Exposiciones Louz¨¢n
La Diputaci¨®n margina a los t¨¦cnicos del Museo de Pontevedra y concentra las decisiones en cargos pol¨ªticos. El cambio provoca un gran rechazo social
Pinturas b¨¦licas, fotograf¨ªas y miniaturas de uniformes castrenses en Del pasado, honor; del presente, orgullo, con motivo del aniversario de la Brilat. Motos hist¨®ricas. Cien a?os sobre ruedas, con 58 motos de las 131 que posee el coleccionista Manuel Gonz¨¢lez, concejal de Iniciativa por Gondomar ¡ªen el PSOE hasta su expulsi¨®n por tr¨¢nsfuga en 2009¡ª. Aqueles primeiros anos, cr¨®nica visual conmemorativa del 30? aniversario del Parlamento de Galicia.
Estas son las ¨²ltimas tres exposiciones abiertas en el Museo de Pontevedra, financiado en su totalidad ¡ª4,1 millones este a?o¡ª por la Diputaci¨®n. A la espera de la inauguraci¨®n oficial del Sexto Edificio del museo, en oto?o, con la presencia apalabrada de Mariano Rajoy all¨ª donde cuenta albergarse la Colecci¨®n Castelao, el organismo que preside Rafael Louz¨¢n decidi¨® tambi¨¦n suspender la Bienal de Arte pontevedresa, la m¨¢s antigua de Espa?a, alegando ¡°prioridades, no recortes¡±.
No es la nueva l¨ªnea program¨¢tica lo que irrita en primer lugar a buena parte de la sociedad pontevedresa. ¡°Lo dijo Filgueira Valverde hace treinta a?os: cuando entren aqu¨ª los pol¨ªticos, adi¨®s Museo¡±. Lo resume as¨ª el historiador, militar de carrera, Xos¨¦ Fortes, una de las personas que acudieron hace dos semanas al Pazo de Mugartegui para reivindicar la autonom¨ªa del Museo. All¨ª estaban, entre otros civiles de reconocida filia conservadora, Bernardo L¨®pez Abad¨ªn, exvicepresidente de la Diputaci¨®n, como Eladio Portela, el exalcalde independiente y luego diputado popular Rivas Font¨¢n, o la familia del pol¨ªgrafo y exalcalde Jos¨¦ Filgueira Valverde, cuyo legado sigue en el Museo.
¡°Es un desprop¨®sito¡±, juzga Fortes. ¡°En la Diputaci¨®n no se ha calibrado adecuadamente lo que significa convertir un museo constituido en organismo aut¨®nomo en un servicio. ?Qui¨¦n va a decidir sobre compras y cesiones? ?Qui¨¦n elige las exposiciones, los cat¨¢logos y los libros que hay que publicar? Tienen que dar marcha atr¨¢s. El poder pol¨ªtico no puede reflejarse milim¨¦tricamente en las instituciones culturales, as¨ª todo se convierte en barra libre¡±. Como ente cient¨ªfico, el museo naci¨® adscrito a un Padroado de diez personas que se ocupaba precisamente de su gesti¨®n. En 2005, el Padroado se disuelve por la ley de r¨¦gimen local y el Museo se convierte en ¡°organismo aut¨®nomo local¡±. Formado, a efectos pr¨¢cticos, por un consejo rector de cargos pol¨ªticos y un consejo asesor que deber¨ªa hacer las veces de Padroado, garant¨ªa de independencia y solvencia t¨¦cnica.
La cultura y la F¨®rmula 1
¡°El consejo asesor no es fundamental¡±, replica la diputada provincial del PP Ana Isabel V¨¢zquez Reboredo. Y puntualiza: ¡°No hemos descartado hacer un consejo consultivo, aunque a¨²n no sabemos c¨®mo denominarlo, en el que est¨¦ representada la ciudadan¨ªa, tambi¨¦n las asociaciones de vecinos¡±. Tambi¨¦n descarta que la nueva organizaci¨®n ponga en peligro fondos y dep¨®sitos, o que la Diputaci¨®n pretenda "liberarse" de algunas colecciones. Sobre los hist¨®ricos del PP cr¨ªticos con la p¨¦rdida de autonom¨ªa, afirma que est¨¢n siendo ¡°utilizados pol¨ªticamente a trav¨¦s de una base irreal¡±. ¡°El ahorro \[de suprimir el pol¨ªtico consejo rector, habida cuenta de que el asesor no se re¨²ne desde hace m¨¢s de un a?o\] estar¨ªa en algo m¨¢s de un mill¨®n, y no por las dietas. Al no haber consejo rector y al poder centralizar, es posible contratar desde la Diputaci¨®n¡±.
A esas contrataciones hizo menci¨®n en el encendido pleno de ayer el concejal de Patrimonio Hist¨®rico, Lu¨ªs Bar¨¢ (BNG): ¡°Es un pago de favores pol¨ªticos¡±, dijo, en alusi¨®n a las motocicletas de Manuel Gonz¨¢lez que ocupan el Sarmiento. Lo que se est¨¢ intentando consumar en la instituci¨®n cultural que define Pontevedra, a?adi¨®, es un ¡°atentado contra la historia, la cultura y la identidad de la ciudad¡±. El portavoz socialista, Ant¨®n Louro, abandon¨® su habitual flema para enzarzarse en un cruce de descalificaciones con Louz¨¢n, al que acus¨® de tener los arrestos que le faltaron ¡°a Stalin y Franco¡± para limitar la independencia del Hermitage de Leningrado y el Prado, respectivamente.
Por si el futuro del Museo de Pontevedra espejase en las frases pol¨ªticas de quien lo mantiene, Rafael Louz¨¢n habl¨® hace diez d¨ªas: ¡°Tenemos una idea clara de qu¨¦ debe ser un Museo. Es como un coche de carreras que precisa pilotos, equipo, infraestructura y financiaci¨®n, pues en caso contrario tendremos un buen coche, un escaparate muy bonito, pero no correr¨¢¡±.
En este momento, a base de declaraciones contradictorias y acciones cristalinas por parte de la Diputaci¨®n, no solo el Museo de Pontevedra ha dejado de existir, en la pr¨¢ctica, como organismo aut¨®nomo con un consejo asesor ¡ªun ¡°error hist¨®rico¡± que los reunidos en Mugartegui todav¨ªa conf¨ªan subsanar a base de alegaciones¡ª sino que desde enero se plantea otra cosa: integrar administrativamente el archivo y la biblioteca del Museo ¡ªm¨¢s de 150.000 vol¨²menes¡ª en el magro archivo de la Diputaci¨®n. Teniendo en cuenta que la declaraci¨®n como Ben de Interese Cultural (BIC) del Museo afecta a continente y contenido, encajar estas decisiones en el actual marco legal de la Lei de Patrimonio es problem¨¢tico. Sobre las implicaciones legales de este plan ¡ª tambi¨¦n a la pregunta de si la Diputaci¨®n lleg¨® a comunic¨¢rselo a Patrimonio antes de obrar en consecuencia¡ª, este peri¨®dico no consigui¨® respuesta oficial ni oficiosa de la Conseller¨ªa de Cultura.
Los 64 trabajadores del museo afrontan el futuro d¨ªa a d¨ªa. Louz¨¢n ha colocado en puestos clave de administraci¨®n y gesti¨®n a personas de su confianza como Blanca Rodr¨ªguez y Joaqu¨ªn Lede, sin curr¨ªculum ad hoc. Entre las numerosas an¨¦cdotas al respecto, se podr¨ªa sustanciar la propuesta informal de Rodr¨ªguez \[ex responsable de Cultura con el alcalde del PP Juan Luis Pedrosa\], partidaria de que los dep¨®sitos arqueol¨®gicos que por ley tienen que desembocar en el museo se devolviesen a los ayuntamientos ¡°para las rotondas¡±. ¡°Louz¨¢n siempre mantuvo el di¨¢logo, pero desde hace un a?o solo aparece para reunirse no con el comit¨¦ de empresa, sino con los trabajadores del Museo, como si fueran asambleas¡±, explicita la portavoz del comit¨¦, ?ngela Comesa?a. ¡°Nadie nos ha dado una explicaci¨®n fiable de c¨®mo se va a hacer este cambio de organismo aut¨®nomo a servicio, ni su repercusi¨®n sobre nosotros¡±.
El parecer de los t¨¦cnicos no es lo primordial ahora: las motos que ocupan el rehabilitado edificio Sarmiento est¨¢n en el lugar que deber¨ªa albergar la exposici¨®n permanente de arqueolog¨ªa. Tambi¨¦n solicitaron los t¨¦cnicos que se abandonase la idea de montar un restaurante ¡ªcon fondos p¨²blicos y explotaci¨®n privada¡ª en el Sexto Edificio, la planta que deber¨ªa alojar la colecci¨®n de miliarios y epigraf¨ªa. Sin ¨¦xito.
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