Barriga Verde o el t¨ªtere insumiso
Un documental revisa las funciones de marionetas con las que la familia Silvent amenizaba las ferias de la posguerra
Golpea al cura, se r¨ªe del rey y exaspera al polic¨ªa. A veces ni siquiera hay en su rostro de madera una expresi¨®n identificable, pero su condena de la autocomplacencia lo delata. El semblante de Pulcinella, Guignol, Punch o Kasper, casi marionetas nacionales en Italia, Francia, Inglaterra y Alemania, es siempre la de la irreverencia m¨¢s clarividente, que el poder intenta neutralizar infantilizando al buf¨®n. Morreu o demo, acabouse a peseta, un documental de la productora Tintim¨¢n dirigido por Pedro Solla, revisa esta figura del t¨ªtere desobediente a trav¨¦s del personaje de Barriga Verde, el fantoche creado por la familia Silvent en los a?os treinta y el pariente m¨¢s cercano del Pulcinella napolitano ¡ªprobablemente, la marioneta europea m¨¢s antigua¡ª en la tradici¨®n galaica.
Si Barriga Verde era gallego, sus or¨ªgenes, no
?Si Barriga Verde era gallego, sus or¨ªgenes, no. ¡°En la sociedad gallega rural, el ¨²nico espect¨¢culo de marionetas que exist¨ªa hasta entonces era el de los ciegos, que cantaban y recitaban acompa?ados de t¨ªteres¡±, apunta Comba Campoy, productora del documental, grabado entre Barreiros, Pontevedra ¡ªdonde vive parte de la familia Silvent¡ª Francia, Italia, Portugal y Rep¨²blica Checa, para explicar la filiaci¨®n for¨¢nea de Barriga Verde. Inspirado en el don Roberto portugu¨¦s, el monigote lleg¨® a Galicia cuando en el resto de los pa¨ªses europeos, incluida Espa?a con su don Crist¨®bal, las marionetas como buf¨®n del poder exist¨ªan desde siglos antes con contenido adulto y tono insumiso.
¡°Siempre pens¨¦ que Punch y Judy [la longeva pareja de t¨ªteres del Reino Unido, documentada por primera vez en el siglo XVII y l¨¢tigo de la r¨ªgida moral victoriana] era un espect¨¢culo para adultos. ?Si est¨¢ lleno de sexo y violencia!¡±, reflexiona en el documental Penny Francis, una actriz y profesora brit¨¢nica. Adem¨¢s de los especialistas del teatro de t¨ªteres ¡ªcomo Jaroslav Blecha, jefe del departamento de historia del teatro del Museo de Moravia de Brno, en la Rep¨²blica Checa¡ª la cinta incluye las voces de Alfonso y Juan, descendientes de la generaci¨®n que cre¨® Barriga Verde y, como hijos de los inventores, Santiago y Jos¨¦ Silvent¡ªel ¨²ltimo, el m¨¢s famoso¡ª, trabajadores de aquella factor¨ªa de marionetas que tambi¨¦n ofreci¨® espect¨¢culos de variedades y cine ambulante. Ah¨ª viene Mart¨ªn Corona, la pel¨ªcula que uni¨® bajo los focos a Sara Montiel y a Pedro Infante, era garant¨ªa de ¨¦xito.
La cinta fue grabada en Galicia, Francia, Rep¨²blica Checa, Italia y Portugal
La vida n¨®mada de los Silvent, que en invierno dejaban la barraca y recorr¨ªan tabernas y salas de baile con un proyector de cine que para muchos ni?os del campo supuso su primer contacto con la gran pantalla, transcurri¨® en d¨¦cadas de autoritarismo. El t¨ªtere Barriga Verde gan¨® adeptos durante la dictadura franquista y, al igual que sus hermanos europeos, eligi¨® siempre la lengua propia para sus disputas con la autoridad (en la Rep¨²blica Checa, el fantoche Kasperle se mof¨® siempre en checo, frente al alem¨¢n como lengua de prestigio). Las autoridades no prestaban mucha atenci¨®n a aquellos lances jocosos en los que la viuda alegre, el cura o el indiano acababan ridiculizados, aun cuando su tono era subversivo en comparaci¨®n con el de El Flecha Juan¨ªn, una marioneta d¨®cil nacida en el Frente de Juventudes de Falange.
Barriga Verde hac¨ªa aparici¨®n en la Pascua de Padr¨®n y, despu¨¦s de recorrer Galicia durante meses, se desped¨ªa en octubre en las San Lucas de Mondo?edo, la ¨²ltima cita de la estaci¨®n festiva, donde coincid¨ªa con su hermano Santiago, que conduc¨ªa por el norte de Galicia su propio Barriga Verde. Los Silvent, una familia de titiriteros que con el tiempo acabar¨ªa disgreg¨¢ndose, ¡ªaunque los hermanos se repartieron Galicia para seguir por separado con el espect¨¢culo¡ª, recogieron una tradici¨®n muy antigua, la de la burla a la autoridad, que antes de en Europa ech¨® ra¨ªces en India, China y Jap¨®n.
Morreu o demo, acabouse a peseta¡ªcon esta frase se desped¨ªa de su p¨²blico el d¨ªscolo mu?eco despu¨¦s fulminar al diablo de un estacazo¡ª no es el primer intento de rescatar la memoria de Barriga Verde en los ¨²ltimos tiempos. Hace dos a?os, Viravolta T¨ªteres ¡ªuna de las compa?¨ªas que en los ochenta protagoniz¨® la resurrecci¨®n del teatro de guante en Galicia, con vocaci¨®n pol¨ªtica y did¨¢ctica¡ª reconstruy¨® el Pavill¨®n da risa, la barraca m¨¢s c¨¦lebre de Barriga Verde, que volvi¨® a pisar la feria cuarenta a?os despu¨¦s de la muerte de Jos¨¦ Silvent. ¡°El teatro de t¨ªteres es la hermana peque?a del teatro de autor, siempre se la ha mirado por encima del hombro¡±, lamenta Campoy. La inestabilidad de los Silvent, que siempre cobraban por sus funciones, es hoy m¨¢s actual que nunca, advierte la productora y actriz. ¡°La f¨®rmula que se genera, ya en la democracia, es la cultura como servicio p¨²blico y muchas veces sin pagar entrada, as¨ª que con los recortes de las administraciones los titiriteros tienen que volver a pasar el gorro¡±.
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