No solo rescatados e intervenidos
La crisis del Estado auton¨®mico es la quiebra de un modelo de financiaci¨®n no dise?ado para soportar la crisis fiscal actual
Hemos sido los primeros. Tantas veces y durante tantos a?os nos han repetido los gobernantes auton¨®micos, con la inestimable colaboraci¨®n de la alcaldesa Barber¨¢, que los valencianos ¨¦ramos los primeros de entre los primeros que, finalmente, y por una vez, han acabado teniendo raz¨®n. Porque, la petici¨®n de ayuda de la Generalitat al Fondo para la Liquidez para el rescate de las comunidades insolventes ha sido la primera en solicitarse. La incapacidad para hacer frente a los pr¨®ximos vencimientos ha llevado a reclamar una ayuda que tiene como contrapartida ser financieramente intervenidos por el Ministerio de Hacienda. Dejando de lado la especialidad actual del PP de no llamar a las cosas por su nombre, a partir de ahora quien manda en la Generalitat Valenciana es Crist¨®bal Montoro, el ministro m¨¢s histri¨®nico y dir¨ªa que m¨¢s imprudente, de la democracia espa?ola.
Atr¨¢s, pues, quedan los sue?os de pretender llegar a ser lo que no somos, ni falta que nos hac¨ªa, a golpe de evento, ciudades fantasma de todo tipo y condici¨®n u obras fara¨®nicas que hoy son, dentro y fuera de Espa?a, ejemplo de desastrosa gesti¨®n p¨²blica. Con un agravante: que los responsables del desastre, impert¨¦rritos, perseveran en defender lo indefendible.
Ya se lo le¨ªmos hace unos meses a Francisco Camps, en una surrealista entrevista en la que se mostraba orgulloso de haber hecho una Comunidad Valenciana ¡°fuerte, pr¨®spera, digna, moderna y leal a Espa?a¡±. Su orgullo es s¨®lo el exponente de esa confusi¨®n total, y letal, de los gobernantes del PP valenciano. De Jos¨¦ Manuel Vela a Carlos Fabra pasando por Rita Barbera todo el PP, quiz¨¢ con la excepci¨®n de Alberto Fabra, se muestra satisfecho de una actuaci¨®n que es causa de d¨®nde estamos. Lo demostraba hace casi un a?o en EL PA?S el consejero de Hacienda afirmando que ¡°el d¨¦ficit da igual. A m¨ª lo que me interesa es renovar lo que tengo y emitir lo que tengo autorizado¡±. Y lo corroboraban hace poco los poderes f¨¢cticos de Castell¨®n y Valencia. El primero declarando, contundente, en Envoy¨¦ Sp¨¦cial, el principal programa informativo de France 2, que hoy volver¨ªa a construir ese aeropuerto sin aviones que ha dado la vuelta al mundo. Y la segunda autoproclamando en prensa el ¨¦xito de la ¨²ltima carrera de F¨®rmula 1 cuando se sospecha que sus efectos inducidos sobre la econom¨ªa valenciana no cubren ya ni el canon anual.
Ni inteligencia ni habilidad
Hay que ser riguroso, sin embargo. La situaci¨®n y su deriva de nuevos recortes no es s¨®lo consecuencia del despilfarro del Consell. Ni de esa corrupci¨®n que parece formar parte intr¨ªnseca de la concepci¨®n del PPCV de la gesti¨®n p¨²blica con tantos cargos imputados a pesar de proclamar tolerancia cero. La situaci¨®n a la que se ha llegado es tambi¨¦n el resultado de que, como resum¨ªa el diario El Liberal hace casi un siglo, en econom¨ªa, como en pol¨ªtica, los problemas que no se resuelven por la inteligencia y la habilidad de los hombres de Estado se resuelven, a la postre, por sus propias internas energ¨ªas.
Y aqu¨ª, no ha habido habilidad porque no ha existido inteligencia. En la pol¨ªtica valenciana, tambi¨¦n en la espa?ola, se ha consolidado un proceso de selecci¨®n adversa, con lo cual en lugar de hombres de Estado, lo que hemos sufrido ha sido una gesti¨®n sin vuelo, ni siquiera gallin¨¢ceo, plagada de amiguismo, de tics autoritarios y de represalias a los discrepantes. No ha habido inteligencia para tener la habilidad de establecer una agenda que fijara prioridades ancladas a los intereses generales. Por eso, por ejemplo, el victimismo sustituy¨® a la movilizaci¨®n transversal contra la discriminatoria e injustificable financiaci¨®n por habitante que padecemos. Y por eso, una vez desaparecido el gobierno Rodr¨ªguez Zapatero, el lloriqueo lacrim¨®geno mendicante ha dado paso a la pleites¨ªa y la inacci¨®n.
Falta adem¨¢s la otra parte de la identidad de la acci¨®n del PP: el asalto al Estado de las autonom¨ªas supuestamente en nombre de la eficiencia y la racionalidad. Estamos ante un deliberado proceso de recentralizaci¨®n en el que se pretende hacer aparecer a las autonom¨ªas como principales culpables de la grav¨ªsima situaci¨®n econ¨®mica. Y es completamente falso. Las disfunciones y los excesos han sido numerosos y la Comunidad Valenciana es exponente de ellos. Pero los ha habido a docenas tambi¨¦n en la Administraci¨®n central, (el despilfarro en el CGPJ ¡ªno s¨®lo por Divar¡ª es buen bot¨®n de muestra) y nadie cuestiona la existencia de sus organismos.
La crisis del Estado auton¨®mico es la quiebra de un modelo de financiaci¨®n no dise?ado para soportar la crisis fiscal actual, esa que el ministro Montoro denuncia como si fuera otro el responsable de solucionarla. Si se defiende que sanidad y educaci¨®n sigan siendo dos bienes preferentes, las comunidades deben mantener sus recursos. Si se quiere acabar con ellos, el camino m¨¢s r¨¢pido es estrangularlas financieramente. Ese parece ser el objetivo del gobierno de Mariano Rajoy.
Jordi Palafox es Catedr¨¢tico de Historia e Instituciones Econ¨®micas en la Universidad de Valencia.
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