Un cl¨¢sico de verdad
"Por c¨®mo prodiga la voz este se?or que cumpli¨® esa noche sobre el escenario 64 a?os y por m¨¢s, fue un concierto enriquecedor"
Rub¨¦n Blades concentr¨® a m¨¢s de 1.500 espectadores, muchos latinoamericanos, que aplaudieron a rabiar cuando sonaron temas emblem¨¢ticos como el tercero del programa, Decisiones. Y tuvieron, por nacionalidades, sus dedicatorias: para los colombianos fue Ojos de perro azul; para los venezolanos, Mar¨ªa Lionza; para los peruanos, Todos vuelven, que para eso era originariamente un vals criollo; Pedro Navaja, de alguna manera fue para los espa?oles, pues record¨® el papel que tuvo La Plater¨ªa en la difusi¨®n de la ¨²nica pieza que casi nadie desconoce del m¨²sico paname?o.
Un DJ pronostic¨® que Pedro Navaja ser¨ªa ¡°la tumba de Willie Colon¡±, dijo, y ha sido m¨¢s bien la inmortalidad. Se?alando al director de la orquesta paname?a, el bajista Roberto Delgado brome¨® sobre el acorde inicial que Michael Jackson tom¨® prestado del Navaja para su Thriller. Y no par¨® de contar historias en los interludios de dos horas y media generosas de concierto que aguant¨® con cazadora negra, porque se reconoce friolero, hilvanando ¨¦xitos de distinto calibre que tambi¨¦n contaban historias. Historias de su infancia en el barrio donde ¡°cog¨ªa todos los virus¡± y no hab¨ªa chicas, s¨®lo rumores sobre su existencia, para introducir Ligia Elena; sobre la educaci¨®n musical de los ni?os en Venezuela, en El Sistema, hacia donde volaba el lunes de buena ma?ana; sobre la primera canci¨®n que escribi¨® e interpret¨® con las Estrellas de La Fania, Juan Pachanga, porque se lo pidi¨® el director Johnny Pacheco. Hizo tambi¨¦n pedagog¨ªa social o pol¨ªtica, al decir ¡°la muerte empieza con el olvido¡±, recordando a V¨ªctor Jara, o matizando que no hace ¡°salsa intelectual¡± sino m¨²sica popular, aunque acto seguido mencione a Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez o Carlos Fuentes.
RUB?N BLADES CON ROBERTO DELGADO & ORQUESTA
Jardines de Viveros. Valencia, 15 de julio de 2012
Por todo ello; por c¨®mo prodiga la voz este se?or que cumpli¨® esa noche sobre el escenario 64 a?os y por m¨¢s, fue un concierto enriquecedor, aunque no hubiera novedades, porque es un cl¨¢sico de verdad. Y tambi¨¦n porque aunque la prestigiosa orquesta paname?a, bien por razones de t¨¦cnica sonora o bien por otras, no pareci¨® cien por cien empastada en todas sus secciones hasta el d¨¦cimo tema, desde que son¨® la memorable de Tibur¨®n no hubo excusa para no bailar, conscientes o no de la cr¨ªtica antiimperialista que sigue proclamando esta canci¨®n. Y, por si hab¨ªa reservas, al cierre encadenaron Mu¨¦vete, otra invitaci¨®n bailable dedicada a los pueblos americanos y africanos.
Fueron dos horas
Menci¨®n especial, la noticia de que la orquesta valenciana Sonora Latina presentaba como telonera nuevo disco en muchos a?os, titulado Con clave para bailar. Y menci¨®n aparte, subrayar la frustrante coincidencia en hora y d¨ªa de dos conciertos municipales como el de Blades en Viveros y el de Terri Lyne Carrington con Dianne Reeves a escasos kil¨®metros, en el Palau. Y no es el ¨²nico caso. ?Tiene sentido una agenda as¨ª?, ?est¨¢ el p¨²blico para esas coincidencias?
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