La inteligencia cotidiana
Unos remozados Mam¨¢ presentan en la Clamores su tercera entrega de la nueva etapa
Mam¨¢ son algo as¨ª como el eslab¨®n perdido de la Movida madrile?a, un grupo que pudo resultar decisivo y acab¨® disolvi¨¦ndose tras una producci¨®n infame de Luis Cobos. Ahora, tres d¨¦cadas y no pocos estropicios despu¨¦s (el m¨¢s irreparable, la p¨¦rdida del guitarrista Manolo Men¨¦), Jos¨¦ Mar¨ªa Granados ha reflotado con fe creciente el proyecto sin otra hoja de ruta que el mayor de sus capitales: un pu?ado de notables canciones. El remozado y veterano quinteto ha cogido carrerilla y ayer presentaba ante una fervorosa sala Clamores su tercera entrega de la nueva etapa, un EP de cinco temas (Segundo asalto) de los que al menos dos, Me hart¨¦ de volar e Idiota -sobre la asunci¨®n compartida de las derrotas? son espl¨¦ndidos.
Hay quien sit¨²a a Granados a la altura de Enrique Urquijo y Antonio Vega, y reescuchando Hora punta en el metro, Vete o la can¨®nica Nada m¨¢s¡¯podr¨ªamos asumir la tesis sin temblores de pulso. A Jos¨¦ Mar¨ªa no siempre le acompa?¨® la voz, poco personal y algo desastrada, en tierra de nadie entre lo turbio y lo meloso. Pero su escritura mantiene una altura exquisita, como de disco de Los Secretos sin aporte de valium, Ya desde la primera pieza, En buenas manos, se advierte la apelaci¨®n al pensamiento positivo: como esbozar c¨¢balas sobre el futuro es contraproducente, dej¨¦monos llevar por los atisbos de inteligencia, conversaci¨®n o ternura que encontremos en el periplo cotidiano.
Las recientes Mal de amores o Solo por hoy¡¯tambi¨¦n optan por la buena cara para los malos tiempos, mientras que el cierre, la versi¨®n en castellano de Like a rolling stone, es brillante y valeroso: hay que echarle bemoles para traducir a Dios y no parecer un pobre diablo. Pero as¨ª es Granados, un tipo que, a los 54 a?os, se siente merecidamente a gusto consigo mismo.
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