Claramunt: el viaje a contracorriente
El Macba y el MNAC recuperan la singular obra del artista catal¨¢n
En su apuesta por la recuperaci¨®n del arte de la d¨¦cada de 1980, Bartomeu Mar¨ª, director del Museo de Arte Contempor¨¢neo de Barcelona (Macba), rescata la obra de Luis Claramunt (Barcelona, 1951-Zarautz, 2000), artista extremadamente prol¨ªfico, aunque poco conocido y casi olvidado. Fallecido antes de cumplir los 50 a?os, este hijo de la burgues¨ªa barcelonesa y pintor autodidacta abandon¨® pronto los privilegios de su clase para empezar un viaje f¨ªsico y pict¨®rico que le llev¨® a alejarse progresivamente de Barcelona hacia Marraquech, mientras se despojaba de los v¨ªnculos con la sociedad y su obra se hac¨ªa m¨¢s esencial y minimalista.
¡°Claramunt nada a contracorriente, tanto su vida como su obra se basan en el anacronismo. Mientras los artistas de su generaci¨®n abrazan el arte conceptual y politizado, ¨¦l se centra en la pintura y el dibujo como forma de dar cuenta de la realidad¡±, explic¨® Mar¨ª. De ah¨ª el t¨ªtulo, El viaje vertical, de la primera exposici¨®n que le dedica un museo, aunque en vida exhibi¨® en galer¨ªas de prestigio, como Juana de Aizpuru y Tony Estrany, y seg¨²n Nuria Enguita, comisaria de la exposici¨®n, ¡°sus obras se encuentran en muchas colecciones privadas¡±.
¡°Queremos ofrecer una visi¨®n de Claramunt m¨¢s all¨¢ del personaje bohemio, amante de la cultura gitana y asiduo de las barras de los bares, para centrarnos en una obra que desborda lo pict¨®rico en fotograf¨ªas, fotocopias y experimentos de autoedici¨®n¡±, se?ala Enguita. La exposici¨®n, abierta hasta el 21 de octubre, arranca con una sala de dibujos de la ¨²ltima ¨¦poca, su producci¨®n m¨¢s desconocida, que demuestran la importancia de las referencias literarias a lo largo de toda su vida.
El museo recibir¨¢
Los dibujos sirven como marco de referencia para un recorrido cronol¨®gico que empieza con simulacros de retratos, algunos francamente asombrosos, hechos de masas mat¨¦ricas, casi amorfas, que a lo largo de los a?os se van diluyendo hasta convertirse en signos casi caligr¨¢ficos. El tr¨¢nsito entre lo figurativo y lo abstracto, que caracteriza toda su producci¨®n, se hace m¨¢s patente en los grandes formatos, donde representa la memoria de sus paseos por los entornos urbanos de Barcelona, Madrid, Sevilla y Marraquech, que tanto le fascinaban. Tras esta exposici¨®n, el Macba, que ya posee una veintena de pinturas de Claramunt procedentes del fondo del galerista Salvador Riera, recibir¨¢ de la familia una importante donaci¨®n de dibujos y todo el archivo.
La exposici¨®n concluye en Montju?c, en el MNAC, en una salita entre la Escuela de Olot y Ramon Casas donde se exhiben unos 40 dibujos de Claramunt sobre la mota negra, la maldici¨®n de los piratas de La Isla del Tesoro, una de sus referencias literarias fundamentales, junto a 12 dibujos de Isidre Nonell, por el que manifestaba una profunda admiraci¨®n. ¡°El di¨¢logo funciona muy bien y es evidente la influencia de Nonell en el lenguaje de Claramunt¡±, asegur¨® Pepe Serra, director del MNAC, que reiter¨® su voluntad de abrir las colecciones del museo nacional ¡°para que las obras puedan ser puestas en valor tambi¨¦n en otros contextos expositivos¡±. Claramunt, que se mantuvo todo lo alejado que pudo de las instituciones (¡°no ten¨ªa carnet de identidad ni Seguridad Social¡±, subray¨® Mar¨ª), no sabr¨¢ nunca que sus dibujos han servido para escenificar el nuevo ¡°pacto cronol¨®gico¡± entre el Macba y el MNAC, a la espera de que sea anunciado por el consejero de Cultura, Ferran Mascarell.
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