De Yoyes a Mintegi
Mar¨ªa Dolores era del 54. Laura es casi un a?o y medio menor, del 55. Mar¨ªa Dolores era guipuzcoana, nacida en Ordizia. Laura lo hizo no muy lejos, en la navarra Estella. Para Mar¨ªa Dolores los viajes habr¨ªan de esperar; de ni?a corr¨ªa y de joven paseaba por las mismas calles que la vieron nacer. Otras calles y otros paisajes y otros aires habr¨ªan de esperar. Laura, en cambio, ya de beb¨¦ tuvo que meter su biber¨®n en una maleta rumbo a Venezuela; m¨¢s adelante, pero no demasiado, su ni?ez y juventud tomar¨ªan una l¨ªnea de metro de tres estaciones: Navarra-Bilbao-Algorta (donde a¨²n hoy reside).
"Yo me sub¨ª al carro -dec¨ªa Mar¨ªa Dolores en una de las entradas de su diario- en 1972-73 y baj¨¦ en 1979": las ruedas del carro de ETA la sacaron casi del instituto, de sus estudios de Magisterio y tambi¨¦n casi por vez primera de Ordizia y la hicieron tomar otra l¨ªnea de metro, ¨¦sta un poco m¨¢s larga que la de Laura, de cuatro estaciones: Sur de Francia-M¨¦xico-San Sebasti¨¢n-Ordizia (estaci¨®n de t¨¦rmino que la vio nacer y morir). Afortunadamente a Laura esas ruedas no la desplazaron de sus estudios de Historia y Psicolog¨ªa y en el 81, mientras Mar¨ªa Dolores estudiaba Sociolog¨ªa en M¨¦xico, ya era profesora universitaria. Y Mar¨ªa Dolores tuvo un hijo: Akaitz, que debe de rondar hoy los 29 a?os: la cifra resultante de sumarle tiempo a los tres a?os que ten¨ªa en septiembre del 86, cuando una tarde el carro de ETA atropell¨® a su madre. Ese Akaitz que ya hace mucho que dej¨® de preguntarle a su padre: Amatxo non dago? Y Juanjo de responderle: Zeruan. Los hijos de Laura son algo menores: 20 la chica y 18 el chico y por fortuna esa pregunta no ha tenido lugar en sus vidas.
Y a Mar¨ªa Dolores le comenz¨® a pesar, si es que no lo hab¨ªa hecho siempre, el exilio mexicano. "Como en la naturaleza, las palmeras no salen en cualquier sitio. No es malo salir, ver otros lugares, pero es mucho mejor volver al sitio donde uno fue creado", escrib¨ªa en el 81. As¨ª, cuatro a?os despu¨¦s, en el 85 regres¨® -como una palmera- al sitio donde fue creada. Y all¨ª la esperaban, entre otros, esos concejales de Herri Batasuna que votaron en contra de una huelga general de condena por su asesinato. "?C¨®mo voy a apoyar a un HB convertido en payaso de un militarismo de corte fascista? ?C¨®mo me voy a identificar con dirigentes que lo ¨²nico que saben hacer es aplaudir los atentados de ETA y pedir m¨¢s muertos? ?Qu¨¦ l¨ªnea pol¨ªtica es ¨¦sta?", recoge su diario el 17 de noviembre del 85. Poco m¨¢s de a?o y medio despu¨¦s -otra vez ese a?o y medio entre ambas- de que Mar¨ªa Dolores escribiese eso, Laura iba en las listas de HB al Parlamento Europeo.
Mar¨ªa Dolores tuvo el dudoso honor de ser la primera mujer en formar parte de la direcci¨®n de ETA. Laura quiere ser la primera mujer lehendakari. Yoyes y Mintegi; Mintegi y Yoyes, vidas paralelas. El error de Mar¨ªa Dolores: tener la raz¨®n antes de tiempo: un cuarto de siglo antes que Laura.
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