Regeneracionismo
A ver si despu¨¦s de haber hablado tanto de modernidad y hasta de postmodernidad volvemos al siglo XIX sin que nada hayamos aprendido, a los mismos y poco estimulante impulsos sociales que nos dejaron atr¨¢s en la historia, padeciendo la melancol¨ªa, el ensimismamiento, y, sobre todo, los excesos que nos trajo el regeneracionismo.
Como en el pasado, la indignaci¨®n por nuestra galopante depauperaci¨®n dar¨¢ paso a la desesperaci¨®n, y aplac¨¢ndose un tanto ella producir¨¢ un profundo pesimismo, y de ¨¦ste surgir¨¢ por en¨¦sima vez el regeneracionismo. Pues bien, pongamos freno a tales impulsos porque de ellos nos han salido ideolog¨ªas muy radicales. Lo que si parece cierto es que los causantes del agujero en que hemos ca¨ªdo no es tanto un partido u otro, sino la acci¨®n, la l¨®gica y el pensamiento de unos y otros, de toda una generaci¨®n. Una ¨¦lite, en la que entran poderes econ¨®micos y medi¨¢ticos tambi¨¦n, sucesora de la generaci¨®n que hiciera posible la dura tarea de la transici¨®n de una dictadura a una democracia en el seno de una crisis econ¨®mica profunda. La generaci¨®n de la Transici¨®n se agot¨® con la llegada de Zapatero, siendo Ibarretxe su precursor, blandiendo un desatado talante optimista. Una generaci¨®n sin experiencia tr¨¢gica de la realidad, nacida en la incubadora de los despachos del poder, que sigue siendo la que actualmente nos rige. Hasta la llegada de otra nueva posiblemente no salgamos de la crisis, pues la que vendr¨¢ estar¨¢ muy marcada por el actual empobrecimiento y sus consecuencias.
Estos pendulazos generacionales tendr¨ªan mucho que ver con la incapacidad de trasladar la experiencia de una a otra. Me temo mucho, por el contrario, que la actual lleg¨® con ciertas ¨ªnfulas de demostrar lo que era capaz a la anterior d¨¢ndose as¨ª el batacazo. Es falso que transmitamos la memoria a los que nos siguen, porque cuando en tal memoria se insiste lo que se intenta es destrozar la historia, y que no se pueda sacar conclusi¨®n alguna en forma de memoria personal. La memoria se obtiene en el estudio y discernimiento cada uno, la otra memoria es consignazo para negar la realidad, y llegar desnudos ante las crisis que peri¨®dicamente aparecen.
Afortunadamente est¨¢ surgiendo un joven elenco de historiadores de la UPV que pueden formar nuestra idea del pasado con el fin de que no volvamos a cometer los mismos errores. Gaizka Fern¨¢ndez Soldevilla y Ra¨²l L¨®pez Romo acaban de publicar un profundo e interesante trabajo, editorial Tecnos, Sangre, votos, manifestaciones: ETA y el Nacionalismo Vasco Radical(1958-2011). Y si usted, joven, se va a dedicar a la pol¨ªtica (no le har¨ªa da?o si va a ser empresario) no se quede agazapado en su despacho mirando al pasillo acechando la oportunidad de hacerle la pelotilla a la jerarqu¨ªa cuando pase, aproveche la espera y lea un poquito, as¨ª cuando mande sabr¨¢ algo y no nos har¨¢ la pu?eta. Y si nos la hace, h¨¢galo a sabiendas.
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