La huella del maestro de Lorca

En Gabia la Grande, un pueblo en la Vega de Granada, naci¨® el 12 de agosto de 1876 un ni?o, hijo de los humildes zapateros del pueblo. Antonio Rodr¨ªguez Espinosa vino al mundo para remendar el calzado de sus vecinos, en su mayor¨ªa agricultores que trabajaban en las fincas de un pu?ado de terratenientes. Sin embargo, Antonio Rodr¨ªguez Espinosa lleg¨® al siglo XIX andaluz con el gen despierto de la curiosidad. Atra¨ªdo por los libros, se instruy¨® de forma autodidacta y se matricul¨® en la carrera de magisterio en la Universidad de Granada.

La historia de Rodr¨ªguez Espinosa habr¨ªa sido la de un republicano m¨¢s, un depurado m¨¢s por el franquismo, que incluso lo borr¨® de la carrera de maestro, de no ser porque uno de sus disc¨ªpulos predilectos fue el poeta Federico Garc¨ªa Lorca. Orgullosos de la influencia que Rodr¨ªguez Espinosa ejerci¨® en el autor de Romancero gitano, los vecinos de Las Gabias (municipio al que pertenece Gabia la Grande) rinden estos d¨ªas un c¨¢lido homenaje a su maestro, un hombre que prefiri¨® las casualidades a la l¨ªnea recta del destino y que ha permanecido en el pozo de la indiferencia hasta hoy.

¡°No puedo comprender c¨®mo su importancia ha pasado tan desapercibida para los grandes bi¨®grafos de Garc¨ªa Lorca¡±, explica Fidel Villar Ribot, comisario de una exposici¨®n con los fondos del maestro que puede visitarse durante toda la semana en la Casa Garc¨ªa Benavente y Pisa de Las Gabias. Adem¨¢s, hasta ma?ana viernes se celebrar¨¢n encuentros y conferencias con la presencia de autores como Juan Mata, Miguel ?ngel del Arco Blanco y Andr¨¦s Soria Olmedo.

Encuentros, conferencias y una exposici¨®n dan forma al homenaje

Villar Ribot ha realizado una amplia investigaci¨®n que culminar¨¢ en un libro que reconstruye la vida de Rodr¨ªguez Espinosa. ¡°Fue uno de los pioneros en la educaci¨®n de adultos y adem¨¢s una persona decisiva en la educaci¨®n de Garc¨ªa Lorca¡±, explica Villar. En 1895, Rodr¨ªguez Espinosa fue destinado en Fuente Vaqueros, donde entabl¨® amistad con la familia de Federico a partir de Do?a Vicenta, madre del poeta. En 1903, tuvo que abandonar el pueblo al serle concedida su plaza de maestro en Almer¨ªa. Tres a?os despu¨¦s, los padres del poeta decidieron que su hijo partiera con Rodr¨ªguez Espinosa para preparar el examen de ingreso en el bachiller. "Do?a Vicenta era maestra de p¨¢rvulos y no se sent¨ªa capacitada para preparar a su hijo. Sin embargo, los padres ten¨ªan plena confianza en Rodr¨ªguez Espinosa y le mandaron a Lorca¡±.

En Almer¨ªa, el joven tom¨® sus primeras lecciones de solfeo y entr¨® por primera vez en contacto con la poes¨ªa. ¡°Rodr¨ªguez Espinosa era poeta y organizaba lecturas en su casa. Adem¨¢s no era extra?o ver pasar por all¨ª a Villaespesa. Tambi¨¦n ten¨ªa amistad con Antonio Machado y le gustaba leer poemas de Rub¨¦n Dar¨ªo¡±, asegura Villar Ribot, para quien algunos de los poemas de Impresiones y paisajes, el primer libro de Federico, guardan mucha similitud con los manuscritos de su maestro que pueden verse en la muestra.

Los primeros poemas del escritor son muy similares a los de su profesor

Tras aprobar el examen de ingreso, Garc¨ªa Lorca no permaneci¨® en Almer¨ªa a causa de un flem¨®n que se le extendi¨® a un ojo y que le oblig¨® a regresar a Granada. ¡°Ten¨ªan pensado que se quedara all¨ª con don Antonio, a quien Lorca ya siempre llam¨® Tito, pero la enfermedad hizo perder un curso a Federico y frustr¨® esa posibilidad¡±.

A?os despu¨¦s, ya en Madrid, la casa de Rodr¨ªguez Espinosa ser¨ªa siempre un cobijo familiar para el poeta, que acud¨ªa a ella para recibir el dinero que le enviaba su madre. ¡°Lorca era muy derrochador, y do?a Vicenta confiaba en el maestro para administrar el dinero que le enviaba. Por eso dos d¨ªas antes de salir por ¨²ltima vez camino de Granada tuvo que ir a casa de don Antonio a por el dinero necesario para comprar un billete de tren¡±, explica Villar Ribot, que considera que la importancia del maestro republicano no se debe solo a su relaci¨®n con el poeta.

¡°Es cierto que la m¨²sica, el dibujo, la poes¨ªa y el teatro, todo eso que luego constituir¨ªa el riqu¨ªsimo mundo art¨ªstico de Federico, lo aprendi¨® el poeta de la mano del bueno de Don Antonio. Pero Rodr¨ªguez Espinosa fue mucho m¨¢s que eso. Fue uno de los primeros maestros krausistas que implant¨® su pedagog¨ªa en Granada y como aut¨¦ntico hombre humanista fue tambi¨¦n poeta, articulista y te¨®rico de la Escuela Nueva que la Instituci¨®n de Libre Ense?anza desarroll¨® en nuestro pa¨ªs. Sin duda es un maestro m¨¢s de aquella Espa?a, otra muestra de entrega y de dignidad humana¡±, concluye Villar Ribot.