La droga viaja en yate
Los narcotraficantes utilizan barcos de peque?o tama?o para el contrabando de hach¨ªs
La ¨²ltima operaci¨®n ha sido en El Puerto de Santa Mar¨ªa (C¨¢diz). La Agencia Tributaria, gracias a sus agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera, abort¨® una trama que trat¨® de introducir 630 kilos de hach¨ªs en el puerto deportivo de Puerto Sherry. Todo se hab¨ªa hecho a plena luz del d¨ªa. Y un domingo. Los narcos aprovechaban la escasa vigilancia de estos muelles y las jornadas festivas, de intenso tr¨¢fico en el mar, para camuflarse, como si fueran pescadores aficionados, entre los dem¨¢s barcos. La estrategia de las mafias ha cambiado. Se han reducido las lanchas con grandes cargamentos, de m¨¢s de una tonelada, a viajes en pesqueros o yates, con menos droga pero m¨¢s f¨¢cilmente disimulable.
Si hay un colectivo que sabe adaptarse r¨¢pidamente a las circunstancias, superar las dificultades y encontrar nuevas v¨ªas para mantener su negocio, ese es el de las mafias del narcotr¨¢fico. Hace a?os que cambiaron las pateras por las embarcaciones de goma o semirr¨ªgidas. Eran m¨¢s r¨¢pidas y permit¨ªan navegar a gran velocidad por el r¨ªo Guadalquivir para esquivar a los agentes de la Guardia Civil o Vigilancia Aduanera que viajaban en embarcaciones m¨¢s lentas. Pero este m¨¦todo, m¨¢s ostentoso, se desmoron¨® cuando se extendieron los radares y c¨¢maras del Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE).
Antes la mayor¨ªa de alijos de hach¨ªs eran de m¨¢s de una tonelada, ahora est¨¢n en torno a los 500 kilos Ana Villag¨®mez, fiscal antidroga
Ahora la opci¨®n m¨¢s habitual es la de camuflar la droga en los dobles fondos de barcos recreativos o de pesca deportiva. En realidad, seg¨²n advierte la fiscal antidroga de C¨¢diz, Ana Villag¨®mez, la droga sigue llegando desde Marruecos en barcos m¨¢s grandes y es en alta mar donde se produce el trasvase a estas embarcaciones m¨¢s peque?as. ¡°Tratan de pasar desapercibidas entre otros barcos de pesca o de paseo¡±, sostiene la fiscal. No quieren levantar sospechas para evitar inspecciones inesperadas. Por eso navegan de d¨ªa. Vigilancia Aduanera detecta un mayor movimiento en jornadas festivas, con buen tiempo y, por tanto, con mayor tr¨¢fico en el mar.
El ¨²ltimo paso es descargar la droga. Eligen puertos deportivos, donde la vigilancia es escasa. Al ser alijos m¨¢s peque?os, es m¨¢s f¨¢cil transportar despu¨¦s la droga a veh¨ªculos que esperan en esos muelles. La mayor¨ªa de estos puertos son titularidad de la Junta de Andaluc¨ªa, aunque algunos est¨¢n bajo r¨¦gimen de concesi¨®n privada. ¡°Se han convertido en aut¨¦nticos coladeros fundamentalmente por la presi¨®n del SIVE hacia los barcos que a priori, son m¨¢s sospechosos. Los pesqueros y los yates no lo son. Pasan desapercibidos. Y los puertos deportivos y pesqueros, en nuestra opini¨®n, est¨¢n poco vigilados¡±, argumenta Francisco Mena, de Nexos, la federaci¨®n antidroga de la provincia de C¨¢diz.
Estos colectivos reclaman m¨¢s seguridad. La fiscal¨ªa y la Agencia Tributaria consideran que las embarcaciones de recreo y los puertos deportivos est¨¢n controlados, como ha mostrado la reciente operaci¨®n en Puerto Sherry. La ¨²ltima memoria de la Fiscal¨ªa Antidroga de C¨¢diz no reclamaba m¨¢s seguridad en estos puertos pero s¨ª en r¨ªos como el Barbate, donde las barreras construidas hace a?os se hab¨ªan ido deteriorando sin que las Administraciones actuasen.
La total de droga incautada apenas ha variado en los ¨²ltimos a?os. Lo que s¨ª se ha observado es que las cantidades que traen en cada viaje son menores. ¡°Antes la mayor¨ªa de alijos de hach¨ªs eran de m¨¢s de una tonelada, ahora est¨¢n en torno a los 500 kilos¡±, subraya Ana Villag¨®mez. As¨ª pueden esconderse mejor de la vigilancia y permitir un mejor camuflaje en el doble fondo de sus embarcaciones pesqueras o de recreo.
Lo que vaticinan los que luchan cada d¨ªa contra la droga es que cuando esta estrategia les vuelva a fallar, los narcotraficantes encontrar¨¢n otra nueva f¨®rmula para reinventar su negocio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.