El n¨²cleo duro del buen cacique
Baltar forj¨® el poder pol¨ªtico que leg¨® a su hijo aferr¨¢ndose a la fidelidad de un grupo de alcaldes y cargos del PP denunciados con ¨¦l en Anticorrupci¨®n
La carrera que dispar¨® el clientelismo pol¨ªtico de Baltar denunciado en 2010 por el PSOE en la fiscal¨ªa ourensana ¡ªpor enchufar en la Diputaci¨®n a cientos de compromisarios del PP en las v¨ªsperas del congreso que entreg¨® el partido a su hijo¡ª y este mes por un particular en Anticorrupci¨®n ¡ªpor supuesto enriquecimiento patrimonial a cambio de empleos en la instituci¨®n provincial¡ª comenz¨® a fraguarse a finales de los noventa. Entonces, el fundador del baltarismo, asentado ya firmemente en el poder provincial y autodenominado ¡°cacique bueno¡±, decidi¨® comenzar a labrar el futuro de su primog¨¦nito, Jos¨¦ Manuel Baltar Blanco, que quer¨ªa ser pol¨ªtico.
En 1998 Baltar situ¨® a su v¨¢stago al frente de la delegaci¨®n provincial de Agricultura. Una forma de foguearlo para convertirlo en conselleiro. Pero cuando comprob¨® que se frustraba esa posibilidad ¡ªXos¨¦ Cui?a, el gran amigo y valedor en la Xunta que habr¨ªa de abrirle paso a su v¨¢stago estaba enzarzado en 2001 en una dura batalla interna, salpicado por el esc¨¢ndalo del Prestige¡ª el exbar¨®n comenz¨® a atar los cabos del poder provincial para garantizarle al menos esta herencia a su hijo.
Jos¨¦ Luis Baltar se atrincher¨® entonces m¨¢s que nunca en el n¨²cleo duro de sus alcaldes ¡ªde San Cibrao, Mu¨ª?os, Pereiro de Aguiar, A Peroxa, Celanova y Barbad¨¢s, fundamentalmente¡ª y, para blindar su patrimonio pol¨ªtico, los blind¨® a casi todos con un rosario de empleos que dej¨® en algunos casos a dinast¨ªas familiares enteras colocadas en la Diputaci¨®n y, de paso, las urnas provinciales llenas de los votos de los que depend¨ªa el poder de la Xunta.
Jos¨¦ Manuel Baltar Blanco se conform¨® con el poder provincial ¡ªaunque mientras no se realizaba el traspaso se mantuvo pol¨ªticamente activo en el Parlamento auton¨®mico¡ª y lo fue vistiendo de un leve galleguismo para hacer de ¨¦l trinchera o el basti¨®n que le permitiese, llegado el caso, el asalto en nombre propio al poder de la Xunta.
La prueba de fuego de las lealtades lleg¨® con el fiasco del equipo de f¨²tbol
La prueba de fuego de las fidelidades con las que el exbar¨®n forj¨® los poderes que habr¨ªa de legar a su hijo, lleg¨® con el fiasco del equipo de f¨²tbol, la sociedad Club Deportivo Ourense, que Baltar le compr¨® en 1998, en una nefasta operaci¨®n comercial, al Grupo Zeta. Lo subvencion¨® desde la Diputaci¨®n que presid¨ªa y pag¨® ¡ªtambi¨¦n con el dinero de la misma instituci¨®n¡ª viajes de placer por ciudades espa?olas a pe?as de forofos presididas por personas vinculadas al PP y del estrecho c¨ªrculo de amigos de su hijo, seg¨²n consta en la documentaci¨®n en poder de la Fiscal¨ªa. Alguno de estos, el actual asesor del portavoz del PP en el Ayuntamiento de Ourense, Jorge Pumar, est¨¢ denunciado tambi¨¦n en Anticorrupci¨®n para que investigue su supuesto enriquecimiento personal.
Cuando se evidenci¨® el fiasco empresarial de la sociedad deportiva, el todopoderoso bar¨®n comenz¨® a poner a prueba las lealtades. Inst¨® a sus fieles alcaldes y a empresarios a que le compraran las acciones de la esquilmada empresa deportiva. Y lo hicieron.
Los alcaldes afines tienen a sus parientes colocados en la Diputaci¨®n
El informe t¨¦cnico encargado por un juez sobre la situaci¨®n financiera del Ourense sit¨²a el origen de la descapitalizaci¨®n en el mismo a?o de la compra del club, cuando presenta un balance con seis millones de euros en p¨¦rdidas, seis veces m¨¢s que su capital social.
En ese complicado momento, el mayor adalid de Baltar fue el entonces delegado provincial de la Conseller¨ªa de Medio Ambiente en Ourense, Agust¨ªn Prado Verdeal. Un maestro de profesi¨®n al que ahora Hacienda le reclama que justifique el origen de los 800.000 euros con los que compr¨® el principal paquete accionarial particular del club. Prado Verdeal ya no tiene cargos pol¨ªticos, pero s¨ª varios familiares empleados en la Diputaci¨®n.
Al lado de Prado Verdeal surge en esa ¨¦poca la figura del alcalde del peque?o municipio de A Peroxa, Manuel Seoane, diputado provincial en los gobiernos de Baltar durante a?os. Un hombre de la estrecha confianza del exbar¨®n que, en esa misma ¨¦poca, compr¨® un d¨²plex en la c¨¦ntrica calle del Paseo de Ourense para alquilarlo por cerca de 3.000 euros mensuales a la delegaci¨®n de Medio Ambiente que presid¨ªa su compa?ero de partido Prado Verdeal. Medio Ambiente contrataba a su vez a la empresa forestal de Seoane para obras de desbroce. El regidor de A Peroxa acab¨® al frente del CD Ourense ¡ªcargo que a¨²n no ha abandonado¡ª y con alg¨²n familiar empleado tambi¨¦n en la Diputaci¨®n.
En el mismo n¨²cleo duro del baltarismo se encuentra el m¨¦dico Jos¨¦ Manuel Freire Couto, alcalde de Barbad¨¢s ¡ªmunicipio colindante a Ourense hacia el que crece la ciudad¡ª y presidente del Inorde, el instituto ourensano de desarrollo econ¨®mico dependiente de la Diputaci¨®n. Freire ha estado, desde su arribada al PP procedente del CDS, inexorablemente al lado del exbar¨®n. Tambi¨¦n est¨¢ en el foco de Anticorrupci¨®n.
La Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n cuenta con un detallado dossier de las propiedades del regidor de Barbad¨¢s. Un patrimonio que, seg¨²n los datos aportados en la denuncia, se acerca al mill¨®n de euros solo en fincas ¡ªalgunas a nombre de su mujer¡ª y que ¨¦l precisa que son fruto de una herencia que recibi¨®.
Freire Couto tambi¨¦n tiene familiares colocados en la Diputaci¨®n, como la mayor parte de los alcaldes que conformaron el n¨²cleo duro del baltarismo y que llenaron de victorias las urnas del PP ourensano de las que se alimentaron los presidentes de la Xunta de ese partido mientras Baltar forjaba la suya: el patrimonio pol¨ªtico ¡ªy seg¨²n la denuncia, tambi¨¦n personal¡ª que ha dejado en herencia a su hijo.
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