su labor es meramente administrativa, de su trabajo depende la libertad y el patrimonio de muchas personas. "Cuando llegu¨¦ no pensaba que se trabajara tanto y con tanta responsabilidad. Por pura conciencia, echamos m¨¢s horas de las que nos corresponden; as¨ª se te quitan las ganas. Este recorte es un da?o al servicio p¨²blico y la gente no es consciente", afirma.
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