El largo camino hacia una dif¨ªcil convivencia

El fin de la violencia est¨¢ cambiando la vida pol¨ªtica vasca, pero lograr la convivencia democr¨¢tica costar¨¢ a¨²n muchos a?os.

Pregunta. Despu¨¦s del anuncio de ETA hace nueve meses, ?qu¨¦ ha cambiado en Euskadi? ?Se podr¨¢ lograr la convivencia, alg¨²n d¨ªa?

Andoni Ortuzar. Primero una constataci¨®n; estamos infinitamente mejor que hace nueve meses. La desaparici¨®n de la violencia de ETA ¡ªque no la de la organizaci¨®n terrorista¡ª ha destensionado la vida de Euskadi y la pol¨ªtica vasca. Nos ha permitido coger aire, abrir ventanas, pensar en un futuro, por primera vez en nuestro pa¨ªs en siglo y medio, sin guerras, dictaduras ni terrorismo. Y eso hay que paladearlo, degustarlo, bien. Pero es verdad que faltan cosas. La paz es algo m¨¢s que la ausencia de violencia. Hay que gestionar la no violencia, para llegar primero a la paz y luego a la convivencia normalizada. Y es tarea de todos. La izquierda abertzale tiene una responsabilidad y un papel fundamental. No en vano ha sido ella quien por acci¨®n u omisi¨®n ha causado gran parte de la tragedia de nuestro pa¨ªs. Y lo primero que tiene que hacer es hablar claro. A la sociedad, reconociendo sus errores y el da?o causado. Y a sus militantes sobre lo que viene y, sobre todo, sobre lo que no va a llegar. Tienen que hacer un ejercicio de sinceridad con su gente. Han sido treinta a?os tirados por la borda, de fracaso pol¨ªtico adem¨¢s de fracaso ¨¦tico. Y a los dem¨¢s nos queda impulsar que las cosas cambien. Desde el respeto y el acompa?amiento a las v¨ªctimas ¡ªa todas las v¨ªctimas¡ª a la creaci¨®n de unas condiciones para que se pueda dar la convivencia en la sociedad y para eso debe de darse antes la propia convivencia pol¨ªtica. Tenemos que ofrecerle al pa¨ªs m¨¢s acuerdos que disensiones.

La izquierda 'abertzale' tiene que reconocer sus errores y el da?o causado¡± Andoni Ortuzar

Alguien tiene que decirles que no va haber ¡®amnist¨ªa orokorra¡¯

J.A.P. Se ha generado una expectativa importante. Parece evidente que estamos en un tiempo distinto y mejor del que ten¨ªamos hace escasos meses. Eso se percibe en la calle, en la ciudadan¨ªa, y en el ¨¢nimo de la gente. Pero dicho esto, tambi¨¦n, hay que subrayar que los radicales no han hecho ni mucho menos la totalidad del recorrido democr¨¢tico que se les exige. Y ETA, que pretendiendo ser una especie de Gran Hermano vigilante de lo que ocurre en Euskadi, se niega a dar el paso definitivo de su disoluci¨®n. Eso establece, cuando menos, alguna duda o sospecha de que sigue habiendo, todav¨ªa, una cierta resistencia en una parte de ese mundo a asumir que la democracia ha ganado la batalla, que no han conseguido ninguno de sus objetivos pol¨ªticos. Que aunque sea duro para ellos reconocerlo, todo el sufrimiento que han causado, todas las muertes de los ¨²ltimos a?os no han servido para nada. Ese es un ejercicio de reflexi¨®n autocritica, muy severa, que tienen pendiente de hacer; no solo la propia ETA sino tambi¨¦n una parte importante del mundo de la antigua Batasuna. Entiendo que una mirada cr¨ªtica hac¨ªa el pasado indica e implica un reconocimiento de su propia responsabilidad y de sus propios errores, y eso es muy duro, pero es absolutamente necesario e imprescindible. Algunos pretenden hacer borr¨®n y cuenta nueva.

P. ?Y el tema de los presos?

No asumen que la democracia ha ganado la batalla¡± Jos¨¦ Antonio Pastor

A.O. Nosotros apostamos por una pol¨ªtica penitenciaria diferente. M¨¢s inteligente, m¨¢s justa y que ayude a consolidar la convivencia. Y se puede hacer sin cambiar la ley, se puede hacer con esa apelaci¨®n que le gusta al PP de ¡°la legislaci¨®n vigente¡±, pero con la supresi¨®n de la Doctrina Parot, el tratamiento diferenciado a los reclusos enfermos, el acercamiento, le redenci¨®n de penas como el resto de los reclusos¡­Si desde el Gobierno espa?ol se les niega la etiqueta de presos pol¨ªticos, tienen que tener las mismas condiciones que los dem¨¢s. Pero alguien desde la IA tiene que decirles ya que no va a haber amnist¨ªa orokorra.

J.A.P. Los presos han sido y siguen siendo en parte rehenes, y ese es un elemento muy preocupante. Queremos que se aplique la legalidad penitenciaria en sentido flexible para ayudar a consolidar ese tema, mediante lo que exige la ley, siempre con car¨¢cter individual, aunque ellos lo quieran vestir de car¨¢cter colectivo. El mundo de IA tiene que dejar de hablar de indultos, de amnist¨ªas colectivas, porque sabe que es un recorrido que solo va a generar frustraci¨®n.