¡°Estoy feliz, ¡®La esclusa¡¯ no encajaba en mi colecci¨®n¡±

Carmen Thyssen se ha convertido en estos ¨²ltimos d¨ªas en asidua, a¨²n m¨¢s, de los medios de comunicaci¨®n. Tras la venta en subasta el martes de La esclusa, obra maestra del ingl¨¦s John Constable, que alcanz¨® algo m¨¢s de 27 millones de euros ¡ª23,5 para la baronesa¡ª, present¨® este jueves el nuevo Espacio Carmen Thyssen, situado en el monasterio de Sant Feliu de Gu¨ªxols, la localidad de Girona donde tiene una de sus viviendas. El acto tambi¨¦n sirvi¨® para inaugurar la exposici¨®n (el acto oficial ser¨¢ el s¨¢bado) Paisajes de luz, paisajes de sue?o. De Gauguin a Delvaux,con 53 obras de autores catalanes como Anglada Camarasa, Casas, Fortuny, Nonell, Saura y T¨¤pies, y pintores internacionales como Estes, Grifford, Kensett, Linder, Vlaminck, Boudin y Gauguin, todas de su colecci¨®n privada, que podr¨¢n verse hasta el 7 de octubre.

La venta del martes marc¨® el acto. ¡°Todo el mundo sabe que renunci¨¦ a parte de la herencia de mi marido para conseguir que la colecci¨®n se quedara en Espa?a. Nunca hubiera vendido una obra de ¨¦l, pero esta me pertenec¨ªa y no encajaba en mi colecci¨®n. Si al bar¨®n no hubiera querido que la vendiera, la habr¨ªa puesto entre sus cuadros. No he destrozado mi colecci¨®n¡±, asegur¨®.

¡°Me siento tranquila. Un coleccionista pierde una obra de arte y le sabe mal, pero la vida sigue¡±, dijo ante el cerca de centenar de medios acreditados. ¡°Las cr¨ªticas no me importan porque Francesca [la hija de su marido] vendi¨® 18 obras de su padre a los tres meses de morir este. Ella no es coleccionista, es marchante y representa a artistas carpinteros, mientras que lo que diga Norman Rosenthal, su asesor art¨ªstico [que dimiti¨® como patrono del Museo Thyssen], no me merece respeto¡±. Han sido dos de las perlas que la baronesa ha lanzado a los m¨¢s cr¨ªticos con la venta, que han calificado de ¡°catastr¨®fica¡± y ¡°movida solo por lo econ¨®mico¡±, adem¨¢s de cuestionar su papel al frente de la fundaci¨®n.

La baronesa ha explicado que tard¨® tres a?os en tomar la decisi¨®n y que desde el primer momento lo ofreci¨® al ministerio para que lo comprara. ¡°Pero, naturalmente, no pod¨ªa ser¡±. En cuanto a su falta de liquidez, ha asegurado: ¡°No me averg¨¹enza reconocerlo. Soy un ser humano¡±.

Relajada, la coleccionista asegura que la venta le permitir¨¢ ¡°tener m¨¢s margen para comprar¡±, algo que no ha dejado de hacer, seg¨²n se puede ver en la exposici¨®n, donde cuelga un mart¨ª alsina y un llimona comprados en los ¨²ltimos meses.

Hace unas semanas se supo que junto al Museo Nacional de Arte de Catalu?a (MNAC), en uno de los pabellones modernistas propiedad de la Fira de Barcelona, exist¨ªa la intenci¨®n de crear un nuevo centro con un buen n¨²mero de las obras de su propiedad. La Caixa, que abonar¨¢ los cinco millones anuales del alquiler de las obras, estar¨ªa detr¨¢s de la operaci¨®n. Tras asegurar que se enter¨® tras leerlo en la prensa, reconoci¨® los contactos, pero a?adi¨® que no hay nada en concreto. ¡°El pabell¨®n es espectacular y est¨¢ nuevo. Lo he visitado, tal como se ha publicado¡±, confes¨®. ¡°Quiz¨¢ este s¨¢bado hablar¨¦ con Mascarell¡±, dijo sonriendo, en referencia al acto de inauguraci¨®n al que acudir¨¢ el consejero de Cultura.

Tengo unos mil y pico cuadros. Hay obras para todos los centros¡±

¡°Mi deseo es estar en Catalu?a, porque soy catalana¡±, dijo. Pero aclar¨®: ¡°Eso no implica vaciar los otros museos de Madrid y M¨¢laga. Hay obras para todos, tengo unos mil y pico cuadros. Lo de Barcelona no invalida nada¡±. Carmen Thyssen ha asegurado que tiene intenci¨®n de reunirse con Pepe Serra, director del MNAC, para hablar de los planes del nuevo pabell¨®n. ¡°Cuando nos instalamos en Madrid se nos mir¨® con recelo, pero la uni¨®n del Thyssen, el Prado y el Reina Sofia han hecho de Madrid la capital del arte. En Barcelona puede pasar lo mismo¡±. ¡°La cesi¨®n de las obras ser¨ªa un alquiler. Ya me toca, tengo herederos y he de dejar las cosas bien¡±, asegur¨®.

Con respecto al MNAC, la baronesa anunci¨® que no renovar¨¢ el convenio que firm¨® con la Generalitat en 2004 y que venci¨® en 2010, por el que se compromet¨ªa a depositar algunas de sus obras en el primer museo catal¨¢n. A lo largo de los a?os, digustada por c¨®mo se exhib¨ªan las obras, se las ha ido llevando con la excusa de que las utiliza en exposiciones. De hecho en San Feliu se pueden ver 4 de los 27 cuadros que llegaron a estar colgados en el museo de Montju?c. De los centros de Madrid llegan 47 pinturas, y del de M¨¢laga, solo dos.

En cuanto al nuevo centro de Sant Feliu, que funcionar¨¢ mientras el museo que est¨¢ previsto construir junto al monasterio est¨¦ aparcado por la crisis, ha confirmado su intenci¨®n de programar todos los a?os, al menos, una exposici¨®n temporal, la pr¨®xima ser¨¢ sobre uno de sus autores favoritos: el pintor Josep Amat.