¡°Entiendo que me griten por los recortes¡±
Emilio Llera muestra su preocupaci¨®n por que la forma de actuar en el caso de los ERE puede al final perjudicar el resultado de la instrucci¨®n
A¨²n est¨¢ ajust¨¢ndose el traje de pol¨ªtico. Emilio Llera (Granja de Torrehermosa, Badajoz, 1951) da la sensaci¨®n de librar una batalla interna entre el lenguaje franco de fiscal (30 a?os ejerciendo) y el edulcorado de consejero de Justicia e Interior, dos meses despu¨¦s de su nombramiento. Uno de los fichajes m¨¢s sorprendentes de Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n afronta con resignaci¨®n los duros recortes que ya le han costado los primeros pitidos de funcionarios. Y ante el end¨¦mico retraso de la justicia, acentuado por la crisis econ¨®mica, su actuaci¨®n est¨¢ bajo lupa. Los balones que queman los despeja hacia Madrid.
Pregunta. Sus primeras intervenciones recordaron al portavoz del PP en el Senado, que dijo: ¡°Ahora que ya no estamos en campa?a vamos a decir la verdad¡±.
Respuesta. Uno de los compromisos que he adquirido conmigo mismo es decir siempre la verdad. Quiero hablar claro y creo que me s¨¦ hacer entender por la gente de la justicia, de los cuerpos de seguridad, pero tambi¨¦n por la gente de la calle, porque estoy trabajando para los ciudadanos. A veces utilizo t¨¦rminos demasiado coloquiales, quiz¨¢ inoportunos.
¡°A veces utilizo t¨¦rminos demasiado coloquiales, quiz¨¢ inoportunos¡±
P. Ese lenguaje franco le cost¨® una primera pol¨¦mica con la Ciudad de la Justicia de Sevilla.
R. Es muy dif¨ªcil que se pueda ejecutar en los tiempos en los que estamos, est¨¢ muy lejos de ser una realidad. Y tambi¨¦n dije que yo no renuncio a nada.
¡°Me preocupan las garant¨ªas procesales en los ERE y que no pueda condenarse¡±
P. ?Le parece el mejor mensaje a la ciudadan¨ªa tildar como ¡°rollo¡± a los ERE, un caso con tanto dinero defraudado, por muy farragosa que sea la instrucci¨®n?
R. Fue un t¨¦rmino excesivamente coloquial que quiz¨¢ no deb¨ª utilizar. Me extra?¨® que la ¨²nica preocupaci¨®n del PP fueran los ERE cuando hay casi dos millones de asuntos con ciudadanos pendientes de ellos. Lo que quise decir es el rollo obsesivo de los ERE, porque desde que llegu¨¦ al Parlamento, el portavoz del PP empez¨® a decir que si yo era un consejero empleado para blindar al Gobierno del problema de los ERE, aunque sigo sin explicarme c¨®mo puedo yo blindar a ning¨²n Gobierno. Yo coordinaba la secci¨®n de Delitos Econ¨®micos y el asunto siempre lo llev¨® Anticorrupci¨®n.
¡°El Gobierno central ha vaciado el fondo para integraci¨®n de inmigrantes: cero¡±
P. ?Se arrepiente de mezclar la belleza de la juez Alaya con su capacidad de trabajo?
R. (Suspira) Se me ha interpretado mal. Reconozco que es una mujer muy trabajadora con una capacidad de trabajo realmente sorprendente porque, lo vuelvo a decir, no s¨¦ de d¨®nde saca tiempo. F¨ªjese que hay dos fiscales dedicados en exclusiva a esto y sin embargo ella sola est¨¢ tirando para adelante del procedimiento. Lo que quise decir, y fue un exceso, es que ten¨ªa tiempo para seguir arregl¨¢ndose y seguir siendo femenina. ?Eso se interpreta como machista? Me parece exacerbar el sentido de la expresi¨®n. Todo el mundo que me conoce sabe que no soy machista.
¡°En lo Social se?alan para un a?o y en lo Penal para dos. Esto no es respuesta¡±
P. ?Abarca demasiado la investigaci¨®n con tantas consejer¨ªas?
R. Es un macroproceso. La ley prev¨¦ que se abran piezas por cada asunto y ella no lo est¨¢ haciendo as¨ª. Yo hubiera abierto piezas como juez de instrucci¨®n, porque no sabemos lo que resultar¨¢ que tenga importancia y lo que no, y puede perderse en el vac¨ªo.
P. ?Comparte esa acusaci¨®n de la Junta sobre causa general? ?Se investiga por investigar?
R. Un poco eso es verdad, por no decir totalmente verdad. Lo que me preocupa es que esta forma de actuar puede al final perjudicar el resultado de la instrucci¨®n: que haya fuentes de prueba que resulten contaminadas y que por problemas de garant¨ªas procesales no pueda condenarse a los inculpados. No es mi perspectiva propia, forma parte del sentir de muchos jueces y fiscales de Sevilla. Hoy como consejero no debo juzgar nada de eso. Espero se la deje trabajar en paz, al igual que a la comisi¨®n de investigaci¨®n. Que no se haga pol¨ªtica en el juzgado ni justicia en la comisi¨®n. Pero el derecho a la cr¨ªtica compete a cualquier ciudadano y a los poderes p¨²blicos.
P. ?Qu¨¦ deber¨¢n hacer los imputados cuando sean preguntados en la comisi¨®n de investigaci¨®n del Parlamento?
R. Si est¨¢n imputados en un juzgado tienen derecho a decir lo que quieran. La Constituci¨®n ampara ese derecho donde sea.
P. Son ya a?os de retraso en la justicia.
R. Siglos. No a?os. Siglos.
P. ?Es la justicia un dinosaurio contra el que todos fracasan?
R. Soy un hombre de esperanza que cree que el futuro nos depara siempre mejorar. Tengo esperanza de que habiendo un ministro de Justicia que tambi¨¦n es fiscal y un consejero de Justicia de la misma carrera, podamos entendernos y aportar mejoras para la justicia. Cuando empec¨¦ en la Fiscal¨ªa de Sevilla en 1982 trabaj¨¢bamos con bol¨ªgrafo y los ordenadores eran ciencia ficci¨®n. Y hoy todos cuentan con un ordenador. La ventaja que tengo al conocer la justicia por dentro perfectamente es que puedo optimizar los escasos recursos que nos han dejado, porque el momento es mal¨ªsimo. Puedo priorizar lo que es urgente y m¨¢s da?o hace a la justicia.
P. Los sindicatos censuran que la Junta se ha enrocado respecto a la bajada salarial del 5%.
R. Hoy esa situaci¨®n est¨¢ periclitada. Nos hemos enfrentado a un problema. Y es que el Gobierno impuso unos recortes a las comunidades que supusieron un reajuste brutal. Todav¨ªa no s¨¦ con cu¨¢nto dinero cuento hasta el final de 2012 y hoy me encuentro con que el fondo para integraci¨®n de inmigrantes lo han vaciado: cero. Eso obliga a una reorganizaci¨®n de los recursos andaluces para los inmigrantes. Por pura ideolog¨ªa, la Junta no puede soportar que se cancele el derecho universal a la sanidad.
P. En 2011 quedaron 6.200 asuntos por resolver en los juzgados por despidos, pese a que su tramitaci¨®n es preferente.
R. Es una situaci¨®n esperp¨¦ntica y penosa. Los juzgados de lo Social se?alan para un a?o y los de lo Penal para dos. Esto no es una respuesta a los ciudadanos, pero depende del esfuerzo del Gobierno central. El secreto no est¨¢ en clonar juzgados sino en reforzar el n¨²mero de jueces.
P. ?Hay qu¨ªmica entre usted y los jueces?
R. No he observado tiranteces de momento. Yo les conozco como ellos me conocen. Sabemos todos que estamos en la misma sinton¨ªa: en tratar de mejorar esto. Siempre he tenido en cuenta las sugerencias.
P. ?C¨®mo se siente un exfiscal siendo increpado por los funcionarios de Justicia ante los recortes? Le pregunto por sus tripas.
R. Y yo se las voy a ense?ar: me duele porque les entiendo. Cuando te bajan el sueldo, y a m¨ª me doli¨® cuando me lo bajaron, entiendo que me grite la misma gente que ha estado trabajando conmigo hasta anteayer. Me duele m¨¢s por ellos que por m¨ª.
P. Le ha tocado ese papel¨®n.
R. Para m¨ª ha exigido un sacrificio bastante grande. Le doy un dato: yo fui nombrado consejero el 7 de mayo. El 8 de mayo iba a ser nombrado fiscal de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo. Estaba decidido. Era la ilusi¨®n de mi vida y tuve que renunciar a ella porque no fui capaz de decirle al presidente del Gobierno andaluz que no me iba con ¨¦l.
P. ?Y c¨®mo le engatus¨® para renunciar a esa ilusi¨®n vital?
R. Me record¨® que yo dec¨ªa que el consejero era alguien muy lejano a la justicia. Y si me hab¨ªa quejado siempre, ahora ten¨ªa la obligaci¨®n de impedir aquello que criticaba.
P. ?Ha notado el descr¨¦dito de la justicia por el caso D¨ªvar?
R. D¨ªvar no es la justicia. Era la m¨¢xima autoridad del Gobierno de los jueces. Pero la justicia est¨¢ en otro lugar. El Consejo General del Poder Judicial no representa a la fiscal¨ªa, abogados y procuradores. La justicia entera no se ha deteriorado, sino la imagen de los jueces.
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