Solo uno de cada 27 parados podr¨¢ obtener formaci¨®n este a?o
Este a?o se ofrecen plazas para 10.000 desempleados frente a las 17.300 de 2011
La tesis que indica que una de las mejores f¨®rmulas para combatir el paro es ofrecer una buena formaci¨®n a los desempleados es cada vez m¨¢s dif¨ªcil de cumplir en Galicia. Este a?o los recortes en este ¨¢mbito llevar¨¢n a que tan solo una de cada 27 personas que se encuentran en el paro (un 3,7% del total) pueda acceder a un curso de formaci¨®n, para mejorar sus posibilidades de encontrar un empleo.
La rebaja del presupuesto supera el 40%, al pasar de los 67,5 millones de euros dedicados en 2011 a cursos para desempleados a los 39 que se destinar¨¢n este a?o. De esta forma, s¨®lo habr¨¢ plazas disponibles para 10.000 alumnos, frente a los 17.300 que hubo el a?o pasado. En cuanto a la formaci¨®n para ocupados, el recorte es a¨²n mayor, ya que se pasa de los 38,7 millones del a?o pasado a los seis millones previstos en 2012, es decir, m¨¢s de un 80% menos.
Las plazas para desempleados se reducen un 42% y para ocupados, un 80%
El parado se encuentra con que conseguir plaza en uno de esos cursos comienza a parecerse a una oposici¨®n. A la ca¨ªda en los fondos disponibles se suma la poca claridad en la oferta de cursos existente y las dificultades para ser admitido. En principio son t¨¦cnicos los que establecen quienes son los m¨¢s apropiados para acceder a un curso de formaci¨®n. En teor¨ªa, si hay plazas libres, los parados pueden solicitar su inclusi¨®n en alguno de los cursos pero la oferta es muy desigual seg¨²n cada comarca. Es probable que un parado encuentre un curso que se adapta a lo que est¨¢ buscando, pero tambi¨¦n lo es que el lugar donde se celebre est¨¦ a muchos kil¨®metros de distancia del lugar en que reside.
La Xunta asume el gran recorte en los fondos para formaci¨®n, que proviene del Gobierno central. Desde la Conseller¨ªa de Traballo e Benestar se?alan que su objetivo es que aquellos que salgan de los cursos de formaci¨®n vean muy mejoradas sus capacidades profesionales y, por tanto, la oportunidad de encontrar un empleo.
Por parte de los sindicatos se critican los recortes y adem¨¢s se apunta que el sistema vigente no es el mejor posible para permitir al parado su inserci¨®n laboral. Cualquier centro que tenga la habilitaci¨®n necesaria puede llegar a impartir formaci¨®n, lo cual en muchas ocasiones no se corresponde con la demanda que existe en cada comarca o municipio.
La directora general de Formaci¨®n e Emprego, Ana D¨ªaz, reconoce que le gustar¨ªa contar con m¨¢s fondos pero en la situaci¨®n actual la ¨²nica opci¨®n es ¡°optimizar¡± los recursos disponibles. Insiste en que el modelo no establece de entrada unas cantidades a percibir por sindicatos, asociaciones empresariales, ayuntamientos u otros entes capacitados para ofrecer formaci¨®n, sino que el reparto se realiza en funci¨®n de las oferta que presente cada una de estas entidades.
Los sindicatos no participan en el dise?o de los cursos a parados
¡°Los requisitos que se establecen para que un centro pueda realizar formaci¨®n son muy duros, por lo tanto todos los que est¨¢n acreditados pueden afrontar la tarea sin problemas¡±, indica D¨ªaz, quien asegura que se realizan informes para tratar de adaptar el tipo de cursos que se realiza en cada comarca a la demanda existente. El problema es que el sistema impide que se pueda realizar un curso determinado a menos que haya alguna entidad que los solicite.
Sobre las dificultades para acceder a los cursos, Ana D¨ªaz explica que los demandantes de empleo han sido clasificados y cuentan con un itinerario de inserci¨®n que permite seleccionar a los m¨¢s adecuados para cada programa. Adem¨¢s, los desempleados pueden solicitar su inscripci¨®n si quedan plazas libres. ¡°Hay que huir del <CF1001>cursillista profesional que realiza cursos sin una orientaci¨®n determinada¡±, indica D¨ªaz. La picaresca parece m¨¢s dif¨ªcil dada la gran reducci¨®n de plazas.
No hay evaluaci¨®n oficial del resultado de los planes de formaci¨®n
Desde los sindicatos la visi¨®n es bien distinta, Anxo Garc¨ªa, responsable de Formaci¨®n de la CIG, se muestra muy cr¨ªtico con la reducci¨®n de fondos y con la tardanza en aprobar las partidas que ha obligado a realizar cursos ¡°a marchas forzadas¡±, para poder cumplir el calendario. Garc¨ªa apunta que se invierte casi tanto en programas de orientaci¨®n laboral como en cursos de formaci¨®n, con el objetivo de ¡°beneficiar a ayuntamientos cercanos al PP, asociaciones ben¨¦ficas, etc.¡±.
Garc¨ªa destaca que los sindicatos se ven obligados a financiar la realizaci¨®n de los cursos ante la necesidad de anticipar, hasta el 80% del coste de cada uno de ellos, cuando antes este porcentaje se reduc¨ªa al 25%. Jos¨¦ Domingo Barros, secretario de formaci¨®n de UGT-Galicia, se?ala que las asociaciones empresariales tienen m¨¢s v¨ªas de acceso a los fondos que los sindicatos. Adem¨¢s, lamenta que las organizaciones sindicales no tengan un papel en el dise?o de los cursos que se realizan a los parados, al contrario de lo que sucede con los ocupados.
Los sindicatos critican que los ajustes para formaci¨®n se realicen sobre un dinero que han aportado los propios trabajadores y empresas a trav¨¦s de la cotizaciones sociales, al que deben a?adirse los fondos procedentes del Fondo Social Europeo, que equivalen a un 20% del total. Desde la patronal gallega aclaran que la CEG no participa en los planes de formaci¨®n, ya que son ejecutados por las confederaciones provinciales.
La realidad es que m¨¢s all¨¢ de las l¨ªneas maestras que se supone que fija la Conseller¨ªa no se aprecia en la programaci¨®n una estrategia para que los cursos consigan el objetivo de que los parados puedan acceder a un empleo. La directora general de Formaci¨®n explica que el objetivo es mejorar las oportunidades de encontrar un empleo de los alumnos, aunque reconoce que no hay garant¨ªas de que la formaci¨®n que reciben sea la mejor para encontrar un trabajo con rapidez, dada la situaci¨®n del mercado laboral.
Otra cuesti¨®n pendiente es el control de los fondos destinados a formaci¨®n. La Conseller¨ªa de Traballo detect¨® hace unas semanas un presunto fraude en A Coru?a, donde se pidieron fondos para cursos que nunca llegaron a realizarse. D¨ªaz apunta que se realizan inspecciones en todos los programas, con una media de tres visitas de inspectores a cada uno. Adem¨¢s, se hacen encuestas a los alumnos para saber el nivel de satisfacci¨®n con la formaci¨®n recibida. Sin embargo, no hay una evaluaci¨®n oficial del resultado de los planes de formaci¨®n. No se hace p¨²blico, por ejemplo, que porcentaje de desempleados que pasan por los cursos acaban obteniendo un empleo. As¨ª parece dif¨ªcil conseguir poner fin al drama que padecen ya 269.203 gallegos registrados en el INEM.
A Coru?a 19 cursos; Ames, 13
Los parados que deseen realizar un curso deben armarse de paciencia, ya que la informaci¨®n se ofrece con cuentagotas y no es f¨¢cil encontrarla. La Conseller¨ªa de Traballo tiene un buscador donde en principio aparecen los cursos disponibles pero a estas alturas del a?o la programaci¨®n todav¨ªa no est¨¢ completa. Esto supone algunas curiosidades como, por ejemplo, que se ofrezcan 13 cursos en Ames (29.000 habitantes) y solo aparezcan seis m¨¢s en A Coru?a (246.000 habitantes). Se supone que esto se corregir¨¢ cuando la programaci¨®n est¨¦ completa pero tampoco se sabe cuando ocurrir¨¢.
En Pontevedra la mayor¨ªa de los cursos se concentran en Vigo (122) pero resulta sorprendente que localidades importantes como Vilagarc¨ªa de Arousa apenas cuenten con dos cursos anunciados. En teor¨ªa, es mucho m¨¢s f¨¢cil acceder a la formaci¨®n en lugares como Monforte de Lemos (11 cursos) o Viveiro (9). La mayor¨ªa de los programas ofertados cuentan con 15 plazas y permiten la obtenci¨®n de un certificado profesional para realizar la actividad.
La CIG denuncia que se han adjudicado fondos (inicialmente destinados a empresas en crisis, corporaciones de derecho p¨²blico y colegios oficiales) para realizar cursos tan curiosos como el titulado Cirug¨ªa de u?as y partes blandas.
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