Cru?lla: popularidad sin populismo

Cru?lla de Cultures quiere decir cruce, encrucijada de culturas, lo que significa mezcla, variedad y falta de prejuicios. Desde su nacimiento en Matar¨® ha intentado delimitar las fronteras abiertas de un acontecimiento donde la libertad de programaci¨®n y el riesgo en la mezcla no derive en despiste y en el populismo del ¡°vale todo¡±. Su traslado al F¨®rum hace cinco a?os intent¨® facilitar su supervivencia situ¨¢ndolo en una ciudad que presume de abierta, cosmopolita y festiva, adjetivos que no siempre vienen a la cabeza cuando se habla de Barcelona. La dificultad de dirigirse al gran p¨²blico sin una personalidad que milite en un estilo determinado, su apelaci¨®n a la buena m¨²sica y el hecho de que otros festivales barceloneses de renombre vayan abriendo sus puertas a la variedad, concepto en el que vive el Cru?lla desde sus inicios, hacen de este festival una idea atrevida y excitante.

En sinton¨ªa con esta ensalada de estilos y artistas, a¨²n con todo mucho m¨¢s definida e intencionada que algunos montajes gigantescos con aire de parque tem¨¢tico, el Cru?lla de Cultures, iniciativa de las Casas de M¨²sica Popular, plataforma de salas de conciertos agrupadas en una gesti¨®n mixta p¨²blica y privada, el festival vuelve a apostar este a?o por la variedad, la ausencia de restricciones y un marcado tono festivo donde la introspecci¨®n tiene escaso peso. La plaza p¨²blica se reivindica pues como espacio de jarana, como lugar para que el bureo campe a sus anchas. Cuatro escenarios con la programaci¨®n sin solaparse facilitar¨¢n que el p¨²blico no tenga que escoger entre varias actuaciones simult¨¢neas y evite la sensaci¨®n de haberse perdido algo. Eso considerando adem¨¢s que sus precios tienen car¨¢cter popular y que ha habido ofertas por los abonos absolutamente incre¨ªbles (se ofertaron 500 abonos a 40 euros).

Los cabezas de cartel de un festival as¨ª son dif¨ªciles de precisar. De entrada porque ser un grupo extranjero no garantiza un seguimiento m¨¢s nutrido por parte del p¨²blico, que todo y con ello se supone asistir¨¢ en masa al concierto de The Specials, grupo hist¨®rico de ska reunido hace tres a?os tras mucho tiempo de inactividad. The Specials, fruto de la colaboraci¨®n entre blancos y negros para interpretar en la Inglaterra urbana de finales de los setenta m¨²sica de origen jamaicano, son uno de los grupos que mejor definen la personalidad del festival que los acoge. Pero, a pesar de todo, ?quien garantiza que La Pegatina no alcance un ¨¦xito similar?. El grupo barcelon¨¦s, una batidora impulsada por la rumba, atraviesa un momento dulce que puede refrendar en campo propio, en un festival tan a medida de su personalidad como el Cru?lla.

Pero hay bastante m¨¢s, y mucho de lo ofertado tiene aires de clasicismo. Clasicismo hip hopero con los Cypress Hill; de poes¨ªa dub con el gran Linton Kwesi Johnson; de punk con Iggy y sus Stooges; de sonido africano con Amadou & Mariam; de soul con Sharon Jones o de pop latino con Julieta Venegas. Pero adem¨¢s est¨¢ la nueva savia de M.I.A, otra de las cabezas de cartel y un ampl¨ªsimo cat¨¢logo de m¨²sica local con referencias como Quimi Portet, excelente su ¨²ltimo trabajo (Oh my love), Las Migas, Bigott, Za!, Lenacay ¨Cparte de Ojos de Brujo-, The Pepper Pots, Mendetz, Joana Serrat , Depedro o los Tiki Phantoms. Para todos los gustos. Y sin pu?etas.